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El Proyecto Inca y la Protección del Disco Solar

Hablar de la reconexión de los tiempos, es hablar también del Gran Disco Solar, que como mencionamos, fue construido por la Hermandad Blanca del espacio que llegó hace miles de años al desierto de Gobi.

Aquellos 32 Maestros Cósmicos, actualmente se encuentran en animación suspendida, estando sus cuerpos «dormidos» y sus esencias en un estado «permanente» de astralidad, con la intención de equilibrar la pugna de fuerzas en nuestro planeta. Ellos, aun permanecen en su gran nave triangular bajo las arenas silentes del desierto de Gobi.

Para darle continuidad física a su misión en la Tierra, aquellos mentores entregarán a los sacerdotes sobrevivientes de Atlántida la posta para resguardar el conocimiento. Ello significaba también confiarles el resguardo del Disco Dorado que construyeron, y que constituye una suerte de «llave interdimensional».

Así, el Disco Solar será colocado en un templo subterráneo cerca al actual lago Titicaca, en Bolivia.

Ciudad Eterna o la Legendaria Wiñaymarca

Este lugar era llamado «Ciudad Eterna», la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de los sacerdotes salvados de las aguas.

Ciudad Eterna se mantuvo activa por miles de años; su maravillosa arquitectura se erguía desde las galerías intraterrenas hasta sobrepasar la helada superficie andina, mostrando sus colosales paredes y sus finos grabados en la roca. Este centro espiritual, la legendaria Wiñaymarca, que otrora fue resplandeciente en las cercanías del lago sagrado, cobijó una estirpe de sabios, herederos de un conocimiento antiguo y de una noble responsabilidad; así era Ciudad Eterna, cuyo único testimonio se ampara en las leyendas y en las ciclópeas ruinas de Tiahuanaco.

En este lugar se habría desarrollado una alta civilización de gigantes, así como lo describe Pedro Cieza de León en el año 1550, al decir que fue edificada antes del diluvio, en una sola noche y por «gigantes desconocidos». El padre Bernabé Cobo, también hace referencia a gigantes en sus crónicas. Según su relato, un tal Juan de Vargas halló entre las ruinas los restos de unos de estos gigantes…

El significado etimológico de la palabra Tiahuanaco es: tio en aymará quiere decir dios; ti-huan, se traduciría de dios; y aKa significa esto. Entonces Tiahuanaco es igual a decir esto es de dios, un nombre que por sí solo revela para qué fue utilizada esta legendaria ciudad: como un templo sagrado.

No obstante, su conformación pacífica e inofensiva la transformaría en un blanco sencillo para los aguerridos pueblos que habían surgido como ocurrió también con otros proyectos de Civilización, entre ellos el Sumerio y el Olmeca, previo a la aparición de los Mayas .

Ante la amenaza, los Maestros pusieron a salvo el Disco Solar, y sellaron la entrada del templo subterráneo que lo albergaba. Los invasores nunca encontrarían el recinto secreto, aunque dieron muerte a varios sacerdotes de la ciudad.

Uno de los descendientes directos de Huyustus se dirigió hacia una isla del gran lago sagrado, conociendo de antemano en qué lugar la actual isla del Sol en Bolivia se encontraba un antiguo túnel que le ayudaría a escapar del peligro. Este hombre, hábil e inteligente, sería conocido más tarde como Manco Cápac o Ayar Manco.

Según nuestras observaciones, en la isla se encuentran numerosos túneles, que lamentablemente han sido tapados y enterrados por la superstición de la época feudal boliviana, tal como ha ocurrido también en Perú y Ecuador. Empero, luego de diversas indagaciones, encontramos una de las posibles entradas -tapada también por cierto- al túnel que se afirma conecta con la Isla de la Luna y, por si esto fuera poco, con Cusco en el Perú.

Cualquiera que ve esto, no podría evitar pensar que Manco Capac y sus hermanos, viajaron al Cusco bajo tierra, salieron por las cavernas de Pacaritambo, y luego caminaron hasta encontrar el lugar definitivo: el Cerro Huanacaure, desde donde se iniciaría el Imperio Inca.

