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Nadie te ofende

Las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que “alguien” les hizo.

La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida…

¡Nadie, nunca jamás te ha ofendido!

Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren.

Y las expectativas tu las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias.

Si tu esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes porqué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que “un padre ideal” debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo… Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entra las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación.

¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende y daña a nadie.

Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que “te hacen otros” (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las “ofensas”.

Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la escuela, la sociedad y los medios nos enseñan.

Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como “deben” de actuar los demás. Una novela que no tiene nada que ver con la realidad.

También, las otras personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su inventario interior.

Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas. Y cuando una persona es “maltratada” (por no haber dicho o hecho lo que se esperaba de ella) por alguien, deja esa experiencia en su “inventario”. Cuando conoce a otro alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que le hirieron, osea que se predispone. Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes, obviamente lo que teme lo provoca.

¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas.

Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que se avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo aumenta año con año.

¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años? Su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia.

Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que “debe hacer” y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías.
Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es.

Y es un círculo vicioso.

Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca.

Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser.

Además recuerda también, que nadie te pertenece. Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron “¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos pertenecen! Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo cazamos para sobrevivir. Es una idea completamente desconocida para nosotros”.

Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hermanos, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza. El cauce de un río no lo puedes atrapar. Solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir.

Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar. Ámalas, disfrútalas y déjalas ir.

Entonces ¿Cómo puedo perdonar?

1) Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de “cómo deberían actuar las personas y Dios las que te hieren”. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA van a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque son ideas falsas.

2) Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos, SOLO SI TE LO SOLICITAN, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.

3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, amigos y parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Ama y deja ser.

4) Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes oscuros y te los quitas, el resultado es la limpieza de visión.

5) La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja o Dios perfecto. Es un concepto creado por la mente humana que ha un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol rico, no bichos… ¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual. En la realidad JAMAS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.

6) Intoxícate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo. Me complacerá decírtelo por experiencia.

7) Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado. Imagínate que ambos están cómodamente sentados. Dile porqué te ofendió. Escucha su explicación amorosa de porque lo hizo. Y perdónala. Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para
decirle lo que quieres. Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.

8)8) A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros.
No puedes darte ese lujo.

9) Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descárgate con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu interior. Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida. Y como dirían los

*Fuente Externa*
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Vaciarse

Estamos demasiado llenos. Dentro de nosotros hay todo un cúmulo de pensamientos y recuerdos que ocupan un espacio. No son etéreos. En realidad, están llenando el hueco que debería servirnos para incorporar lo nuevo.

Somos conservadores; tremendamente guardianes de lo que nos sucedió y lo que tememos que suceda y no sabemos echar fuera este caudal de residuos que ya no nos sirven. Incluso si nos molestan, seguimos empecinados en hacerles espacio para que sigan con nosotros.

Es similar a lo que nos sucede en un armario. Muchas veces removemos ropa que hace mucho tiempo que no ponemos, pero siempre encontramos una disculpa para seguir dejándola en su lugar aunque no nos quepa la que acabamos de comprar. En el mejor de los casos, apretamos las perchas e intentamos recolocar lo que traemos nuevo. Como consecuencia, lo nuevo se arruga, se deforma y muy pronto adquiere un aspecto semejante a la vieja ropa que espera sin ser puesta.

Hay que vaciar. No podemos pretender comenzar a ser diferentes si no descolgamos nuestros viejos prejuicios, los temores, la envidia, el rencor, la ira y todos aquellos sentimientos negativos que apretarán y arrugarán cualquier cambio que introduzcamos en el armario de nuestra mente.

Incluso es necesario aflojar la presunción del «yo». Tal vez no nos conozcamos en profundidad, posiblemente seamos débiles ante tantas y tantas cosas pero siempre nos mostramos orgullosos
y hasta soberbios con lo que somos. También hay que vaciarse en eso. De otro modo, no podremos seguir creciendo en nuestro interior.

Pareciese que ya hemos conseguido todo aunque la mayoría de lo que verdaderamente importa esté sin
descubrir en nuestros adentros. Veamos este gráfico ejemplo zen.

Un profesor visita a un maestro Zen y al llegar le dice: «Hola, soy el Dr. Fulano. Soy esto. Soy aquello. Hago tal y cual cosa, etc, etc. y me gustaria aprender budismo».

El maestro responde: «Desea usted sentarse». «Si».

«Desea tomar una taza de te?». «Si».

Entonces el maestro vierte un poco de te en la taza y continua haciendolo aun cuando la taza esta llena y comienza a derrarmse.

El Dr. exclama: «La taza esta rebosando! Y el te se esta derramando!

A lo que el maestro responde: «Exactamente. Usted ha venido con su taza llena.

Se esta rebosando, de modo que… como puedo entregarle algo?

