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Oración para iniciar la semana

Días atrás, leí esta plegaria y me llego al corazón. Creo que compartirla es el mejor regalo que puedo darles para iniciar esta semana… ¡Feliz lunes!
Amor y luz -AD

LOVE-COCO«Dios, ayúdame a decir la verdad en frente de los fuertes, y no decir la mentira para ganarme la aprobación de los débiles.
No me dejes acusar a mis adversarios por la traición porque estamos en desacuerdo.
Dios, si me das el dinero, no tomes mi felicidad, si me das la fuerza, no tomes mi sabiduría, y si me das el éxito, no tomes mi humildad, y si me das la humildad, no me prives de mi estimación propia.
Dios, enséñame a pedir cuentas de mí mismo como pido cuentas de gente, enséñame que la tolerancia es el más alto grado de la fuerza. Y que la venganza es el primer aspecto de la debilidad.
Dios, no me dejes estar orgulloso, si realizo un éxito; ni estar desesperado si fracaso. Acuérdame siempre que el fracaso es la experiencia que precede al éxito.
Dios, si me privas de dinero, dame la esperanza, si me privas del éxito, dame una voluntad fuerte para vencer el fracaso, y si me privas de la salud, dame fe.
Dios, si ofendo a la gente, dame el valor de disculparme, y si la gente me ofende, dame la capacidad de perdonar.
Dios, si te olvido, te ruego que no me olvides. Eres el más grande y el Omnipotente.» -Autor desconocido

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Cerrando ciclos

382031_396419893770759_1266826415_nSiempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes.¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.

-Paulo Coelho

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La felicidad nunca se va

happinessLa felicidad no tiene contrapuesto porque nunca se pierde. Puede estar oscurecida, pero nunca se va porque tú eres felicidad. La felicidad es tu esencia, tu estado natural y, por ello, cuando algo se interpone, la oscurece, y sufres por miedo a perderla.

Te sientes mal, porque ansías aquello que eres. Es el apego a las cosas que crees que te proporcionan felicidad lo que te hace sufrir. No has de apegarte a ninguna cosa, ni a ninguna persona, ni aun a tu madre, porque el apego es miedo, y el miedo es un impedimento para amar.

El responsable de tus enfados eres tú, pues aunque el otro haya provocado el conflicto, el apego y no el conflicto es lo que te hace sufrir. Es el miedo a la imagen que el otro haya podido hacer de ti, miedo a perder su amor, miedo a tener que reconocer que es una imagen la que dices amar, y miedo a que la imagen de ti, la que tú sueñas que él tenga de ti, se rompa. Todo tiempo es un impedimento para que al amor surja. Y el miedo no es algo innato sino aprendido.

El miedo es provocado por lo que no existe. Tienes miedo porque te sientes amenazado por algo que ha registrado la memoria. Todo hecho que has vivido con angustias, por unas ideas que te metieron, queda registrado dentro de ti, y sale como alarma en cada situación que te lo recuerda. No es la nueva situación la que le llena de inseguridad, sino el recuerdo de otras situaciones que te contaron o que has vivido anteriormente con una angustia que no has sabido resolver. Si despiertas a esto, y puedes observarlo claramente, recordando su origen, el miedo no se volverá a producir, porque eliminarás el recuerdo.

Anthony de Mello

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Ser Feliz

En un seminario para matrimonios, le preguntaron a un Hombre:

-¿Te hace feliz tu esposa? ¿Verdaderamente te hace feliz?

En ese momento la esposa levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad, sabía que su esposo diría que sí, pués el jamás se había quejado durante su matrimonio.

Sin embargo el esposo respondió con un rotundo

– ‘No …… no me hace feliz’

Y ante el asombro de la mujer… continuó:

– ‘No me hace feliz ……… ¡Yo soy feliz! …

El que yo sea feliz o no, eso no depende de ella, sino de mí.

Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad.

Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera …de alguna persona, cosa… ó circunstancia… sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas.

Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente. …… el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable.

A través de toda mi vida, he aprendido algo; decido ser feliz y lo demás lo llamo…. ‘experiencias’: amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar.

Hay gente que dice:

– No puedo ser feliz … porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró…

Pero…lo que no sabes es que…PUEDES SER FELIZ

aunque… estés enfermo,

aunque… haga calor,

aunque… no tengas dinero,

aunque …alguien te haya insultado,

aunque …alguien no te amó,

o no te haya valorado .

La vida es como andar en bicicleta… te caes, sólo si dejas de pedalear

SER FELIZ ES UNA ACTITUD ANTE LA VIDA CADA UNO DECIDE.

Patty Hansen

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La verdadera felicidad

Camino a la iglesia, un joven estudiante fue sorprendido por la presencia de un mendigo. Sin embargo, como buen cristiano, el estudiante intentó consolar al pobre hombre diciéndole:

– Que Dios te dé un buen día.

Ante esto el mendigo replicó:

– Hasta el momento, nunca he tenido un mal día.

Entonces, el joven le dijo:

– Qué Dios te dé buena suerte.

El mendigo respondió:

– Hasta ahora, no he tenido mala suerte.

Bueno, continuó el joven:

– Que Dios te dé la felicidad.

Y el hombre le contestó:

– Hasta el día de hoy, no he sido infeliz.

El joven entonces le preguntó al mendigo:

– ¿Me puedes explicar lo que acabas de decirme?

Y el mendigo le contestó:

– Con gusto.

Tú me deseaste un buen día, pero todavía no he tenido un día malo pues cuando tengo hambre o frío, oro al Padre Celestial. Tú deseaste que Dios me dé buena suerte; sin embargo, hasta el momento no he tenido mala suerte debido a que vivo con Dios y siempre supe que todo lo que Él hace por mí, es siempre lo mejor. Cualquier cosa que Dios me dé, sea ésta agradable o desagradable, la acepto con mucha alegría. Esa es la razón por la que nunca he tenido mala suerte.

Finalmente, tú deseaste que Dios me haga feliz. Pero nunca he sido más feliz en mi vida que ahora, pues todo lo que deseo es seguir el plan que Dios tiene para mí. He seguido el plan de Dios con toda la fidelidad posible, y cualquier cosa que Dios quiera para mí, yo también la quiero. Es por ello que nunca he sido infeliz.

Desconozco su autor