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La ciencia encuentra evidencia de la existencia de DIOS

cienciaDiosUno de los científicos más respetados en la actualidad dice haber encontrado evidencia de que la acción de una fuerza “lo gobierna todo”.

El físico teórico Michio Kaku afirma haber creado una teoría que puede apuntar a la existencia de Dios. La información ha creado un gran revuelo en la comunidad científica porque Kaku es considerado uno de los científicos más importantes de la actualidad, uno de los creadores y desarrolladores revolucionarios de la Teoría de Cuerdas por lo que es muy respetado en todo el mundo.

Para llegar a sus conclusiones, el físico hizo uso un “semi-radio primitivo de táquiones” (que son partículas teóricas capaces de “despegar” la materia del universo o el contacto de vacío con ella, dejando así todo libre de las influencias del universo que les rodea), tecnología creada recientemente en 2005.

Aunque la tecnología para llegar a las verdaderas partículas de taquiones aún está lejos de ser una realidad, el semi-radio tiene algunas pocas propiedades de estas partículas teóricas, que son capaces de crear el efecto de los verdaderos taquiones en una escala subatómica.

Según Michio, vivimos en un “Matrix”: “He llegado a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, no muy diferente de su juego de ordenador favorito, por supuesto, más complejo e impensable. Analizando el comportamiento de la materia a escala subatómica, afectado por el semi radio primitivo de taquiones, un diminuto punto en el espacio, por primera vez en la historia, totalmente libre de cualquier influencia del universo, la materia, la fuerza o la ley se percibe de una forma inédita el caos absoluto. Créeme, todo lo que llamamos casualidad hoy no tendrá más sentido. Para mí está claro que estamos en un plano regido, por reglas creadas y no determinadas por azares universales”, dijo el científico.

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Estudio demuestra que el tiempo es consecuencia del Entrelazamiento Cuántico‏

untitledEl Tiempo es un fenómeno emergente del Entrelazamiento Cuántico tal y como demuestran los primeros resultados experimentales.

Cuando las nuevas ideas de la mecánica cuántica comenzaron a expandirse en las tendencias de la ciencia durante la primera mitad del siglo 20, comenzaron a aplicarse a los principios de la gravedad y de la teoría general de la relatividad.

Inmediatamente se puso en evidencia de forma clara que los dos enfoques anteriores eran entre sí completamente incompatibles, así que cada vez que se intentaba una aproximación de los principios, las ecuaciones resultantes arrojaban datos de reducción al infinito, algo hasta entonces absurdo, haciendo imposible que los resultados cobraran sentido.

Todo lo anterior hasta que a mediados de los años 60, el físico Bryce DeWitt, consiguiera combinar las hasta entonces incompatibles ideas en resultados clave, que desde entonces se conocerían como la Ecuación de DeWitt, que permitiría entender y permitir los molestos problemas de los infinitos como base en las ulteriores formulaciones. Un enorme avance.

Pero a pesar de solventar un problema, comenzó a introducir otro más complejo. El nuevo problema fue que el tiempo ya no tenía relevancia en la nueva ecuación, en la medida en que se afirmaba que nunca pasa nada en el universo, una predicción que es claramente contraria a la evidencia observaciones. Otro gran absurdo.

Este enigma, que los físicos llaman «el problema del tiempo», ha demostrado ser la espina de los físicos modernos, que trataron de ignorarlo, pero con poco éxito.

Todo ello hasta que en 1983 los físicos noveles teoréticos Don Page y William Wooters, trajeran la solución basada en el fenómeno del entrelazamiento cuántico, entendido como la propiedad exótica en la cual dos partículas cuánticas comparten la misma existencia incluso a pesar de estar separadas físicamente.

El entrelazamiento es un profundo y poderoso enlace entre las partículas, y Page y Wooters mostraron cómo podía usarse para medir el tiempo, en la medida que la evolución de dos partículas entrelazadas serviría como una especie de reloj que podría ser usado para medir el tiempo.

Pero los resultados dependen del punto de vista del observador, es decir, de cómo la observación es realizada. Una forma de hacer esto es comparar el cambio entre las partículas entrelazadas con un reloj externo que es enteramente dependiente del universo. Esto equivaldría a medir el tiempo desde un observador que fuera como si Dios midiera desde fuera la evolución de las partículas utilizando un reloj externo.

