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Una gran sorpresa desde los límites del sistema solar

Las sondas Voyager (Viajero, en idioma español), de la NASA, están dirigiéndose verdaderamente hacia donde nadie ha ido antes. Deslizándose en silencio hacia las estrellas, a 14.500 millones de kilómetros (9.000 millones de millas) de la Tierra, transmiten las novedades de los sitios más distantes e inexplorados del sistema solar.

Los científicos que se encuentran a cargo de la misión dicen que las sondas acaban de enviarnos asombrosas noticias.

El sitio en el que se encuentran ambas sondas está repleto de burbujas.

«Aparentemente, las sondas Voyager han ingresado a un extraño reino de burbujas magnéticas que se asemejan a la espuma», dice la astrónoma Merav Opher, de la Universidad de Boston. «Esto es absolutamente sorprendente».

Según los modelos producidos por computadora, estas burbujas son muy grandes; se extienden alrededor de 160 millones de kilómetros (100 millones de millas) de lado a lado, de manera que a las veloces sondas les tomaría varias semanas atravesar solamente una de ellas. La sonda Voyager 1 entró en la «zona espumosa» alrededor del año 2007, y la nave Voyager 2 le siguió alrededor de un año más tarde. Al principio, los científicos no entendían qué era lo que las naves Voyager estaban detectando, pero ahora se han formado una buena idea de lo que es.

«El campo magnético del Sol se extiende hasta los límites del sistema solar», explica Opher. «Debido a que el Sol gira sobre su propio eje, el campo magnético se enrolla y se pliega, como si fuera la falda de una bailarina. Muy lejos del Sol, donde las naves Voyager se encuentran ahora, los pliegues de la falda se aplastan unos contra otros».

Cuando un campo magnético se dobla de esta manera tan severa, pueden ocurrir cosas muy interesantes. Las líneas de fuerza magnética se entrecruzan y se «reconectan». (La reconexión magnética es el mismo proceso energético que causa las llamaradas solares.) Estos pliegues de la falda se reorganizan, algunas veces de manera explosiva, hasta formar burbujas magnéticas que parecen espuma.

«Nunca esperamos encontrar esta espuma en el borde del sistema solar, ¡pero allí está!», dice Jim Drake, quien es físico y colega de Opher en la Universidad de Maryland.

Las teorías vigentes, las cuales datan de la década de 1950, predicen un escenario muy diferente: Se supone que el distante campo magnético del Sol debería curvarse en arcos relativamente suaves, hasta plegarse lo suficiente como para acoplarse de vuelta con el Sol. Pero estas burbujas parecen ser independientes y estar sustancialmente desconectadas del resto del campo magnético solar.

Las lecturas proporcionadas por los detectores de partículas energéticas sugieren que las sondas Voyager ocasionalmente entran y salen de esta espuma magnética, de manera que podría haber regiones en las cuales las viejas ideas todavía son válidas. Pero no cabe duda de que los antiguos modelos, por sí solos, no pueden explicar lo que han encontrado las sondas Voyager.

«Aún estamos tratando de descifrar las implicancias de estos descubrimientos», dice Drake.

La estructura del distante campo magnético solar, es decir, la cuestión de si se asemeja a la espuma o no, es de vital importancia científica, pues define cómo interaccionamos con el resto de la galaxia. Los investigadores llaman «heliofunda» a la región en la que se encuentran las naves Voyager. Esencialmente, es la frontera entre el sistema solar y el resto de la Vía Láctea. Muchas cosas intentan cruzarla: nubes interestelares, nudos del campo magnético galáctico y rayos cósmicos, entre otras. ¿Encontrarán estos intrusos una zona de burbujas magnéticas desordenadas (la nueva visión) o un racimo de apacibles líneas de campo magnético que conducen hasta el Sol (la vieja visión)?

El caso de los rayos cósmicos es ilustrativo. Los rayos cósmicos galácticos son partículas subatómicas que son aceleradas por agujeros negros distantes y explosiones de supernova hasta alcanzar velocidades cercanas a la de la luz. Cuando estas balas de cañón miscroscópicas intentan ingresar al sistema solar, deben abrirse camino a través de las líneas de campo magnético del Sol para alcanzar los planetas interiores.

«Estas burbujas magnéticas podrían ser nuestra primera línea de defensa contra los rayos cósmicos», comenta Opher. «Aún no sabemos si esto es bueno o no».