Pero ante esto, en el resguardo, Manco Cápac comprobó que muchos hombres se hallaban en estado de barbarie, y lejos de sentir rechazo hacia ellos, se apiadó del ritmo tan violento que llevaban. Fue así, que guiado por una fuerza superior, decidió ayudar a aquellos pueblos, para que estos conocieran la Luz de la civilización. La Confederación Galáctica aprobaba sus intenciones y le otorgó el apoyo necesario para iniciar lo que se denominaría Proyecto-Inca.

Cabe mencionar que Manco Cápac no estaba solo. Ayudado por su hermana de sangre, quien es mencionada en las leyendas andinas como Mama Ocllo, iniciaron este proyecto de instrucción y ejemplo.

Los Hijos del Sol
Manco Cápac y Mama Ocllo, según la leyenda, bajo las órdenes del Astro Solar, emergieron del lago Titicaca para cumplir con su intención de ser la guía y orientación de los pueblos que vivían en estado de barbarie.

Estos enigmáticos personajes poseían un bastón de oro, y donde se detenían, lo clavaban en la tierra. En un determinado punto, el bastón se hundió totalmente: se había encontrado el lugar propicio para iniciar el desarrollo de una de las culturas más importantes del mundo. Así se habría iniciado el Imperio del Tawantinsuyo (Tawa significa cuatro, y Suyo, región).

Debemos mencionar que Manco Cápac y Mama Ocllo, ya desde niños, habían sido preparados previamente por los mensajeros celestes, fuera de la Tierra. Por tanto la misión que ellos tenían de sembrar las bases de una avanzada civilización en Sudamérica era parte de un proyecto que procuraba la activación del legado de la Hermandad Blanca y la futura protección del Disco Solar. Los Incas, tendrían esta misión suprema: proteger la sagrada herramienta que une los tiempos.

La relación de todo esto con el mundo subterráneo es importante.

Por ejemplo, existe otra leyenda sobre el origen de los incas en donde se habla que cuatro hermanos y sus mujeres salieron de una caverna para fundar el Imperio del Sol. Una vez más, el protagonista es Manco Cápac, quien finalmente cumple su misión. Sea como fuese, ambos relatos nos colocan ante un inicio marcado por particulares características que le van a dar vida a esta sabia civilización.

El Imperio Inca, fue un gran imperio que en líneas generales, se extendió desde el sur de Colombia a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa. El lugar escogido para sembrar las bases de una nueva civilización fue el Qosqo (Cusco), punto magnético que reunía las condiciones para servir de escenario a esta elevada cultura. Los primeros tiempos de lo que podríamos llamar la «segunda dinastía Inca», la primera corresponde a Tiahuanaco transcurrieron con suma felicidad, paz y abundancia.

Los incas desarrollaron una economía basada en una intensiva construcción de hileras de terrazas en las montañas, en las que consiguieron una maestría en el arte hidráulico y de irrigación de las aguas. Su civilización se congregó tanto en centros urbanos como en redes de caminos. Tuvieron una administración eficiente y manejaron con destreza las artes así como el refinamiento de metales trabajados; su arquitectura eficaz y sobria, contrastaba con una artesanía muy singular en las telas y de exquisito gusto en su acabado. También, una extraordinaria mano de obra en la alfarería complementó las diversas artes en que se expresaron.

En un ligero pero muy bien dotado repaso a la religión incaica, podríamos decir que fue en un principio «sencilla». Sólo adoraban a Viracocha a quien ellos denominaban dios creador y unos pocos más como: Inti, Mama Quilla, Pacha Mama y Pachacamac.

Viracocha, también llamado Illa Viracocha Pachayachachi, era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos Tiahuanacos, que provenían de Titicaca. Creó el cielo y la tierra, y la primera generación de gigantes que vivían en esta zona… El culto al dios creador suponía un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado sólo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada (!) y tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, gran sabedor de maravillosas cosas e incluso de los acontecimientos futuros.