En este caso, Page y Wooters mostraron que las partículas aparecerían completamente descargadas, en cuyo caso el tiempo no existiría en ese escenario.

Pero existe otra forma de hacerlo que muestra un resultado completamente diferente. En este caso sería un observador que desde dentro del universo compararía la evolución de las partículas con el resto del universo. En este caso, el observador interno vería un cambio y esta diferencia en la evolución de las partículas entrelazadas comparada con todo lo demás, constituye una importante medida del tiempo.free-will

Ésta es una elegante y potente idea. Sugiere que el tiempo es un fenómeno emergente que se produce debido a la naturaleza del entrelazamiento. Y existe sólo para los observadores dentro del universo. Cualquier observador como un dios vería desde fuera un universo estático e invariable, al igual que las ecuaciones de Wheeler-DeWitt predicen.

Por supuesto, sin la verificación experimental, las ideas de Page y Wooter no dejarían de ser meras ideas excepto por su curiosidad filosófica y dado que no es posible poner un observador fuera del universo, es altamente improbable comprobar la idea.

Hasta ahora, que Ekaterina Moreva y el Instituto Nacional de Investigación Metrológica (INRIM) en Turín, Italia han desarrollado el primer experimento que comprueba las ideas de Page y Wooters. Y el experimento ha confirmado que el tiempo es de hecho un fenómeno emergente para los observadores internos, pero inexistente para los observadores externos.

untitledPara ello han simulado la creación de un universo de juguete consistente en un par de fotones entrelazados y un observador que pudiera medir su estado de las dos maneras: El observador interno y el externo. En el primer caso, el del observador interno, el observador mide la polarización de un fotón, convirtiéndose así en enredado con él. A continuación, compara esto con la polarización del segundo fotón. La diferencia es una medida del tiempo.

En la segunda configuración, los fotones de nuevo pasan a través de placas birrefringentes que cambian sus polarizaciones. Sin embargo el observador sólo mide las propiedades globales de ambos fotones comparadas con respecto a un reloj externo independiente y el mismo no puede detectar ninguna diferencia entre los fotones sin estar entrelazado con uno o el otro. Por tanto, no existe diferencia y el sistema aparece estático. Por tanto, el tiempo no emerge.

La implicación del descubrimiento es importantísima, ya que la validación del principio implica entender que el tiempo es relativo y se mueve en diferentes líneas, pero que como tal, simplemente es una consecuencia del entrelazamiento cuántico.

Fuente

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La Intuición

«La intuición es un don sagrado y la razón su sirviente. Creamos una sociedad que honra al sirviente y olvido el don»  -Einstein

Es curioso observar como ahora la neurociencia empieza a confirmar cuestiones que hasta hace poco más de 20 años se consideraban absurdas o esotéricas.

Según los actuales neurocientíficos -y me acabo de parecer a Punset escribiendo- la intuición, tan desdeñada y criticada a lo largo de la historia, es mucho más fiable a la hora de tomar decisiones y de dirigir nuestra conducta que el pensamiento racional y lógico. Nuestra conducta se rige más por cuestiones emocionales e intuitivas que por pura racionalidad lógica.

Como consecuencia de la inercia del viejo paradigma en el que, «si la ciencia lo dice, así tiene que ser», continuamos esperando a que la ciencia verifique ciertas cosas para atrevernos a experimentarlas. Para los que lo hemos experimentado, en cambio, observamos que la ciencia, tal cual, nunca podrá alcanzar el arte y el saber que surge de la experiencia. Por eso están emergiendo…nuevos paradigmas científicos integradores que resaltan el papel de la experiencia, las emociones y el sentimiento como canal integrador para el saber.

La intuición, hoy en día, está siendo muy bien estudiada por la neurociencia. Ya han ubicado la zona cerebral responsable del pensamiento intuitivo (hemisferio derecho en sincronía con el izquierdo), ya han registrado las distintas ondas cerebrales que acaecen cuando entramos en distintos estados de conciencia, ya han comenzado a implementar programas para el desarrollo de estas habilidades… y la cosa continúa. Pero ¿qué es la intuición?

