En algún momento de nuestra vida podemos llegar a sentirnos inconformes con nosotros mismos y ese aspecto esta relacionado a nuestra personalidad, capacidad o logros. En muchos casos solemos sentirnos menos al compararnos con otros, que tal vez desde nuestro propio punto de vista consideremos más exitosos o que alcanzaron metas que nos gustaría haber alcanzado.
Tal vez esta historia antigua nos ayude a dejar de mirar, para empezar a ver que todos tenemos grietas:
Cuenta una antigua historia hindú que un hombre se ganaba la vida como cargador de agua y todos lo días llevaba sobre sus hombros una vara para sujetar dos grandes vasijas en las cuales trasportaba el precioso liquido.
La historia cuenta que una de esas vasijas tenía grietas y una vez que las llenaba en el río, se dirigía a la casa de su patrón para vender el agua.
Pero esa vasija agrietada cuando llegaba a destino solo contenía la mitad de su carga.
Así por el termino de dos años a diario el cargador hacia su entrega de agua, pero un día después de entregar el agua a su patrón y de vuelta a su hogar la vasija agrietada le habló y le dijo:
-Me avergüenza mucho no cumplir con mi trabajo, como lo hace mi compañera que es perfecta, llegando con toda su carga cada vez.
-Además que por mis grietas solo puedas cobrar la mitad de mi carga lo cual me hace sentir muy mal y quería que lo supieras, por ello te pido perdón.
El cargador entonces le contestó:
Te pido que mañana cuando hagamos nuestro trabajo mires en el camino las bellísimas flores que crecen allí.
Al día siguiente después de entregar la carga la vasija le dice al cargador:
-He visto las bellas flores por primera vez,ya que nunca antes había prestado atención, pero igualmente, sigo sintiéndome muy mal por mis grietas.
El Cargador le contestó:
¿Te haz dado cuenta que esa flores con su belleza llenan el alma de los viajero que transitan el camino? ¿Te haz dado cuenta que esas flores solo crecen de tu lado del camino?
-Bien
Creo que necesitas aprender algo:
Siempre he sabido de tus grietas, pero en vez de verlas como algo negativo, decidí sacarles provecho. Por lo cual sembré con semillas de flores, tu lado del camino y así, por dos años, le brindaste el agua que necesitaban para crecer y florecer. Esas flores son las que llevó todos los días para decorar el altar de mi maestro, por lo que te digo: que si no fueras como eres… si no tuvieras tus grietas… esas bellezas no existirían.
Todos tenemos grietas, lo importante es nunca verlas como algo negativo y en lugar de eso sacarle provecho a esos pequeños defectos que todos tenemos.
This surely makes perfect sense