Ya en 1977, la arqueóloga María Scholten de dEbneth, sacudió los cimientos de la academia al publicar por primera vez sus investigaciones sobre «La Ruta de Viracocha». En dicho estudio, la señora Scholten demostró que diversos puntos arqueológicos de Bolivia, Perú y Ecuador -lugares que las leyendas marcan como «zonas de paso» del dios instructor Tecsi Viracocha- estaban magistralmente alineados con el uso de la geometría, poniendo así sobre el tapete los verdaderos conocimientos científicos de las antiguas culturas andinas. Esto resulta particularmente inquietante ya que lo primero que uno se pregunta es: ¿Entonces quién fue realmente Viracocha? Uno de los Instructores celestes.

De Manco Cápac a Atahualpa: De la Luz a la Oscuridad
No pasaría mucho tiempo para que Manco Cápac revelara la existencia del Disco Solar; así, antes de su muerte, le confió a Sinchi Roca, su sucesor, la entrada secreta al recinto subterráneo que se hallaba a orillas del lago Titicaca, conocido antiguamente como Mamacota o Puquinacoha (lugar de origen). El Disco fue hallado y de inmediato fue trasladado al Koricancha de Cusco, el templo de oro dedicado al astro solar.

Lamentablemente la sangre guerrera de los incas empezaría a surgir. Guiados por Sinchi Roca curiosamente Sinchi significa «guerrero»; «demasiado fuerte», «amargo» llevaron a cabo un plan que procuraba expandir el imperio más allá de los límites conocidos. Así comienzan a transcurrir los primeros años de esta «segunda dinastía inca» en donde pasaron por gobiernos pacíficos como el del estadista y contador Lloque Yupanqui, al poderoso y conquistador de Cápac Yupanqui, quien extendió los límites de sus reinos más allá de las tierras conocidas.

Entre guerras externas e internas transcurriría gran parte de los períodos entre el séptimo Inca, Yahuar Huaca y el noveno, Pachacutec, quien también sería recordado como el mayor de los constructores no sólo de los grandes e imponentes templos, sino también, del planeamiento urbano y estratégico de defensa de sus ciudades.

Pero la cuenta regresiva del final no se hizo esperar y comenzaba a marcarse con la llegada del décimo primer Inca, Huayna Cápac. La Gran Hermandad Blanca en su retiro en la selva de Madre de Dios, al oriente del Imperio, no era ajena a los acontecimientos que estaban a punto de suceder.

Fuente: http://www.misionrahma.com

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EL ÁGUILA Y EL CÓNDOR VOLARÁN JUNTOS

A esta historia poderosa se la conoce como la profecía del Águila y del Cóndor. La historia dice así: Para los ancianos y los chamanes de las culturas indígenas,que viven a lo largo y ancho del subcontinente sudamericano,estamos entrando enel ciclo del quinto Pachakuti (un Pachakuti es un ciclo de 500 años).

De acuerdo con sus antiguos registros, en este tercer milenio ocurrirá la gran reunión entre la gente que es del Águila y la gente que es del Cóndor. Será una alianza de colaboración que salvará a la humanidad.

La profecía relata que al principio de la vida humana todos los seres humanos formaron un solo grupo. Con el paso del tiempo se dividieron en dos grupos. Cada grupo siguió un camino muy diferente en su desarrollo. La gente del Águila era sumamente intelectual y se orientó hacia las ciencias. La gente del Cóndor era fuertemente intuitiva y enfocó su vida en armonizarse con
la naturaleza.

En el quinto Pachakuti (en este tercer milenio), la gente del Águila habrá desarrollado un alto sentido de la estética y de sus habilidades cognitivas.Su capacidad para diseñar y construir será sorprendente. Alcanzará el cenit en los
conocimientos científicos y tecnológicos. El enorme despliegue de sus tecnologías creará milagros tecnológicos tan asombrosos que expandirán sus mentes.

Estos logros generarán una inmensa riqueza material para los líderes de su grupo. Sin embargo, su «talón de Aquiles» se encontrará en el vacío espiritual que cercará sus vidas. Su existencia peligrará.

La gente del Cóndor, la gente del corazón, del espíritu, de los sentidos, de una profunda conexión con el mundo natural, desarrollará sus habilidades intuitivas. La gente del Cóndor alcanzará un cenit poderoso en la sabiduría de sus antepasados.