Clásicamente se habla de intuición como el acceso a un saber certero sin mediación de procesamiento racional alguno. Es un saber que llega sin saber cómo lo sabes. Carl Jung fué quizás de los primeros en hablar y estudiar el dominio intuitivo -que él llamó supramental- como fuente principal de sabiduría arquetípica. Lo cierto es que la intuición está íntimamente ligada a la capacidad del ser humano de percibir el aspecto más sutil y energético de la realidad. La intuición abarca y engloba capacidades como la clarividencia, la clariaudiencia y la clariestesia, habilidades que surgen como consecuencia de integrar nuestro YO profundo con nuestro yo superficial (ego).

«Todo lo que existe está envuelto en un campo de energía vital y creativa que le da sentido y el ser humano posee los sentidos adecuados para acceder a esta realidad más sutil, interpretar la información aquí presente y vehiculizarla de manera adecuada, encontrando nuevas respuestas creativas y generativas que impulsen el desarrollo y la evolución del saber humano».

La intuición está directamente relacionada con la evolución de la conciencia humana

 «A medida que el ser humano va desplazando su nivel perceptivo desde los sentidos sensoriales exteriores, encargados de percibir y permitirnos relacionarnos con la realidad física, hacia los sentidos interiores, sentidos más sutiles que nos permiten relacionarnos con esa realidad mayor y trascendente que nos envuelve y que somos, vamos encontrando nuevas maneras de ser y de estar y van emergiendo nuevas respuestas adaptativas que impulsan la propia evolución de la creatividad humana.»

La intuición es el vehículo capaz de integrar ambas realidades, la exterior y la interior dentro de un marco perceptivo más amplio y coherente donde recuperar el sentido de sacralidad por la vida y desde donde comenzar a manifestar nuevas respuestas y comportamiento adaptativos de elevado nivel. La intuición está relacionada con esa parte eterna de nuestra conciencia, el alma y supone un canal que nos permite conectar con nuestra fuente de sabiduría interior, con nuestro poder creativo más elevado, movilizando la infinidad de recursos y energías arquetípicas que están presentes en nuestro interior.

La intuición tiene distintos grados de profundidad. Nosotros en nuestra escuela hemos dividido de manera didáctica tres niveles de desarrollo intuitivo.

-El primer nivel tiene que ver más con el cuerpo, con la presencia y con el estado de atención alerta. Este primer nivel se despierta al activar y estimular nuestros sentidos físicos, los cinco sentidos sensoriales que nos permiten interactuar con el entorno, con la realidad física. La intuición está íntimamente ligada a nuestros instintos y sigue más o menos un principio impulsivo que nos empuja a actuar automáticamente ante la presencia de determinados estímulos. El primer paso para comenzar a funcionar más intuitivamente en este nivel es el de comenzar a relacionarte con la realidad de manera causal y no casual. Cuando nos atrevemos a modificar nuestras creencias y a experimentar que nada de lo que nos ocurre es causa del azar sino de la sincronía comenzamos a relacionarnos de otra manera con este misterio que llamamos vida. La creencia en la casualidad es una creencia que quita poder. Nos pone en una situación de víctima, de meras marionetas, perdiendo así la posibilidad de disfrutar plenamente de la vida. Pero si nos atrevemos a cambiar esta creencia básica por una nueva, como puede ser «nada es por casualidad, todo tiene un sentido para mi vida», estamos reclamando nuestro poder co-creador de la realidad. Si nada es casual todo lo que nos ocurre responde a un para qué. Este para qué nos pone en dirección, activa nuestros recursos internos y externos y nos invita a fluir con la vida, estando atento a las señales que nos muestra, orientándonos por el camino más fácil para nuestro desarrollo. Este primer nivel intuitivo corresponde con nuestra naturaleza más animal y tiene a los instintos como fieles aliados para la conservación y el desarrollo evolutivo de nuestra vida.

La mejor herramienta para activar este primer nivel intuitivo es el movimiento físico. Danzas tribales, danza movimiento, danza contact intuitiva, Biodanza y fundamentalmente Indanza son las herramientas integrativas más adecuadas para comenzar a activar nuestra sensibilidad hacia la vida, nuestros instintos y nuestra intuitición.