Por un lado, las burbujas parecen ser escudos muy porosos, los cuales permiten que muchos rayos cósmicos escapen a través de los agujeros. Pero por otro lado, los rayos cósmicos podrían quedar atrapados en el interior de las burbujas, lo cual convertiría a la espuma magnética en un muy buen escudo.

«Probablemente descubriremos cuál de estas posibilidades es la correcta cuando las sondas Voyager se adentren en la espuma y conozcan más sobre su estructura1», dice Opher. «Esto es sólo el comienzo, y pronostico que habrá más sorpresas».

Fuente: NASA

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CLAVES DE INTERPRETACION SIMBOLICAS

“En los números los dioses encerraron la clave del destino de los hombres” -Sabiduría Egipcia
“Dios se expresa a través de las matemáticas.” -Sabiduría Maya

LOS NÚMEROS

Existen en nuestra vida las llamadas claves activadoras de la conciencia humana, que suelen aparecer en la medida en que vamos avanzando y comprometiéndonos con el despertar que nos llevará a asumir roles cada vez más importantes en el gran cambio planetario. Estas claves simbólicas muchas veces son numéricas, cuando no expresan una cantidad sino una idea, y lo que buscan es sacarnos del letargo y la inconsciencia, recordándonos a través de su significado, lo que tenemos que hacer y cuando hacerlo. Ellas van apareciendo a lo largo de nuestra vida siendo dispuestas para actuar en el momento adecuado, recordándonos el compromiso de madurez asumido previamente en las esferas espirituales. Pero como decíamos, no siempre las claves que buscan detonar nuestra conciencia son números, también pueden ser determinadas imágenes, situaciones, lugares, personas, animales, etc., que suelen repetirse delante nuestro de forma reiterativa, fuera de toda lógica con una constancia y periodicidad que abruma, escapando al índice de probabilidades. Estas claves activadoras son empleadas también por entidades espirituales, mentales y hasta físicas, interesadas en nuestro despertar, ubicándolas a lo largo de nuestro desenvolvimiento diario como avisos y señales.

Las claves activadoras son como un despertador que nos debe ayudar a abrir los ojos a tiempo, de tal manera que percibiendo la existencia de un Plan Maestro en nuestras vidas y en la humanidad, podamos hacer lo que debemos hacer en su momento. Los activadores nos avisan que el momento es llegado para que despertemos del largo sueño en el que estábamos sumidos, recordando nuestra preparación y un compromiso previo, para asumir el rol que nos corresponde en la construcción del puente de luz hacia las estrellas.

Nosotros mismos podemos accionar los mecanismos que disparan los activadores, esto es procurando captar el patrón de periodicidad o procurando entender cuando y bajo qué circunstancias suelen repetirse, hasta que percibamos su significado. Cada uno ha programado antes de nacer sus propios activadores, y es nuestro “Yo Soy”, “Maestro Interno”, “Guía Personal” ó “Real Ser” de cada uno, el que se encarga principalmente de llamarnos la atención colocándolos en nuestro camino o dirigiendo nuestra atención hacia ellos. Estos activadores están relacionados con la misión de cada quien.

Todo ser humano está sujeto a un Plan basado en el cumplimiento de dos misiones fundamentales: la primera es realizarse como persona, conociéndonos a nosotros mismos, descubriendo nuestras potencialidades para desarrollarlas puliendo paralelamente nuestros defectos; y la segunda es descubrir a partir del autoconocimiento, nuestro lugar y ubicación así como el rol en la gran misión. La Gran Misión es aquella que involucra a todos, pero que no muchos están dispuestos a realizar comprometiéndonos con el planeta y con la evolución general. Es como tener aptitud para la música, y ser capaz de tocar varios instrumentos, pero lo importante sería descubrir en qué instrumento podríamos destacar mejor dentro de la orquesta, y con qué clase de música nos identificamos.

Si bien es cierto que esta misión colectiva de la humanidad posee sus propios activadores, los cuales empiezan a actuar una vez que uno se ha decidido a avanzar haciendo caso a los propios, estos nos afectan a cada uno de forma diferente, o mas bien nos dicen a cada quien algo similar y a la vez diferente, que nos complementa, obligándonos a intercambiar la información para tener una visión panorámica de conjunto.