Conocerá con claridad los ciclos de la Tierra y será capaz de relacionarse con los espíritus del reino animal y vegetal. Sin embargo, no sabrá cómo desenvolverse satisfactoriamente en el mundo material del águila con quien se sentirá en franca desventaja. Ese será su mayor riesgo. La incapacidad de interactuar con el mundo material pondrá en peligro su existencia.

Está claro que la cultura occidental es la gente del Aguila, y las culturas indígenas del mundo son la gente del Cóndor. La profecía recuerda que ambos grupos proceden de un origen común y deben integrar sus conocimientos para enriquecerse mutuamente. Si el águila y el cóndor vuelan juntos otra vez,
ala con ala, el mundo encontrará de nuevo su equilibrio.

Ni las águilas ni los cóndores podrán sobrevivir solos. Es necesaria la alquimia de una colaboración mutua. De esta reunión emergerá una nueva conciencia en el ser humano que honrará a la gente del águila por sus admirables logros en el campo racional. Y honrará a la gente del Cóndor por su profunda sabiduría del corazón. Juntos podrán resolver las crisis del mundo y traerán a la vida un futuro sostenible para todos.

Se dice que en el principio, el Dios del Tiempo creo el Sol y la Luna, y con ellos nacieron el Aguila y el Condor, con tal fuerza que el Aguila y el Condor hicieron que America del Norte y America del Sur se unieran formando America Central. De estas tierras salieron las primeras naciones, pasando muchos momentos dificiles, entre ellos el peor, la division de las naciones en cuatro direcciones.

Después de la división aparecieron las Profecias que buscan enseñar a las naciones los caminos para su liberación y unificación. Una de estas profecias habla del día en que la unión de las lágrimas que broten (desde los corazones) del Aguila y del Condor, sanaran las heridas y fortificarán los espíritus, los cuerpos y las mentes de los Primeros Pueblos. Los guerreros (de la Luz) repelerán las espadas de los enemigos y darán término a la opresión, la explotación y la injusticia (vicios de tercera dimensión) en nombre de la Libertad.

El Cóndor y el Aguila volarán juntos en el Centro del Mundo

«…Y llegará un día en el que el águila y el cóndor volarán juntos». Este fue el mensaje que nos legaron nuestros abuelos del Norte y del Sur. El mensaje de nuestros abuelos es un mandato en estos tiempos.

«…Después de muchas vidas yo retornare y seré millones… yo no moriré, solo me separan de este cuerpo». Así profetizó hace cinco siglos nuestro abuelo Ataw-Allipak el último Inca. En la memoria de nosotros los Cóndores Andinos está presente el Incari o celebración del anunciado retorno del Inca el venerable Ser de luz.

Las profecías de nuestro abuelos se cumplen en este tiempo, y somos los llamados para hacer que este Gran Tiempo anunciado sea de sanación,paz y reconciliación.

El abuelo Lakota Wallace Blake Elk nos anuncia:
¨ La purificación vendrá. La Gran Madre nos acunará en sus brazos y secará nuestras lágrimas y el Gran Padre caminará entre nosotros y el círculo roto de nuestros pueblos se formará de nuevo.»

EL ÁGUILA Y EL CÓNDOR

La profecía antigua cuenta que cuando el águila del norte y el cóndor del sur vuelen juntos, la Tierra va a despertar. Se ha dicho que estos seres del aire no pueden ser libres, a menos que se unan para formar un Todo en el conocimiento, en el entendimiento y en las cosas del Espíritu. El vuelo del águila y del cóndor juntos es la Senda de la Paz, de la sanación y del equilibrio.

Mitakuye Oyasin.
Gus dii dada dv ni.
Jim PathFinder Ewing (Nvnehi Awatisgi)
Anciano Espiritual y Anciano Encargado de las Ceremonias
Consejo Indígena Americano de Manataka

PROFECIAS DE LOS Q´ERO

Los Q’ero son los últimos incas – una tribu de 600 personas que buscaron refugio en alturas superiores a los 4.200 metros con el fin de escapar de los conquistadores. Durante 500 años los jefes de la tribu Q’ero han conservado una profecía sagrada sobre un gran cambio, o pachacuti, en el que el mundo daría la vuelta, y en el que la armonía y el orden se restablecerían, poniendo fin al caos y el desorden.

