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Ministerio de Cultura alerta sobre pérdida de sabiduría ancestral en la Amazonía Peruana

“Un shamán es una especie de mediador entre los poderes de la naturaleza y los seres humanos. Tienen la virtud de saber cómo operar a través de complejos rituales. Poseen conocimiento y sabiduría”

Actualmente los shamanes de la etnia de los Shawis, en la provincia del Datem del Marañón, en Loreto, cuya comunidad está formada por casi 18 mil miembros, viven una alarmante situación. Según el ministerio de Cultura, en lo que va del año se han reportado 14 shamanes asesinados y por ello insta a investigar, esclarecer los hechos y sancionar a los autores de estos actos, ya que “se estaría cometiendo un crimen contra la sabiduría ancestral de estos pueblos”.

Hasta el momento no se han hallado responsables de las muertes, pero medios locales y especialistas tienen sus propias hipótesis. Los acusan de practicar brujería

“Quitan y devuelven el daño”. Para el antropólogo Aldo Fuentes Chacón, casado con una indígena shawi y autor del libro Porque las piedras no mueren, todo esto se debe a la ausencia del Estado .

“En la zona ocurren epidemias por la falta de salud y cientos de niños mueren al año. Por ello la gente cree que las muertes son causadas por los shamanes en venganza. Tienen esa creencia ancestral que ha sido cultivada por siglos”, dijo.

Por su parte, el periodista y escritor Roger Rumrrill afirma que la localidad acusa de las muertes al alcalde de Balsapuerto, Alfredo Torres Rucoba, por ser evangelista.

El alcalde, que incluyó en su programa electoral acabar con estas prácticas tradicionales, es el principal sospechoso. Sin embargo, algunos investigadores miran más allá rescatando el viejo conflicto entre la sabiduría indígena y los intereses creados de las multinacionales farmacéuticas. En cualquier caso, advierten, cada una de estas muertes supone la pérdida irreparable de un conocimiento ancestral.

Hablar de brujos, curanderos y chamanes en Perú es tocar una fibra muy sensible en un país infinitamente diverso y complejo. Lo que está pasando en la selva amazónica, en inmensas áreas donde no existen médicos y la población nativa sigue recurriendo a sus recursos tradicionales para curarse, suena en la capital a algo exótico, como si estuviese ocurriendo en otro continente. Historias que se cuentan a media luz, entre miedos atávicos, pasiones y misticismos ancestrales, pero con la conclusión clara que da la frialdad de los números: 14 “brujos” asesinados en lo que va de año en la región de Loreto.

Las primeras denuncias son de febrero, cuando los familiares de Marcelino Pizango y Mariano Apuela, curanderos de comunidades alejadas a lo largo del río Paranapuna, en el distrito de Balsapuerto, aseguraron que estos habían sido asesinados por ejercer la brujería. Los medios de comunicación locales reunieron más casos similares comprobando con alarma que no se trataba de sucesos aislados. Los cuerpos de los dos brujos fueron encontrados con un mes de diferencia en sendas trochas selváticas totalmente mutilados.

El último caso tuvo lugar a principios de septiembre en la comunidad de Santa Rosa cuando Silverio Yume Chanchari, curandero de 50 años de edad, fue asesinado a tiros. “Mi padre salió en la madrugada de su casa a orinar en compañía de mi mamá. Escucharon unos pasos y cuando se apresuraban a regresar fue tiroteado por la espalda. Murió instantáneamente”, aseguró a una televisión local su hijo Silverio Elmer Yume Huansi.

Fueron precisamente los reporteros de esta cadena limeña los que localizaron y grabaron con cámara oculta a Salomón Napo Moreno, de 42 años, quién confesó haber participado en el asesinato de Mariano Apuela tras ser contratado por Augusto Torres, hermano del actual alcalde de Balsapuerto, Alfredo Torres, a cambio de 5.000 soles (unos 1.500 euros).

El alcalde de Balsapuerto ganó el cargo en las últimas elecciones locales, celebradas el pasado mes de enero, tras hacer una campaña prometiendo acabar con “el peligro público que suponen todos estos brujos y curanderos que matan a la gente a su capricho”, asegurando que iba a elaborar una “lista negra” de los más dañinos y movilizar a las rondas campesinas para que actúen contra ellos.