Muchas personas aún no están en la edad evolutiva de darse cuenta que existen activadores. Ni siquiera se percatan del sin fin de sincronicidades que van en aumento en nuestra vida diaria y alrededor nuestro. Requerirán varias encarnaciones para percibirlo por sí mismos. Pero como los tiempos se han acelerado encontrándonos en medio del fin de un ciclo cósmico, hay fuerzas positivas poderosas contribuyendo en el despertar colectivo. Nosotros mismos podemos servir de detonador y activador de los demás. Usemos como ejemplo cómo en vuestra vida, los niños pequeños no suelen usar relojes despertadores en sus habitaciones, sino que son más bien sus padres los que se encargan de despertarlos por las mañanas para que se preparen para ir a la escuela, recordándoles su responsabilidad de asistir.

También es cierto que no todos reaccionan frente al llamado de los activadores. Es como cuando suena el reloj despertador por la mañana y hay quien a pesar de que lo escucha, no le hace caso, o quien lo apaga y sigue durmiendo. Se da también la situación de quien con gran esfuerzo se despierta y se vuelve a quedar dormido pero sentado en el borde de la cama. Por otro lado están los responsables, que suena el despertador y se levantan inmediatamente; mientras que otros se despiertan antes que llegue a repiquetear, porque para ellos el despertador es sólo una seguridad para no dejar de responder comprometidamente.
El ser humano es como un actor que en cada encarnación asume un personaje. Y al identificarse con éste, muchas veces corre el riesgo de olvidarse que es un actor. Por ello la aventura humana es recordar que somos actores realizando un papel, el cual es útil pero transitorio. El personaje suele variar de una obra a otra, pero el actor siempre es el mismo. Y la idea es representar lo mejor posible cada personaje para aprender y enseñar a través de él.

Generalmente el “Maestro Interno” o “Real Ser” que es el actor, procura comunicarse con nuestro “Ego Inferior o Personalidad” que es el personaje, y lo suele hacer a través del lenguaje simbólico de los sueños. Pero no sólo mediante los sueños, sino también a través de las visualizaciones que permiten la aparición de símbolos, o mediante claves activadoras que se nos presentan a lo largo de la existencia.

Cada número o clave tiene un valor secreto, aplicable para el momento en que se nos aparece, al que podríamos acceder si combinamos la intuición, la imaginación y la inteligencia. Y es a través de las meditaciones que se nos irá revelando el profundo significado de éstas claves activadoras.

Hablemos de las claves cuando estas se presentan como números, para ello recordemos que una de las formas más antiguas de trasmisión de conocimiento oculto fue a través de los números en el antiguo Egipto.
El número 144,000 simboliza en las sagradas escrituras el colectivo necesario para revertir el futuro planetario; es el número necesario para afectar el inconciente colectivo de la humanidad y generar un despertar de conciencias.
En la cifra 144,000 nos encontramos con el número 12, que es el discipulado; el que aprende a ser maestro, y aprende a enseñar aplicando la enseñanza. Y el mil que es símbolo de multitud. Por lo que el número 144,000 que se menciona en el capítulo 7 del Apocalipsis hace referencia a aquella multitud de discípulos que han lavado sus vestiduras (despertado conciencia), y que se han auto elegido para despertar a otros.
Así que éste número 12x12x1000= 144,000, simboliza la multitud de los necesarios para iniciar la reacción en cadena. Es pues el simbolismo de la cantidad mínima necesaria que inicia el cambio mundial para que millones reaccionen.

Es interesante que en las leyendas de los indios Hopi del sur de los Estados Unidos, y del norte de México, ellos hablaban de la necesidad de reunir a 144,000 “danzantes del Sol”, que se mantuvieran danzando durante la terrible noche oscura de la humanidad (fin del ciclo), para asegurar así el nacimiento del nuevo día.
Citando algunas de las claves que más suelen repetirse como activadores, pero sin negar que son muchos más además de los que aquí se nombran, tenemos:

El número 1000 simboliza en las sagradas escrituras “multitud o muchedumbre”, también los ciclos.

La clave 88 simboliza la vibración superior permanente en los aspectos femeninos de la creación. Es una fuerza intuitiva que actúa como un indicador de peligro frente a la asechanza de las fuerzas negativas, y a la que la persona debe de estar atenta y hacerle mucho caso. Esta clave marca los tiempos físicos y la actitud de abnegación y humildad, de espíritu de servicio y amor incondicional para que logremos y mantengamos el equilibrio necesario en nosotros, y en el ambiente que beneficie al equilibrio general.