El segundo nivel de desarrollo intuitivo  implica un salto cuántico en la naturaleza de nuestra percepción. Implica ir más allá del aspecto físico para adentrarnos en el aspecto más emocional y energético de la existencia. En este segundo nivel emerge la inteligencia emocional de manera natural, esa capacidad que tenemos de percibir nuestras emociones, nuestros sentimientos y las emociones y sentimiento de los demás. La empatía, la capacidad de distinguir y discernir entre lo que es mío y lo que es del otro, el manejo emocional, la templanza, la serenidad son aspectos que se despiertan al desarrollar este segundo nivel intuitivo.  En este nivel surge la transformación e integración de nuestra naturaleza más humana, nuestro ego. Y asociado al ego es necesario hablar del concepto de sombra.

La sombra es el aspecto emocionalmente denso, asociado a nuestro ego (aunque también y en parte asociado a nuestra alma) que cargamos como consecuencia de la evolución de nuestra vida como almas. La sombra es esa parte «inconsciente» que condiciona nuestro comportamiento y que se gesta no sólo en las experiencias que tenemos en esta vida sino también en nuestra experiencia previa como almas. Hay sombras que se forman en esta vida, en nuestras experiencias primarias al nacer (protovivencias) o durante nuestro desarrollo y hay otras sombras que vienen de nuestro linaje familiar y de nuestra historia evolutiva a lo largo de muchas vidas. Para desarrollar la inteligencia emocional e intuitiva de segundo nivel es fundamental disipar la sombra, transformar esa sombra para permitir que la luz del alma o de nuestra conciencia más profunda se unifique e integre con nuestro ego, con nuestra personalidad. Este proceso nosotros lo llamamos de «sufrimiento eficiente» y es, de por sí, tremendamente transformacional porque nos abre a una nueva identidad más transparente a nuestro lado más trascendente. Supone una auténtica renovación existencial y una apertura profunda de nuestro corazón. Este proceso nos lleva a re-cordar quiénes somos y para qué estamos aquí. (Re-Cordar viene de re=volver y cordar=cardio=corazón). La disolución de nuestra sombra nos permite ver sin filtros, totalmente abiertos a la información y a la energía que fluye constántemente, tanto en nuestra relación con nosotros mismos como con los demás y con el universo, con la realidad multidimensional de nuestra conciencia. Esto nos lleva al tercer nivel de desarrollo intuitivo.
La intuición de tercer nivel implica una relación constante con nuestra naturaleza como almas. Supone un salto integrativo con nuestra tercera naturaleza, nuestra naturaleza divina y eterna. De alguna manera comenzamos a ser canales diáfanos de la inteligencia de la vida, héroes de nuestras propias creaciones, de nuestra propia realidad. Al identificarnos plenamente con nuestra realidad profunda, esa realidad que está más allá de las formas, comienza a fluir una energía de amor, de paz y de compasión a través de nosotros. Es el fin del miedo. En este nivel de desarrollo comienzan a activarse capacidades que antes eran llamadas extrasensoriales pero que realmente son capacidades sensitivas plenas y multidimensionales. Nuestros sentidos interiores dan un paso más y comenzamos a percibir aspectos más profundos de la matriz creativa de la vida. Podemos viajar en el tiempo, podemos percibir a seres de otras dimensiones de conciencia, podemos comunicarnos con los guías, con los espíritus, con los elementos de la naturaleza….De alguna manera el chamán, el mago, el guerrero de la luz, el maestro, el sanador, el Cristo interno, el Buda interno… se revelan, se desvelan, se despiertan en el centro de nuestros corazones y surge el servicio incondicional hacia la vida y sus expresiones. La clarividencia, la telepatía, la comunicación multidimensional, la bilocación, los viajes astrales… se convierten en posibilidades factibles y posibles. Aquí comienza realmente el auténtico camino. En este tercer nivel simplemente SOMOS y hacemos aquello que fluye desde nuestro corazón. Como diría Joseph Cambell este tercer nivel representa el camino del héroe.

Todo este camino o proceso supone una regeneración transformacional de nuestra identidad humana. La tendencia evolutiva de la vida es hacia este tercer nivel. Los niños que vienen naciendo en esta última década ya vienen con estas cualidades intuitivas desarrolladas pero si no les damos el espacio armónico suficiente y los educamos consciente e intencionalmente para el manejo adecuado de estos dones pueden bloquear estas capacidades y caer en situaciones de riesgo para su desarrollo.