Contra él se dirige también la acusación de Bautista Inuma Andona, un “apu” o dirigente de la comunidad que los indios Shawi tienen en la zona de Paraíso, único superviviente de la matanza de brujos. Bautista perdió un brazo y presenta numerosas cicatrices en todo su cuerpo tras ser atacado por unos desconocidos a golpe de machete en un camino cerca de la comunidad. En su declaración, el “apu” acusa directamente al hermano del alcalde como uno de sus agresores.

 

LA ÚLTIMA CALAMIDAD PARA LOS SHAWIS

Balsapuerto es uno de los 15 distritos más pobres de Perú y el 95% de su población pertenece a la etnia de los Shawis, también llamados Chayahuitas, una de las menos estudiadas por la antropología moderna.

Desde el siglo XVI en adelante, los shawis han visto desfilar entre sus comunidades a esclavistas españoles, misioneros, patrones y hacendados, caucheros, comerciantes revendedores y buscadores de petróleo, sufriendo un largo historial de calamidades que culmina ahora con la cacería de sus curanderos.

Según el antropólogo Robinson Pinedo, esta etnia se enfrentó hace medio siglo a un proceso de desintegración cultural tras ser adoctrinados por misioneros evangelistas financiados por el Instituto Lingüístico de Verano, (ILV), una rama de la Iglesia Evangélica norteamericana con sede en Dallas, enviados para colonizar espiritual y materialmente a los indios amazónicos. Su papel era hacer de avanzadilla por los territorios más conflictivos para preparar el terreno a la llegada de las grandes multinacionales –petroleras, madereras y laboratorios farmacéuticos- y facilitar el posterior saqueo de recursos naturales al que ahora asistimos. Una práctica común de estos misioneros era prohibir el uso de las lenguas locales sometiendo a duros castigos a los alumnos de sus centros.

Detrás de la muerte de los curanderos hay varias causas: intereses económicos, celos, etc.  La gente culpa de la muerte de las personas a la brujería, las autoridades no quieren a los curanderos porque éstos tienen poder, sus recetas de plantas reemplazan a los medicamentos de las farmacias”, reflexiona Pizango Inuma, presidente de la Federación de las Comunidades Nativas Chayawitas (FECONACHA).

Según el periodista y escritor peruano Roger Rumrrill, con más de 25 libros publicados sobre la Amazonía, “hay un mar de fondo en la muerte de los curanderos Shawis que hace recordar la extirpación de idolatrías de la época colonial cuando en nombre de la hispanización y la evagelización y bajo la acusación de idólatras fueron asesinados miles de sacerdotes y destruida la parafernalia del culto a la naturaleza”.

 

BRUJOS VERSUS LABORATORIOS

El shamanismo o curanderismo andino-amazónico representa uno de los mayores saberes y conocimientos sobre la naturaleza y el hombre. Todo o casi todo el conocimiento de las plantas que la medicina occidental aprovecha se origina en la etnobotánica andino-amazónica. Así, en las comunidades Shawis y de cualquier etnia indígena alejada de los núcleos de población más desarrollados, se utilizan remedios que con el tiempo están siendo sintentizados (y patentados) por laboratorios de todo el mundo.

Se calcula que el 60% de las medicinas que hoy se venden en las farmacias tienen algún componente extraído de alguna planta amazónica. Lo más grave es que estas comunidades indígenas no han recibido ni las migajas de la ingente cantidad de dinero que estas empresas han recibido por su comercialización.

“En la lógica del extractivismo, del neoliberalismo a ultranza, de la modernidad del “perro del hortelano”, del materialismo capitalista, de la uniformización cultural planetaria, las cosmovisiones andino-amazónicas sobre la naturaleza, de las cuales los curanderos o shamanes son los intérpretes, son idolatrías que hay que extirpar y borrar”, añade Rumrrill. “Las plantas y la naturaleza tienen un poder que desafían la perversa racionalidad del poder. Por eso este poder quiere extirpar a las plantas y a los que conocen y usan sus poderes. El asesinato de los curanderos o shamanes Shawi de Balsapuerto es una forma de extirpación de idolatrías en el siglo XXI”.