La clave 44 simboliza preparación y actitud positiva. La persona se encuentra en la ubicación correcta; en las coordenadas exactas o en el lugar indicado para hacer lo que tiene o se espera que haga. Esta clave hace referencia también a la necesidad de aplicar todo lo aprendido durante el proceso de preparación manteniendo una actitud mental positiva. Este número viene acompañado de grandes compromisos y sacrificios.

La clave 40 se relaciona con la preparación para los cambios, con la Cuaresma en el cristianismo, y deriva de los 40 días de ayuno y aislamiento de Moisés, Elías y Jesús antes de iniciar las grandes misiones. Del número 40 también deriva lo de la cuarentena, que es recogimiento y purificación. Fueron 40 días los que duró el diluvio universal, 40 días los que permaneció Moisés en contacto con Yahvé en el Monte Horeb, 40 años en el desierto los que necesito Israel para llegar a la Tierra Prometida, 40 días de ayuno en el desierto los de Jesús, y 40 días después de haber resucitado los que se mantuvo en contacto con sus apóstoles antes de ascender a los cielos.
En el cuento de Sherezade, recopilado dentro de las “Mil y una noches”, titulado “Ali Baba y los cuarenta ladrones”, se hace referencia al cuarenta como el número de aquellos que han robado lo más valioso de la humanidad, su tesoro, que realmente es el conocimiento, ocultándolo en una cueva, que simboliza el terreno de lo oculto o por qué no, el Mundo Intraterrestre, o lo que no es evidente y esta escondido; y que para poder acceder a él, hay que saber ubicar la puerta (profundizar y sintonizarse), utilizando el poder de la palabra y la magia del verbo ( el ábrete Sésamo). Todo esto es un simbolismo de la situación de aislamiento en que se encuentra nuestro mundo en relación al Real Tiempo del Universo y nuestro potencial aún dormido para cumplir con el Plan Cósmico, situación que estaría a punto de cambiar.

La clave 33 es una clave que simboliza la elevación de la conciencia para asumir los grandes retos y compromisos, procurando lograr y mantener el equilibrio, para proyectar equilibrio hacia los demás. También se relaciona éste número con la ley universal de correspondencia, por la cual así como es arriba así es abajo. Si queremos saber cómo funciona el universo, conozcámonos primero a nosotros mismos; y si queremos que el mundo cambie, cambiemos primero nosotros. Esta clave nos recuerda que debemos tener a partir de éste momento una vida material espiritualizada y a la vez, una espiritualidad práctica.

La clave 32 es el amor para enfrentar la dualidad; la espiritualidad que debe anteponerse a los intereses personales. Esta clave se repite mucho cuando se nos esta pidiendo paciencia, comprensión y tolerancia. Seremos magos capaces de transformarnos y transformar cuando no permitimos que nada alrededor nuestro nos desarmonice, y más bien con la fuerza espiritual nadamos contra la corriente.

La clave 31 señala que el tiempo es llegado como para poner a prueba toda la preparación anterior. Si se ha crecido en el mensaje seremos capaces de lograr la unidad, y a la vez prepararnos para el paso siguiente.

La clave 30 es una clave activadora que marca el inicio de compromisos mayores, anticipa nuevos retos y nos señala el camino de la trascendencia. Es como un volver a empezar pero a partir del amor conciente, pleno y espiritual.

La clave 22 tiene que ver con el destino y un plan mayor, representa el haber llegado a recibir mucho y el estar descuidando su aplicación. Cuando ésta clave activadora se repite, puede ser una llamada de atención por cuanto se podría estar dejando de hacer lo que se debería. Por ello es una alerta frente a la omisión y una reflexión para asumir nuestro destino, pero con la posibilidad de cumplirlo a cabalidad, o variarlo a voluntad con amor y conciencia despierta.
El descuidar el proceso personal puede sumergir a la persona en un círculo vicioso de insatisfacción y sentimientos de culpa que lo alejan más de poder equilibrarse. Por tanto puedes alcanzar logros superiores si te vences a ti mismo.

La clave 21 representa trascender la lucha de opuestos para lograr la unidad, trasmutando todo lo anterior para lograr el equilibrio espiritual, y esto se consigue si llegamos a darle un ritmo adecuado a nuestro trabajo interno.
El que se nos repita ésta clave es una buena señal de que lo estamos logrando.

La clave 20 simboliza el renacimiento, una nueva oportunidad para lograr nuestras metas, y a la vez una evaluación de todo lo alcanzado. Esta clave nos avisa que estamos en un momento en que se revitalizan nuestras fuerzas internas como para poder culminar nuestra empresa de autorrealización.

