Sueña con los ojos abiertos


Alguien dijo que no se podía lograr, pero él respondió con una sonrisa. Quizás no se podría lograr, pero él no lo diría.

No, hasta que no lo hubiera intentado. Así que se abrochó con firmeza el cinturón, dejando ver una leve mueca en su rostro. Si estaba preocupado, lo escondió muy bien, comenzó a cantar al emprender la obra que no se podía lograr y así lo hizo.

Alguien dijo en tono de burla: «Nunca podrás hacerlo; por lo menos, hasta ahora nadie lo ha podido hacer». Pero él se quitó la chaqueta, se despojó de su sombrero y sin pensarlo mucho emprendió manos a la obra y al final lo logró. Todos lo felicitaron por no
haberse dado por vencido.

Son muchos los que te dicen que no se puede lograr, los que te profetizan el fracaso. Son muchos los que te señalan uno por uno los peligros que hay en el camino. Pero tú, con una leve mueca en tu rostro, abróchate el cinturón, quítate la chaqueta y manos a la
obra: «Comienza a cantar mientras haces aquello que no se podía lograr, porque al final tú lograrás hacerlo». -Anónimo

«Cuando negros nubarrones ensombrecen nuestros días, y nuestras noches aparecen más oscuras que un millón de medianoches; recordemos que existe una poderosa y benévola providencia en el universo capaz de abrir un camino donde no hay camino posible, y de
transformar un oscuro ayer en un luminoso mañana.» -Martin Luther King

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