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Cerrando ciclos

382031_396419893770759_1266826415_nSiempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes.¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.

-Paulo Coelho

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Lo que das, te lo das

LOqueDasSiempre existirá la esperanza de un mundo mejor si cada uno de nosotros pone un granito de arena para hacerlo realidad. Como dijo Drexler sabiamente en una canción: “Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da, nada es mas simple, no hay otra norma, nada se pierde, todo se transforma”.

No olviden ser ese cambio que desean ver en nuestra humanidad. -AD

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¿Está cambiando el tamaño de la Tierra?

Desde los tiempos de Charles Darwin, los científicos se han preguntado si la Tierra podía expandirse o contraerse. Esta era la creencia habitual hasta que fue aceptada, hace medio siglo, la teoría de la tectónica de placas, que explica los movimientos a gran escala de la capa terrestre más externa, la litosfera. Pero incluso así, siguió planeando la duda sobre el cambio de talla del mundo. Ahora, un nuevo estudio de la NASA ha terminado con esas especulaciones. Utilizando un grupo de herramientas de medición espacial y una nueva técnica de cálculo, los investigadores han confirmado que la parte sólida de nuestro planeta no se expande ni se contrae, a pesar de los movimientos de las placas, los terremotos o las explosiones volcánicas. De acuerdo con el estudio, publicado en la revista Geophysical Research Letters, el cambio en el radio de la Tierra es de 0,1 milímetros al año, aproximadamente el grosor del cabello humano.

Los científicos se interesan particularmente por el tamaño de la Tierra porque cualquier cambio significativo en su radio alteraría nuestra comprensión de los procesos físicos del mundo. Además, resulta fundamental para la rama de la ciencia llamada geodesia, que busca medir la forma y el campo de gravedad de la Tierra y cómo estos cambian con el tiempo.

Para realizar este tipo de mediciones, la comunidad científica mundial estableció el Marco de Referencia Terrestre Internacional, que se utiliza en la navegación terrestre, el seguimiento de las naves espaciales o para el estudio de muchos aspectos del cambio climático global, incluyendo el aumento del nivel del mar y los desequilibrios en las masas de hielo en los polos. Sin embargo, la medición de cambios en el tamaño del mundo no ha sido precisamente fácil para los científicos. Después de todo, no se puede envolver el mundo en una cinta métrica gigante. Por eso, se utilizan herramientas muy sofisticadas, como satélites de telemetría por láser -una red de observación mundial que mide, con milimétrica precisión, el tiempo que les lleva a pulsos de luz ultracortos viajar de estaciones terrestres a satélites especialmente equipados con retroreflectores-, interferometría de base muy larga -el uso varios telescopios para observar un objeto de forma simultánea-, GPS, etc.

Nuevo procedimiento
El equipo de investigadores encabezado por Xiaping Wu, del Laboratorio a Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés) aplicó un nuevo procedimiento informático de cálculo para estimar la tasa de cambio en el radio medio de la Tierra sólida en el tiempo, teniendo en cuenta los efectos de otros procesos geofísicos. Estos datos, obtenidos con las técnicas citadas anteriormente, se combinaron con las mediciones del satélite GRACE de la NASA y los modelos de la presión del fondo oceánico, que ayudan a los científicos a interpretar datos de cambio en la gravedad sobre el océano.

¿El resultado? Los científicos estimaron que el cambio promedio en el radio de la Tierra es de 0,1 milímetros por año, o aproximadamente el grosor de un cabello humano, una tasa considerada estadísticamente insignificante. «Nuestro estudio proporciona una confirmación independiente de que la Tierra sólida no es cada vez más grande en la actualidad», dijo Wu

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La princesa de Fuego

Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia.

Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor
incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra; una simple y sucia piedra.

Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:

– Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro.

El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada.

Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos.

Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo
inútil de lo importante.

Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante.

Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola presencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla cariñosamente «La princesa de fuego».