La clave 19 esta vinculada a la inspiración. Debemos lograr la unidad con nosotros mismos para iniciar concientemente el peregrinaje y marcar nuevos ciclos en nuestra vida. Cuando se repite ésta clave activadora se nos está recordando que la inspiración llega cuando existe en nosotros la capacidad de realizar todo cuanto se nos está revelando, y que debemos hacerlo porque el tiempo es llegado. Es una clave solar que se refiere también a la irradiación hacia los demás.

La clave 18 sugiere procurar la unidad con uno mismo haciendo caso a sus propias intuiciones. Esta clave nos trata de hacer despertar para que no nos dejemos arrastrar por las pasiones y los sentimientos. Si tomamos conciencia de que tenemos un rol y nos equilibramos para responder a tiempo, seremos tomados en cuenta.

La clave 17 revela la transición de una etapa a otra, de un nivel a otro. Este número simboliza el conocimiento de uno mismo para lograr la perfección, y dejarse guiar por la intuición para cumplir la propia misión. Es también la muerte mística, el cortar con una etapa más densa, menos evolucionada y el correspondiente ascenso hacia otra más elevada. Simboliza el paso de la adolescencia espiritual hacia la juventud responsable. ¡Pero ojo! el tránsito puede ser duro, y doloroso.

La clave 16 es una alerta para alejarse del camino de la mentira y la falsedad, y de todo cuanto se forje a partir de ella. Es un llamado a centrarnos y a ser veraces aunque el mundo y las circunstancias nos tienten a vivir en el engaño. Si nos conectamos con nosotros mismos y logramos el balance, podremos seguir superándonos.

La clave 15 nos advierte del peligro de apasionarse, y dejarse arrastrar por la injusticia y la mentira. El mundo y las fuerzas que lo dominan tratan de envolvernos, pero debemos mantenernos vigilantes. Atendamos al llamado de peligro de éste activador cuando aparezca.

La clave 14 nos habla de la continuidad y el renacimiento; de la templanza, del temple logrado a través de la preparación para enfrentar la sensualidad y la flojera, tomando todo en la vida con autocontrol y fortaleza interior. Es el consejo y la sugerencia dentro del misticismo sobre la importancia de la sobriedad, abstinencia y la continencia. Esta clave nos recuerda que en cada uno se encuentran todas las experiencias de las vidas anteriores, y que esa sabiduría debe ser despertada para enfrentar el momento actual.

La clave 13 nos enseña que la vida conduce a la muerte y la muerte a la vida. Que la muerte realmente no existe, y que cada día que pasa estamos muriendo a nosotros mismos en la materia para que viva eternamente lo espiritual, pero elevado y depurado. Es la muerte de la semilla para que surja la nueva planta; es el nuevo ser que se ha transformado, simboliza la regeneración.

El número 13 simboliza las trece lunaciones del calendario lunar.

La clave 12 significa elección y discipulado. Indica que el estudiante ha sido escogido porque esta capacitado para enfrentar las pruebas, por cuanto ha desarrollado su fe que es la base activadora de toda su potencialidad mágica, y se ha atrevido a enfrentar la dualidad. El propósito de éste activador es recordarnos que no debemos olvidar, por ningún motivo el fin último de nuestra búsqueda y de la importancia del servicio para hallar lo que buscamos. Este número nos invita a trabajar con personas afines y en el interior de los grupos sembrando unidad y colaboración, esto es integrando.

La clave 11 es el valor, la persuasión y la fuerza. Este número nos recuerda que debemos procurar la unidad en el Uno, en Dios dentro de cada uno. Debemos abrirnos a la fuerza interior que nos hará parte importante del sacrificio sagrado por amor. Esta clave indica que se deben enfrentar las pruebas con valor porque no estamos solos sino que el universo conspira para ayudarnos, y que con los demás debemos usar la persuasión, no la fuerza.

La clave 10 simboliza los ciclos que empiezan y los que terminan. Cuando esa clave activadora empieza a aparecer reiteradamente se nos está queriendo decir que algo está terminando, pero a la vez que algo nuevo y diferente, opuesto a lo anterior se está iniciando. Son diez los dedos de las manos, y así éste número hace hincapié a la importancia de recordar y no olvidar.