“Al fallecer cada curandero, además de la pérdida de vida humana, se pierden conocimientos y su experiencia en la práctica de la medicina tradicional. Muchos son los curanderos, parteras, sobadores que dejan de ejercer por la falta de estímulo y el acoso. Es necesario el esclarecimiento de estos hechos, la información a la población para evitar el oscurantismo y fanatismo que lleva a este tipo de crímenes y que no es nuevo, pues ha sido práctica corriente antaño. Son los mismos pobladores quienes “eliminan brujos”, pero al mismo tiempo esto está facilitado por la lasitud en investigar y castigar estos hechos, que van más allá de la delincuencia común pues se está perdiendo patrimonio intelectual, reserva cultural viva, que no es reconocida y menos protegida”, asegura por su parte Rosa Giove, cofundadora de Takiwasi, un centro de salud e investigación con plantas tradicionales ubicado en Tarapoto.

“En contraste con otros lugares en que se valora el saber tradicional, en nuestro país, con una medicina tradiconal tan rica, quienes detentan el conocimiento no son valorados ni protegidos, y hasta, como vemos, corre su integridad física”, añade Giove. “Las organizaciones que trabajamos en pro del rescate del saber tradicional y los derechos de pueblos indígenas deberíamos pronunciarnos y pedir protección para los curanderos, además de la revisión de la penalización de su ejercicio, como depositarios de los saberes medicinales ancestrales”.

Hasta la fecha, nadie ha sido condenado por estas muertes, pese a que existen testimonios que apuntan a los posibles autores intelectuales y ejecutores de estos crímenes. Según las respuestas dadas por fuentes policiales, judiciales y locales, esta impunidad parece deberse tanto a la dificultad del Estado peruano por alcanzar las zonas más alejadas del país como a la indiferencia por los sucesos en la selva, sin trascendencia política en Lima. El propio fiscal penal de la provincia de Alto Amazonas, Jorge Guzmán, reconoció ante los medios la lentitud del proceso de investigación, algo que achacó a “las carencias logísticas y las dificultades geográficas”.

Fuentes: Lamula.pe , larepublica.pe y cinabrio-blog.

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EEUU gastó dos millones de dólares en sus estudios con HUMANOS

Los experimentos con más de 5.500 enfermos, soldados, prisioneros, prostitutas y huérfanos guatemaltecos entre 1946 y 1948 no fueron sólo responsabilidad de un doctor inexperto. Médicos de Harvard o el Departamento de Sanidad los aprobaron. Expertos de la Universidad Johns Hopkins participaron directamente en las pruebas. Y el Estado se gastó centenares de miles de dólares.

«Los experimentos tenían una beca de más de 170.000 dólares, lo que era mucho dinero para la época», explica a ELMUNDO.es Val Bonham, directora ejecutiva de la comisión bioética de investigación encargada del caso en Washington.

Val Bonham

Cutler, el doctor de 28 años que lideró la infección premeditada de 1.300 personas con sífilis o gonorrea, consiguió una beca inusualmente cuantiosa e incluso logró que se la renovaran. En total, 171.950 dólares de 1946, que ajustados a la inflación de 2011 serían más de 1.992.168 dólares (más de 1,4 millones de euros), según el cálculo del Departamento de Estadística de EEUU.

Al menos 1.300 personas fueron infectadas y sólo cerca de la mitad recibieron tratamiento después. A los pocos meses, al menos 83 murieron, si bien se desconoce la relación exacta con los experimentos. Además, miles de personas fueron utilizadas para análisis de sangre y punzamientos lumbares en contra de su voluntad, entre ellas dos centenares de niños huérfanos. El más pequeño era un bebé de sólo un año.

Más de 125.000 documentos

La comisión ha estudiado más de 125.000 páginas de documentos, rescatados de los archivos de John Cutler en la Universidad de Pittsburgh y de bibliotecas públicas y privadas en EEUU y Guatemala. La directora reconoce que «es difícil recabar información de lo que pasó hace 65 años», pero el panel ha logrado identificar a una veintena de médicos, estadounidenses y guatemaltecos, directamente involucrados.