Este sencillo ejemplo explica someramente el proceso de la evolución del ser humano. Desde una identificación con las formas a una identificación más allá de las formas todos estamos llamados a transitar por este sendero estrecho, atravesando nuestra sombra con confianza y fe para poder saber lo que realmente es la luz. Y todo esto ocurre más allá de las palabas, más allá de nuestra tendencia a pensar y a comprender intelectualmente lo que nos pasa.

Una vez más se trata de «sentir para saber»

“La Divina Conciencia nos habla a través de la intuición y las casualidades» – James Redfield

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La vida comienza antes del nacimiento

La foto es de un bebé de 21 semanas, aún sin nacer, llamado Samuel Armas al que se le había diagnosticado una espina bífida y nunca sobreviviría, a menos que se le practicara una operación intrauterina.

El Dr. Bruner, tras numerosos estudios realizados en el Centro Médico Universitario de Vanderbilt, en Nashville, anunció que él podría llevar a cabo la operación, con el bebé dentro de la matríz materna.

Durante la intervención, el cirujano extrajo el útero mediante una cesárea y practicó una pequeña incisión a la bolsa, a través de la cual le fue posible operar al pequeño Samuel.

El Dr. Bruner estaba acabando exitosamente la operación, cuando Samuel sacó su pequeñísima pero bien desarrollada mano a través de la incisión practicada y se agarró del dedo del atónito médico.

Este pestigioso cirujano declaró haber vivido el momento más emotivo de toda su vida, cuando sintió la mano de Samuel asiéndole uno de sus dedos, a modo de agradecimiento por obsequiarle con el regalo de la vida.

Por supuesto, el Dr. Bruner permaneció helado, -totalmente inmóvil por varios segundos– durante los cuales Samuel seguía cogiéndole el dedo, lo cual dio el suficiente tiempo para que el personal del quirófano pudiera fotografiar el momento con toda claridad.

“Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre”.

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Teoría del desdoblamiento del tiempo – JEAN PIERRE GARNIER MALET‏

Tengo 70 años. Vivo en París. Casado, 2 hijos y 3 nietos. Soy doctor en Física, mi especialidad es la mecánica de los fluidos. La política debe sustentarse en la tolerancia. Tengo la certeza de que hay que pensar en los demás como nos gustaría que los demás pensaran en nosotros.

– Su teoría ¿está avalada por la ciencia?

– La respetada revista American Institute of Physics de Nueva York y su comité científico la han validado publicándola en el 2006 porque es una teoría que ha permitido, primero, prever, y luego, explicar la llegada de planetoides al sistema solar. ¿Quiere que le explique para qué sirve la ley del desdoblamiento del tiempo?

– Sí, pero sencillito.

– Tenemos dos tiempos diferentes al mismo tiempo: un segundo en un tiempo consciente y miles de millones de segundos en otro tiempo imperceptible en el que podemos hacer cosas cuya experiencia pasamos luego al tiempo consciente.

– ¿Y todo eso sin enterarnos?

– Exacto. Tengo una síntesis instantánea de un análisis que he realizado en otro tiempo aunque no tenga la memoria de ello.

– ¿Así funciona el tiempo?

– Sí, en cada instante presente tengo un tiempo imperceptible en el cual fabrico un futuro potencial, lo memorizo y en mi tiempo real lo realizo.

– ¿?

– Tenemos la sensación de percibir un tiempo continuo. Sin embargo, tal como demuestran los diagnósticos por imágenes, en nuestro cerebro se imprimen solamente imágenes intermitentes. Entre dos instantes perceptibles siempre hay un instante imperceptible.

– ¿Como en el cine, que sólo vemos 24 imágenes por segundo?

– Sí, la número 25 no la vemos, es subliminal. En publicidad se ha utilizado ese tipo de imágenes para influir con éxito en nuestro comportamiento, lo que ha mostrado que lo subliminal es accesible a nuestra memoria. El desdoblamiento del tiempo ha sido probado científicamente y la teoría ha dado justificaciones a escala de partículas y a escala de sistema solar.

– Tenía entendido que las leyes de la cuántica no se aplicaban a las cosas grandes.