La clave 9 es la clave que nos recuerda la importancia del desapego, porque todos estamos de paso, nada es para siempre y por ello no debemos apegarnos a nada. Esta clave tiene que ver con el peregrinaje, con la dedicación en lo que uno ha asumido procurando cumplir nuestros objetivos; es también el perder el temor a los cambios, y el prepararnos para el nacimiento hacia algo nuevo. El 9 se relaciona con la capacidad de ayudar a otros, de hacer cosas por los demás y comprometerse en el hacer lo que vinimos a hacer en la vida.

La clave 8 es el activador que nos dice que mantengamos nuestra paz y equilibrio a pesar de las pruebas, que nunca son mayores que la capacidad que se tiene de superarlas. Esta es la clave de la intuición, de la humildad para dejarnos guiar y del amor abnegado. Es la acción que es capaz de vencerlo todo. Este número se relaciona con las energías femeninas de la Tierra y de toda la creación.
La clave del número ocho nos indica la importancia de incorporar la inteligencia emocional a lo estamos haciendo.

La clave del 7 nos recuerda que la perfección es alcanzable pero que para ello hay que esforzarse, luchando por vencerse a uno mismo y estar dispuesto a aceptar los cambios y las pruebas de fe. El siete también es el número del orden universal septernal. Cuando esta clave se nos repite como que nos están queriendo dar a entender que debemos perfeccionarnos más, que debemos incrementar nuestro esfuerzo y dedicación para lograr la sabiduría, para lo cual habremos de procurarnos el tiempo para la reflexión y la soledad.

La clave del 6 nos dice que la clave esta en ver más lejos en el horizonte de nuestras vidas, tanto hacia fuera como hacia adentro. Este número nos recuerda la importancia de mantener el equilibrio siendo responsable. Es la clave que nos compromete a ser más justos y ecuánimes, procurando armonizarnos teniendo cuidado con el pensamiento y las actitudes, porque a través de ello podemos ser fuertemente atacados tratando de desequilibrarnos. Su repetición constante es un aviso como para controlar las emociones, los sentimientos y los deseos, rechazando los impulsos que desarmonizan.
Cuando la clave del número 6 se nos repite reiteradamente podría estarnos indicando que debemos buscar el equilibrio en la familia y en los amigos, para hallar en ellos la fuerza para continuar, dándoles a la vez, lo mejor de nosotros mismos.

La clave del 5, tiene que ver con la magia y el poder de comunicarse; con la libertad y la capacidad de expresarse mostrándose uno mismo tal cual es para llegar al otro. La clave 5 es la comunicación, y la mejor buena relación con uno mismo y con los demás. Simboliza la importancia de utilizar el poder de la palabra para transformar y orientar los acontecimientos, mejorando nuestra capacidad de diálogo y aprender a escuchar también. Si queremos que todo sea diferente a nuestro alrededor debemos nosotros empezar por ser diferentes, y comunicar a todos nuestro sentir.

Con el número 5 se nos esta queriendo decir que la persona esta llegando mediante una instrucción superior, a alcanzar la llave de los mundos y planos más elevados. Hay que estar atento porque con éste activador suelen venir acompañando palabras y hasta el nombre cósmico o clave vibratoria personal, que como llave nos facilitará la entrada a los mundos invisibles.

La clave del 4 es el Cosmos y las cuatro direcciones. Es el número del esfuerzo positivo, de la actitud positiva que suma, del sentido práctico, de los cuatro rumbos de la Tierra, de los cuatro elementos, de las cuatro estaciones, de las cuatro etapas en la vida del ser humano y de la cruz, símbolo del ascenso espiritual trascendiendo la muerte o lo horizontal. Esta clave numérica nos recuerda que Dios está por encima de su creación, por lo que ahora la creación esta en nuestras manos y que debemos prepararnos en entender y aplicar las leyes universales, empezando por nosotros mismos.
Esta clave nos invita a la alegría y a enfrentar lo cotidiano con espíritu activo y práctico, también nos recuerda que debemos cuidar la salud, tanto nuestra como la de la familia y la del mundo.

La clave del 3 es la espiritualidad. También éste número nos habla de la integración y de la totalidad. Nos recuerda que lo espiritual a través del amor debe primar en nuestra vida. Que debemos actuar con sabiduría y equilibrio. Es también el número que se relaciona con el triángulo y la unión de los tres planos: físico, mental y espiritual.
La repetición de la clave 3 nos invita a renacer, y a ver el amor en todo y en todos, disfrutando de todo lo hermoso que la vida nos da, a la vez que nos motiva a laborar en la siembra de ese mismo amor en los corazones de los demás. El 3 es el número del balance, del equilibrio interno que debemos lograr para seguir ascendiendo y creciendo en todos los aspectos de la vida.