Usted ya esta anegado con todo ese conocimiento.

A no ser que venga usted vacio y abierto, no puedo entregarle nada…»

Sin duda, comenzar por vaciarse es el camino para dejar paso a todo lo que está por llegar y a todo lo que podamos llegar a ser.

Que tengan bonito dia 🙂

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“El Perdón es la Bendita Alquimia” (Reflexion)

Si buscáramos la raíz de los mayores acontecimientos que han dejado huellas profundas en el ámbito del sufrimiento  humano concluiríamos que la falta de Amor, Perdón y Compasión ha sido y es hoy en la actualidad la gran causa generadora de ello, por lo tanto el primer paso que ha de dar resueltamente todo aquél que busque ser un liberado, aún no conociendo profundamente el uso de la Llama Violeta es el Perdón.

Véase desde la perspectiva sublime del Creador que da todo tipo de oportunidades una y mil veces , para que podamos redimir los propios errores y nuestra conciencia vaya adquiriendo el grado  de amplitud necesario para expansionar más y más la Única Luz.

¡Cuanto más te perdones y perdones a tus semejantes, más ejercerás tu propia ¡Soberanía Divina¡ Y POR LO TANTO CUMPLES FEHACIENTEMENTE LA LEY DEL AMOR¡ la que gradualmente y por derecho de  conciencia adquirida te convertirá en la expresión misma del Espíritu Santo¡

Una vez que has desarrollado el Amor misericordioso  a través  del Perdón, la difícil senda de la liberación final, que se desplegaba ante tus ojos como lejana e inasequible, se hará más llana y cercana.

Yo ya  les he manifestado que liberando el cincuenta  por ciento de sus propios errores,  a través del uso de la Llama Violeta de Alquimia Sagrada, lograrán la meta de la Ascensión.

No es ya tiempo de especulaciones, ni de quedarse tan solo con las ideas de un bello discurso o con las letras de un interesante  libro, la humanidad entera debe esforzarse en la amplitud del hacer, de llevar a la práctica diaria  todo lo adquirido como conocimiento  elevado, encauzándose así hacia su propia y segura redención,  contando para ello en todo momento con la  PRESENCIAYO SOY, QUIEN ES SU SEGURA GUÍA Y LA PLENITUD DE TODAS LAS POTENCIALIDADES DIVINAS LATENTES EN SÍ.

Perdona  y sé inmediatamente ¡LIBRE¡  de todo aquello que contactes en ti o en los demás como error, desacuerdos y  las interminables actuaciones  incalificadas  para la energía superior y suple  todas esas faltas con la Plenitud del Amor Divino, de esta manera transformaras las malas creaciones y actuaciones en el más puro Amor de Dios. Para coronar tu esfuerzo, pasa la LLama Violeta consumidora para borrar todo recuerdo y las causas generadoras de cualquier tipo de discordias.

Puedes decir brevemente en voz alta o mentalmente. De acuerdo a las circunstancias lo siguiente:

¡YO ACTÚO , AHORA, AQUÍ MISMO. EN ESTA SITUACIÓN ,  CON TODO EL PODER DE LA LEY DEL PERDÓN,  Y DE LA LLAMA VIOLETA TRANSMUTADORA, PERDONÁNDO  Y LIBERÁNDOME (por tres veces ) QUEDANDO COMPLETAMENTE ¡¡LIBRE EN DIOS¡¡

Les instamos a cooperar con Sus preciosas corrientes de Vida para la redención y evolución de la Luz , hacia todos los Reinos que conforman la Vida en este bello Planeta Tierra.

-Maestro Saint Germain

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¿Porque es tan difícil perdonar?

Siempre he dicho que en mi universo un corazón herido perdona pero jamás olvida…
¿Pero acaso no es eso sinónimo de que nunca perdonaste? Bueno… en cierta forma esa aseveración es correcta, si no olvidas quiere decir que la espina sigue ahí y aunque en ciertas situaciones quizás no tienes presente el daño que alguien te ha hecho, cuando se presenta determinada situación ahí esta ese sentimiento atormentándote una vez más.

He abierto mi corazón de mil formas, he llorado para liberar toda la ira, pero el resentimiento sigue ahí… ¿porque? ¿Porque no puedo eliminar esa rabia que solo calcina mi mente y ata mi alma a esta existencia efímera? ¿Porque no puedo convertir toda esa energía negativa de mi ser en amor? Amor a la vida, amor a mis semejantes, amor a mi misma… ¿Porque? -AD

«Perdón es la capacidad de amar manifestada en la tolerancia de los errores. Es la liberación de las limitaciones del egoísmo que lleva a la persona a estar pendiente de los demás de una forma negativa, con un pensamiento y una crítica destructiva, que vienen siendo parte de un proceso de justificación de los errores propios». Anitac