– El fenómeno del desdoblamiento del tiempo nos da como resultado el hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza el mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real.

– ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad?

– Podríamos decir que entre el yo consciente y el yo cuántico se da un intercambio de información que nos permite anticipar el presente a través de la memoria del futuro. En física se llama hiperincursión y está perfectamente demostrada.

– ¿Estoy desdoblada como la partícula?

– Sí. Y sabemos que, si tenemos dos partículas desdobladas, ambas tienen la misma información al mismo tiempo, porque los intercambios de energía de información utilizan velocidades superiores a la velocidad de la luz. ¿Conoce el principio de los gemelos de Langevin?

– No.

– En los años 20, Paul Langevin demostró que si un gemelo viajaba a la velocidad de la luz, envejecía menos que el que se quedaba quieto. A Langevin no le creyeron. Hubo que esperar 50 años: en 1970, gracias a los relojes atómicos, se comprobó esa ley.

– Entonces, en ese tiempo imperceptible pasó mucho tiempo.

– Exacto: si puedo viajar a velocidades prodigiosas, un microsegundo se convierte en un día entero. Cuando regreso, no sé si me he ido, puesto que he estado ausente un microsegundo.

– Estupenda propiedad, ¿pero quién es el que viaja?, ¿yo?

– Existe otra propiedad conocida en física: la dualidad de la materia; es decir, una partícula es a la vez corpuscular (cuerpo) y ondulatoria (energía). Somos a la vez cuerpo y energía, capaces de ir a buscar informaciones a velocidades ondulatorias.

– ¿Y cómo asimilamos esa información?

– En el sueño paradoxal, cuando estamos más profundamente dormidos y tenemos nuestra máxima actividad cerebral, se da el intercambio entre el cuerpo energético y el corpuscular. Y es ese intercambio el que le permite arreglar el futuro que ha creado durante el día, lo que hace que al día siguiente su memoria esté transformada.

– Vaya.

– El intercambio se realiza a través del agua del cuerpo. Ese intercambio de información permanente es el que crea el instinto de supervivencia y la intuición.

– ¿Fabricamos potenciales por medio de nuestro pensamiento?

– Así es. Si por ejemplo pienso en una catástrofe, ese potencial ya se inscribe en el futuro y puede sufrirla usted u otro. De manera que la conclusión es: «No pienses en hacer a los demás lo que no quisieras que los demás pensaran en hacerte a ti». No es una ley moral ni filosófica, es una ley física.

– Es difícil controlar el pensamiento.

– De día, mucho; pero justo antes de quedarnos dormidos tenemos un minuto, y basta con que durante ese minuto controlemos: esa es la manera de conectar con esa parte energética, llamémosla el doble, para pedirle que solucione los problemas.

– ¿Es como una oración?

– No: es una relación, y hay que dejar totalmente las riendas al otro; las noches están para eso. La noche no sólo permite borrar potenciales no deseados, sino que también nos guía los pensamientos del día siguiente.

– Asombroso.

La teoría del desdoblamiento del tiempo permitió explicar la llegada de planetoides cerca de Plutón, pero Garnier va mucho más allá y nos cuenta que esa ley es aplicable a nuestra vida: «Tenemos un cuerpo muy bien hecho que nos permite proyectarnos en el porvenir: ir a ver el futuro, arreglarlo y volver para vivirlo. Y es durante la noche cuando tenemos la capacidad de arreglar ese futuro que hemos construido durante el día. Podemos ver los peligros antes de vivirlos por medio de la intuición, y borrarlos».

Algunas claves para comprender y aplicar la Teoría del Desdoblamiento

– Todos tenemos un doble.

– Nuestro doble no es el cuerpo astral o etérico. Es verdaderamente nuestro “yo”, en otra dimensión.

– Todo ocurre en el eterno ahora.

– La información con nuestro doble se intercambia mediante aperturas entre los distintos tiempos. Estas “aperturas temporales” imperceptibles, son aceleradores del transcurso del tiempo que nos arrastran hacia otros espacios a velocidad prodigiosa.

– Nuestro “doble” es verdaderamente otro “yo”. El cuerpo visible explora el espacio en nuestro tiempo. El otro, generalmente imperceptible, viaja en los diferentes tiempos de nuestro desdoblamiento.