La clave del 2 hace referencia al hombre, nos recuerda que vivimos en un universo dual, donde hay fuerzas en oposición. Y que de esa lucha de opuestos debemos extraer la síntesis, que es el autoconocimiento y el equilibrio. Esta clave nos indica la importancia de asociarnos, de compartir y unir nuestros esfuerzos, de buscar complementarnos con el otro, duplicando nuestra fuerza.
Es también el 2 una clave que nos pide paciencia y comprensión, así como tolerancia. Nos invita a fortalecer el carácter y controlar el temperamento.

La clave del 1 nos remite a lo divino, a la unidad e integración con el uno. Marca el inicio, el comienzo de algo nuevo y diferente en nuestras vidas, es un llamado a la creación. Cuando esta clave se nos repite y que pocas personas suelen percatarse de ello, se nos esta queriendo aportar un mensaje de unidad e integración para que percibamos la presencia del Uno, de Dios en nuestras vidas; también se nos esta induciendo a crear, a hacer cosas nuevas y diferentes, a recrearnos y sembrar para futuro.
El número uno suele repetírsenos cuando nuestro maestro interno nos solicita e induce a que nos esforcemos en purificar nuestros sentimientos y emociones, aprendiendo a amar.

Es importante que lleguemos a sentir la presencia manifiesta de la unidad en nuestra existencia y procurarla a través del conocimiento de nosotros mismos. El uno es una clave espiritual que representa la unidad que uno logra a través de la práctica de la interiorización. Sólo cuando somos capaces de lograr la independencia de todo cuanto nos rodea e influye, dejamos de ser influenciados y determinados.
LA DINÁMICA DEL LABERINTO
Podemos trabajar con los números como símbolos realizando una dinámica muy interesante de integración para lo cual podemos construir la figura de un “Laberinto” que simboliza la aventura del alma. Una figura espiral basada en una cruz o svástica. Esto se puede hacer entre varias personas movilizando piedras, ramas de árboles o cualquier otro objeto con el que se pueda construir senderos.

El primer laberinto conocido fue construido en Egipto en la época faraónica, en el oasis del Fayum, y el arquitecto griego Dédalo lo copió para que sirviera de modelo para el palacio del rey Minos en Cnosos (Creta).

La leyenda del Laberinto de Teseo y el Minotauro la podemos relacionar con la aventura del hombre por conocerse y vencerse a sí mismo, controlando su parte bestial que es la parte incompleta de su naturaleza, y que está en lo más profundo de su ser, aunque la mayor parte de las veces se manifiesta en su superficie. El Símbolo del Laberinto representaría el camino del alma por llegar hasta el fondo, hasta el conocimiento pleno de sí mismo; a la vez que sería como un mándala, que nos sumerge en el subconsciente donde la persona tiene que llegar a definir si lo que busca es entrar o salir, vivir o morir, la supervivencia de su ser superior o el predominio de su ser inferior. Aunque deberíamos terminar de entrar para poder saber salir llenos de una nueva sabiduría, ya que al final el camino siempre es el mismo.

El Laberinto es un camino hacia el centro, hacia lo más profundo de nuestra identidad, donde el recorrido en apariencia es complejo y nos expone al riesgo de perdernos enfrentando al temor, cuando más bien deberíamos vivirlo como un juego y acertijo, con alegría y espíritu de aventura, que inexorablemente nos llevará tarde o temprano de afuera hacia adentro, y luego de adentro hacia los demás…
Hay quienes piensan que los laberintos eran mapas del Mas Allá por haber sido encontrados en innumerables tumbas en los pueblos alrededor del Mediterráneo, Inglaterra, iglesias en Francia e incluso entre los indios Hopi. Pero también se encuentran en Finlandia y en Suecia donde se relacionaban con ritos primaverales de fertilidad. En ciertas fiestas se hacían laberintos de piedras o ramas en cuyo centro se ubicaba a una muchacha que tenía que ser rescatada. A estos rituales se les llamaba « La Danza de la Virgen. Vida y muerte siempre unidas, sin la garantía de que la vida vuelva a manifestarse luego de la muerte; muerte simbólica como en el caso del invierno en los rituales de Eleusis (Grecia).