En algunos casos eran militares, muy interesados en ver los efectos de la penicilina para curar enfermedades venéreas de sus soldados. También había varios expertos de la Universidad Johns Hopkins, de Washington, una de las más prestigiosas en Medicina. La comisión tiene clara su responsabilidad moral. «Sabían lo que hacían y, de hecho, debieron recibir algún aviso porque la investigación terminó de forma prematura, según Cutler», explica Bonham. La responsabilidad legal será más difícil, sino imposible, de determinar.

«Puede que todos los médicos involucrados estén muertos», asegura, después de haber examinado las pruebas del estudio descubiertas por primera vez por una académica. La dificultad para llegar a los papeles se debe al secretismo de Cutler, que, como recuerda Bonham, fue alabado por sus resultados hasta su muerte.

El doctor presidía una comisión de colaboración con países latinoamericanos, si bien la elección de Guatemala fue casual, por el interés de un médico guatemalteco que estudió en EEUU y que quería conseguir ayuda para construir un laboratorio, Juan Funes. «Él lo propuso», cuenta la directora de la investigación, que asegura que no hay ningún rastro de que hubiera más experimentos en otros países vecinos. «No tenemos ninguna prueba de que el proceso de infección intencionada sucediera en ningún otro lugar», asegura la experta.

La comisión trabaja ahora en recomendaciones sobre los límites de las pruebas con personas. «Lo importante es que nunca vuelva a pasar. El uso de humanos en experimentos médicos es necesario, pero con el debido consentimiento», dice.

Fuente: El mundo

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La verdad sobre la invasion en Oriente

Wesley Clark, general del ejército de los EEUU, en una entrevista televisada, comentaba la sorpresa de un compañero suyo del ejército ante las decisiones de la Oficina de Defensa (Security Defense Office):

Dice en la entrevista, no subitulada que adjunto abajo:

En ese momento estábamos bombardeando Afganistán.  Y me dijo mi compañero, oye ¿ sabes que vamos a empezar una guerra contra Irak?, y yo le pregunté: ‘¿por qué?’;  y él me contestó:’ ¡ No lo sé!’.  Unos días más tarde lo volví a ver y le volví a preguntar: entonces, ‘¿vamos a la guerra con Irak?’,  y él me contestó: ‘ ¡Es mucho peor que eso!. Cogió un folio y me dijo: ‘   Acabo de recibir esto ” de arriba” y me dicen que vamos a tomar a 7 países en 5 años: empezaremos con Irak, y después seguiremos con Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia y terminaremos con Irán’

Politólogos  denuncian abiertamente que la invasión de Libia estaba programada:

En este vídeo:

Un experto afirma que los servicios secretos de la CIA y el FBI organizaron la rebelión  de las masas de Oriente Medio armando a partes del ejército para provocar una “insurrección espontánea”. Afirma que hubo desplazamientos de tropas meses antes de los acontecimientos de Túnez y una preparación propagandística de la opinión pública americana para que fuera aceptada la idea de “intervención humanitaria”.

George Galloway, diputado laborista británico, denuncia que la invasión de Libia está motivada por los intereses de las grandes petroleras como BP y asegura que los gobiernos de Yemen y Barhein están reprimiendo con fuego a los insurrectos y que la misma “comunidad internacional” que dice estar “en defensa del pueblo libio” mira hacia otro lado, incluso silencia estos hechos.

Parece una tarea imposible que los políticos y líderes económicos y financieros del planeta dejen de mentir. Es su mejor herramienta para conseguir sus objetivos. Sin embargo, la lucha de algunos de nosotros, día tras día, es que las personas  de a pie, los ciudadanos  y habitantes de este planeta sencillamente dejen de creerse sus mentiras una vez tras otra, cayendo en manipulaciones emocionales y permitiendo la perversión de nuestra memoria personal e histórica

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La conciencia habla a través de un soldado norteamericano

El discurso del ex combatiente Mike Prysner, que cobra cada vez más fuerza en todo Internet.

Ayuda a difundir este mensaje, es imperioso que llegue a todo el mundo. Tenemos que cambiar, evolucionar, dejar de ser la especie que destruye, consume, contamina y discrimina, y empezar a construir un mundo mejor para todos. Pero ya es hora!!