– De manera esquemática podemos decir que un cuerpo energético informa a nuestro cuerpo físico. Toda partícula emite y recibe ondas. Todo organismo recibe informaciones para vivir y sobrevivir.

– El presente actualiza futuros potenciales creados por el pasado. Un cambio de pensamiento de un segundo crea numerosos potenciales de equilibrio en un tiempo acelerado, cuya síntesis instantánea en nuestro tiempo, conllevaría una puesta en forma o recuperación rápida de apariencia milagrosa.

– Nuestro “doble” experimenta muy rápidamente nuestro futuro y, por aperturas imperceptibles entre los dos tiempos, intercambios permanentes de informaciones nos llevan por el buen camino.

– Es recuperando el principio vital de intercambio de informaciones con nuestro “doble” durante nuestros sueños, que podremos por fin conocer el objetivo de nuestra vida y encontrar el equilibrio capaz de reconducirnos a él.

– Nuestro doble está a nuestro servicio, esperando contactar con nosotros para transmitirnos los mejores instintos de supervivencia, ya que él viaja al futuro y nos transmite la información.

– Tenemos varias potencialidades en nuestro futuro. Se trata de escoger la mejor para beneficio nuestro y de nuestro planeta, aprendiendo a recibir las informaciones de nuestro “doble” y no empezar a poner en duda su existencia.

– No hay necesidad de recordar los sueños. Basta con prepararnos a “bien soñar” por la noche para vivir bien durante el día, modificando nuestros pensamientos (siempre en positivo).

– Momentos antes de dormirnos podemos ponernos en contacto con nuestro “doble”, exponerle nuestros problemas y pedirle que busque la mejor solución posible (de entre los posibles futuros). ¿Recuerdan la frase «lo consultaré con la almohada»?

– Tener total confianza en que tu “doble”, te lo va a resolver de la mejor manera posible (ya que tu doble eres tú en otra dimensión). Tener la “certeza” de que ya te lo resuelve. Tener una actitud de total despreocupación y confianza. No pensar en hacer a los demás lo que no quieras que los demás piensen en hacerte a tí. Estar muy atentos a las señales que nos da la vida. Saber escuchar los “avisos”.

– Estas informaciones provenientes de las “aperturas temporales” imperceptibles nos permiten mejorar nuestro presente. Son siempre tan rápidas que nos llegan bajo la forma de intuiciones, sugerencias y premoniciones.

– El control de las aperturas temporales cambia nuestras noches y también nuestra vida. Además es un medio muy eficaz para ya no estar angustiados o deprimidos frente a una situación delicada, a condición de saber cómo y por qué proceder. En efecto, el saber que el día siguiente será mejor nos alegra el corazón, el estrés desaparece y con él las enfermedades. El dirigir nuestra vida es nuestra responsabilidad.

– Es preciso ser dos para intercambiar información: uno de ellos viaja entre su presente y su futuro. El otro entre ese futuro (que es su presente) y el futuro de ese futuro (que es su propio futuro). Así pues, las tres realidades presentes -del pasado, del presente y del futuro- son accesibles al mismo tiempo por intercambios de información en las aperturas temporales.

– Nuestro doble es un explorador o mensajero. Está ahí para asegurarnos el mejor presente a cada instante. Está listo para darnos todas las informaciones necesarias en cuanto se lo pidamos. Puesto que “él” es “yo”, está siempre dispuesto a crearnos el mejor porvenir.

– Cuando estamos seguros de recibir ayuda en todo momento y en todo lugar, esta confianza se vuelve un automatismo saludable.

– Nuestro doble tiene la capacidad de explorar lentamente nuestro futuro, en un tiempo tan rápido que no nos damos cuenta de ello. En nuestro tiempo recibimos sus consejos en forma de sugerencias inmediatas, que crean nuestra intuición.

– El hecho de estar desdoblados sin tener tiempo de darnos cuenta, nos da la sensación de saberlo todo intuitivamente, sin tener que pensar en nada.

– Nuestro cuerpo es un receptáculo de informaciones necesarias que nuestro “doble” llena en cuanto puede. Todas nuestras células obedecen a la voluntad de este otro yo, que espera nuestro consentimiento para venir a visitarnos.