Los Q’ero habían vivido en sus aldeas a lo alto de los Andes, prácticamente aislados del mundo, hasta su «descubrimiento» en 1949. Ese mismo año un antropólogo, Oscar Nuñez del Prado, se encontraba en un festival en Paucartambo, un valle en las laderas este de los Andes, al sur de Perú, cuando conoció a dos indios que hablaban un fluido quechua, la lengua de los incas. La primera expedición occidental a las aldeas Q’ero tuvo lugar en 1955.

Cuatro años después, en la fiesta anual del Regreso de las Pléyades, que tiene lugar en los Andes, la congregación de 70.000 peregrinos procedentes de Sudamérica (muchos de ellos chamanes) se quedaron asombrados y la multitud se apartó para dejar que los Q’ero, sin avisar y vestidos con el emblema inca del sol, se dirigieran hacia la cumbre de la montaña para dar a conocer que el tiempo de las profecías estaba cerca. Fueron bienvenidos por los asistentes que les dijeron: «Os hemos estado esperando durante 500 años».

Recientemente, los ancianos Q’ero viajaron a Norteamérica como cumplimiento de sus profecías. En noviembre de 1996 un pequeño grupo de Q’eros, incluyendo al líder de la tribu y el jefe chamán, visitó varias ciudades de Estados Unidos, entre ellas Nueva York, donde celebraron una ceremonia privada en la Catedral de St. Juan el Divino.

El ritual chamánico no se había celebrado desde hacía 500 años. Pero en el mismo hogar de aquellos que simbolizaban los antiguos conquistadores de sus antepasados incas compartieron sus rituales y conocimiento, no sólo con los occidentales interesados en aprender sus costumbres, sino también con el deán de la gran catedral, uniendo así simbólica y espiritualmente a los dos continentes de América del Norte y del Sur.

Según una antigua profecía, este es el momento del gran encuentro llamado mastay, y la reintegración de los pueblos de los cuatro puntos cardinales. Los Q’ero están ofreciendo sus enseñanzas a Occidente, como preparación para el día en que el Aguila del Norte y el Cóndor del Sur (las Américas) vuelen juntos otra vez.

Ellos creen que munay, amor y compasión, será la fuerza guiadora de esta gran unión de los pueblos.

«Los nuevos guardianes de la tierra vendrán de occidente, y aquellos que han causado un mayor impacto en la Madre Tierra tienen ahora la responsabilidad moral de rehacer su relación con Ella, después de rehacerse a sí mismos», dijo Don Antonio Morales, un maestro chamán Q’ero. La profecía sostiene que Norteamérica proporcionará la fortaleza física, o cuerpo; Europa proporcionará el aspecto mental, o cabeza; y el corazón lo proporcionará Sudamérica.

Señales cumplidas

Cuando los españoles conquistaron a los incas hace 500 años, el último pachacuti, o gran cambio, tuvo lugar. Los Q’ero han esperado desde entonces a que ocurriera el siguiente pachacuti, cuando las cosas que quedaron al revés volvieran a su sitio y emergiera el orden del caos. Durante los últimos cinco siglos conservaron su conocimiento sagrado, y al final, en estos últimos años, se cumplieron las señales de que el gran momento del cambio estaba cerca: las lagunas de las altas montañas se han secado, el cóndor casi está extinguido y se ha descubierto el Templo Dorado, siguiendo al terremoto de 1949 que representó la ira del sol.

Las profecías son optimistas. Estas se refieren al final de los tiempos tal como nosotros lo entendemos – la muerte de una forma de pensar y de ser, el fin de una forma de relacionarse con la naturaleza y la tierra. En los próximos años, los incas esperan que emerjamos en una era dorada, un milenio dorado de paz. Las profecías también aluden a unos cambios tumultuosos en la tierra, y en nuestra psique, volviendo a definir nuestras relaciones y espiritualidad.