Y pasó como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días.

Autor: Pedro Pablo Sacristán

Esta post va dedicado a mi mejor amiga Crystal, que es una princesita de fuego 🙂  Te quiero mucho brujita!!

Bonito Jueves para todos!! -AD

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Los consejos del jardinero (Reflexion)

Un joven de hermosas ideas que solía buscar los consejos del jardinero fue a su cabaña en una noche fría y lluviosa.

Como si hubiera estado esperando su visita, el jardinero le invitó a pasar nada más al abrir la puerta; le ayudó a quitarse el abrigo mojado y le invitó a sentarse frente al fuego del hogar.

Cuando se hubo calentado un poco las manos, el joven le dijo:

Buen amigo, siento una profunda desazón en mi pecho. Desde que dejé de ser niño y comencé a pensar como hombre he venido observando el mundo que me rodea y he encontrado buenas y hermosas cosas entre los hombres y en la naturaleza que me rodea, pero cada vez más he encontrado otras que desgarran mi alma y me entristecen.

He visto que en el mundo hay injusticia y desamor, he visto la desesperanza en los ojos de los pobres y los enfermos, he visto la garra de la avaricia hacer presa en el corazón de los hombres y las brumas del odio nublando la razón entre hermano y hermano.

Y cada vez que veo estas cosas mi corazón confundido llora, y grita mi alma a los cielos buscando la razón de tanta desdicha. Y pienso que me gustaría cambiar este mundo, que todos pudieran vivir en el gozo y la armonía pero … ¿Qué puede hacer un solo hombre ante tanta aflicción y desolación?

El joven calló, ocultando su cara entre las manos.

Tú puedes cambiar el mundo, le dijo el jardinero con una voz suave.

El joven levantó la cabeza y miró al hombre desde sus ojos cansados. ¿Cómo puede cambiar el mundo un solo hombre? preguntó.

Cambiándose a sí mismo, fue la respuesta del jardinero.

No entiendo. Si cambia un solo hombre, ¿cómo puede cambiar la humanidad?

Cada hombre es la humanidad entera, lanzando su reflejo a las ardientes profundidades del cosmos, dijo el jardinero mirando al fuego. Cuando un hombre se sumerge en el océano de la luz, todos los hombres son alcanzados por la bondad de su fulgor.

Sigo sin entender, jardinero, dijo el joven con la inocencia de un niño.

No es necesario que entiendas. El pájaro no entiende los mecanismos del vuelo y, sin embargo, vuela. Está en su naturaleza volar, como está en la naturaleza del hombre alcanzar el amor.

El fuego crepitó con intensidad con la última palabra del jardinero y ambos guardaron silencio durante un momento, extasiados con la danza de las llamas en el hogar.

El joven miró al jardinero y, dudando, volvió a mirar las llamas. Giró su cabeza de nuevo hacia al hombre y por fin se decidió: ¿Y qué debo hacer para cambiarme?

No intentarlo, respondió el jardinero con una sonrisa.

Un gesto de asombro cruzó la cara del joven que abriendo la boca no atinaba a pronunciar palabra.
Si no lo intentas lo conseguirás, continuó el jardinero. Has de desear el cambio en ti, estar abierto a que la transformación tenga lugar en tu interior.

Pero si intentas provocarla comenzará una guerra en tu corazón que te dejará maltrecho y herido. Simplemente abre tu corazón y deja que la transformación tenga lugar cuando la vida lo considere oportuno. Al pájaro nadie le explica cómo debe volar. Al pez nadie le explica cómo debe nadar.

Sencillamente, un día se lanzan al viento y a la marea, y su propia naturaleza hace el resto.Es el amor el que traerá la transformación en tu alma, y con ella vendrá la transformació n del mundo. Y ensimismado en sus pensamiento, el jardinero terminó diciendo en voz muy baja:

!Cuando un hombre alcanza el AMOR, el Universo entero se estremece en su gloria!