– Su benevolencia es incuestionable porque “él” es “tú”, y siempre lo será puesto que te asegura la vida después de la muerte, en otro tiempo, pero como es imperceptible lo hemos olvidado. Es buscando y reencontrando el contacto con nuestro “doble” que podremos equilibrarnos y entender el objetivo de nuestra vida terrestre.

– ¿Cómo proyectamos nuestro futuro? La anticipación es un principio vital. Es con nuestros pensamientos que proyectamos nuestro futuro. Si vamos por la calle y alguien nos da un empujón y pensamos ¡lo mataría!, este pensamiento ya está abriendo un futuro potencial asesino para nosotros en nuestras aperturas temporales.

Esto lo podemos modificar con un sencillo intercambio de información: con un pensamiento contrario y tranquilizador. Así reina la paz en el futuro. La ley de los tiempos es sencilla: “Si nadie en la Tierra pensara en matar, no existiría ningún futuro potencial asesino y la actualización de un asesinato sería imposible”.
Todo depende, pues, de nuestro modo de vida y de nuestros pensamientos que crean el conjunto de nuestras posibilidades de futuro y eso durante los aproximadamente veinticinco mil años de nuestro desdoblamiento actual.

Nuestro doble puede modificar los futuros que nosotros hemos creado, siempre a petición nuestra.

Cuando le damos las gracias, él entiende que va por buen camino y no duda en seguir adelante con lo que ha empezado, en función de las informaciones que recibe de su pasado.

– Restablecer un cuerpo enfermo o acallar una mente angustiada viene a ser cambiar el futuro y consecuentemente cambiar el mundo. El quejarse o lamentarse crea inmediatamente en el futuro algo del que poder quejarse o lamentarse.

– El intercambio de informaciones con un doble no es mágico ni peligroso. Lo peligroso es ignorar la forma de controlar las informaciones que nos llegan a cada instante y de vivir según nuestra conciencia, sin saber quién la llena de pensamientos subliminales sin interés alguno.

– La única dificultad proviene de la forma de pensar, pues no estamos acostumbrados a colocar el futuro antes que el presente. Esta nueva noción del tiempo va a conmocionar el fundamento mismo de todos nuestros pensamientos.

– Dejando nuestro sueño en manos de nuestro doble, es como encontramos o recobramos un equilibrio corporal y, sobre todo, y a su vez, planetario.
Aquél que se mantiene en contacto con su doble, no teme al futuro, cosecha sólo informaciones capaces de crear y de recibir las mejores posibilidades futuras individuales.
Equilibrándose de esta manera, equilibrará al planeta cuyo futuro potencial colectivo mejorará poco a poco. Sólo nuestro doble es capaz de volvernos a dar las ideas que eran las nuestras cuando nacimos.

– Es importante ser conscientes de nuestro último pensamiento antes de quedarnos dormidos, pues es el que nos dirige al tiempo ralentizado de nuestro doble.
Es el agua de nuestro cuerpo la que almacena y restituye las informaciones. El enfocarnos demasiado en nuestros problemas atrae las energías futuras responsables de nuestras dificultades. Si intentamos encontrar nuestras soluciones de esa manera, atraeremos futuros que pueden no ser los más adecuados. Sin embargo, si pedimos a nuestro doble que resuelva nuestros problemas y clasifique las soluciones, lo atraeremos hacia nosotros y nuestros sueños serán benéficos siempre que aceptemos su solución, con una confianza absoluta, con gratitud y en la certeza de que es el mejor futuro posible.
La mejor manera de quedarnos dormidos es pedir a nuestro doble que nos envíe el mejor futuro que hemos podido crear. «Que se haga tu voluntad». El dejar nuestro lugar de director de orquesta a nuestro doble nos adormece más rápidamente que nuestros deseos o proyectos. Simplificándolo en una sola palabra, sería «encomendarnos».

– Nuestra encarnación en la tierra tiene como objetivo permitir a nuestro “doble” arreglar los futuros que hemos perturbado. Le servimos de trampolín hacia el futuro que deberíamos construir según sus consejos. De esta manera el Apocalipsis volvería a encontrar su sentido etimológico de descubrimiento maravilloso de lo escondido. El planeta sólo actualizaría futuros beneficiosos para todos.

Fuente: La Vanguardia