El próximo pachacuti, o gran cambio, ya ha empezado, y promete el emerger de un nuevo ser humano después de este período de confusión. El caos y turbación característicos de este período durarán cuatro años más, según los Q’ero. El paradigma de la civilización europea continuará desplomándose y los procederes de los pueblos de la Tierra volverán. Más importante aún, los jefes chamanes hablan de un desgarro en el mismísimo tejido del tiempo. Esto nos ofrece una oportunidad para describirnos no como lo que hemos sido en el pasado, tanto personal como colectivamente, sino como lo que estamos deviniendo.

Pachacuti también se refiere a un gran jefe inca que vivió a finales del siglo XIV. Se dice que él construyó Machu Picchu, y que fue el arquitecto de un imperio de igual tamaño que los Estados Unidos. Para los incas, Pachacuti es un prototipo espiritual – un Maestro, un luminoso fuera del tiempo. El era un Mesías, pero no en el sentido cristiano de ser el único hijo de Dios, fuera del alcance de la humanidad. Más bien se considera como un símbolo y promesa de lo que podemos llegar a convertirnos. El personifica la esencia de las profecías del pachacuti, ya que Pacha significa ‘tierra’, o ‘ tiempo’, y cuti significa «poner las cosas en su sitio». Su nombre también significa «transformador de la tierra».

Las profecías del pachacuti son conocidas en los Andes. Hay aquellos que creen que las profecías se refieren al regreso del jefe Pachacuti para derrotar a los que usurparon la tierra de los incas. El regreso de Pachacuti está teniendo lugar a nivel colectivo. «No es el regreso de un solo individuo que personifica en lo que nosotros nos estamos convirtiendo, sino un proceso de emerger que incumbe a todos los pueblos.»

Los Ritos de la Estrella

Los Q’ero han servido como guardianes de los ritos y profecías de sus antepasados incas. Las profecías no sirven de nada a menos que uno disponga de las claves, los ritos del tránsito. Los Ritos de la Estrella, o Mosoq Karpay (Los Ritos del Tiempo que ha de Venir), son cruciales para el crecimiento práctico descrito en las profecías.

La transmisión del Mosoq Karpay es la ceremonia que representa el fin de la relación que se tiene con el tiempo. Es un proceso del corazón. Este proceso de Devenir se considera más importante que las profecías mismas. Los Karpay (ritos) plantan la semilla del conocimiento, la semilla del Pachacuti, en el cuerpo luminoso del recipiente que la contiene. Depende de cada persona regarla y cuidar de la semilla para que esta crezca y florezca.

Los ritos son una transmisión del potencial; uno debe luego abrirse al destino. Los Karpays conectan a la persona con un antiguo linaje de conocimiento y poder al que no puede acceder el individuo – sólo puede ser convocado por una tribu.

En último lugar, este poder puede proporcionar el impulso para que uno haga un salto al cuerpo de un Inca, un Luminoso. (En este sentido, el Inca al cual se hace referencia es el hombre auto-realizado). Esa persona está directamente relacionada con las estrellas, el Sol Inca de la cosmología.

Estas sendas, senderos del chamán, la persona que camina con belleza y gracia en el mundo, están actualmente a disposición de todos nosotros. Necesitamos desmitificarlos y aprender a honrar y respetar nuestra Madre, la tierra, y a nuestro Padre, el sol, y los cielos – y aprender de todo y todos a nuestro alrededor, aprovechando estos ejemplos de poder para que podamos hacer un salto cuántico hacia aquello en lo que nos estamos convirtiendo, todos nosotros juntos.»

«Los Q’ero creen que las puertas entre los mundos se están abriendo otra vez – agujeros en el tiempo que podemos atravesar e ir más lejos, donde podemos explorar nuestras capacidades humanas. Recobrar nuestra naturaleza luminosa es hoy una posibilidad para todos aquellos que se atrevan a dar el salto.»

Los chamanes andinos no tienen un Buddha o un Cristo a quien seguir. Más bien dicen: «Sigue tus propias huellas. Aprende de los ríos, árboles y rocas. Honra al Cristo, el Buddha, a tus hermanos y hermanas. Honra a la Madre Tierra y al Gran Espíritu. Hónrate a ti mismo y a toda la creación.»