En algunos lugares el símbolo del Laberinto pasó a ser un talismán de protección, de buena suerte o también como un talismán de poder con el cual se podía controlar el tiempo. En el mundo cristiano al Laberinto que comenzó a ser representado en el suelo de las iglesias, se le llegó a llamar Chemin de Jerusalén, o camino de Jerusalén, porque al recorrerlo el peregrino debía meditar sobre los valores de la fe, llegando hacia el verdadero centro de todo: Jesús el arquetipo del amor perfecto.

El laberinto es una cruz de cuatro lados iguales que es el símbolo de la Tierra, de los cuatro elementos, de los cuatro puntos cardinales, y del principio de la evolución. Simboliza el patrón de nuestro proceso de evolución. Y se hace siempre de izquierda a derecha. Es la cruz gamada a la vez que la zvástica que termina convirtiéndose en un espiral. Para construirlo debían hacerlo en un día, juntando piedras y colocándolas una a una, interviniendo para ello todo el grupo de gente reunida. Se inicia construyendo la forma central que es una cruz. Todo esto en una actitud reverente y en un ceremonial que exige en lo posible, silencio e introspección. Para el primer paso se empieza colocando ocho piedras a la derecha, cada una con un pensamiento positivo por el planeta, porque hay que recordar que es la construcción de algo vivo, que utiliza el patrón geométrico de nuestra conciencia. Luego cada uno del grupo va ingresando al centro y se van colocando las piedras siguiendo el orden preestablecido. Se puede recurrir a la presencia de una mujer anciana o simplemente la mayor de las presentes, o de una niña o joven quienes llevan sobre sus manos una vela como símbolo de la luz y de la sabiduría. Recordemos la presencia de la joven Ariadna, hija de Minos en el mito de Teseo facilitando el hilo que le permitirá al héroe salir del Laberinto. La niña ofrece la luz al planeta, y espera a la anciana o mujer mayor que trae la sabiduría, intercambiando en el centro sus ofrendas. Y el centro es el número 8 que es Dios pero también es la Madre Tierra. El siguiente sendero (más exterior) esta simbolizado por el número 7 que es la espiritualidad, luego le sigue el 6 que es el equilibrio y la visión interna, luego le sigue el 5 que es el sonido, el poder del verbo y la comunicación; más hacia el exterior es el 4 o corazón, la intuición y la preparación; después viene el 3 que sería el ego, luego viene el 2 que es el sexo y las pasiones. Y finalmente el más exterior de todos el 1 que se traduce como supervivencia.

Siempre hay un guardián que cuida de todos aquellos que entran y salen; y en éste caso por los tiempos que corren, representando al espíritu de la Tierra sería aconsejable la mujer, quien actuará de vigilante. El ingreso se recomienda espaciando a las personas lo suficiente, nunca juntos. La consigna para los participantes es que una vez que lleguen al centro, deben decretar con voz alta, qué fue lo que les llevó hasta allí. Porque el laberinto simboliza nuestra propia vida.

Al ingresar en el interior de ese conjunto tan peculiar de senderos en espiral, caminamos siempre por la derecha de las paredes del laberinto, que en algunos casos no llegan a ser paredes sino piedras. Así los que estén de regreso pueden hacerlo por el lado izquierdo. Es aconsejable ingresar llevando dos piedras en las manos que simbolizan las dificultades, errores o piedras de tropiezo en la vida, para colocarlas en alguna parte de las paredes del Laberinto, lo cual significaría que los errores o problemas dejarían de ser piedras en el camino para pasar a ser lo que nos marcara el camino.

Al ir varias personas en el laberinto en distintos niveles o senderos, algunos parecen estar más cerca del centro y sin embargo están lejos. Las apariencias engañan. Nunca sabes realmente quien va adelante y quien va atrás. No puedes saltar a alguien porque es como obviar una etapa del aprendizaje, porque por algo esa persona esta allí contigo en el mismo camino (la familia), ya sea adelante o atrás. Salirse es una suerte de suicidio simbólico. Y hay que llegar y pasar al centro de uno en uno. El encuentro con Dios es una experiencia solitaria, aunque te desesperes aguardando tu oportunidad.

Conforme uno camina en el laberinto va cambiando de nivel, y curiosamente uno no entra por el sendero que corresponde a los números en orden correlativo sino que estos se van salteando o desordenando. Por ejemplo, al empezar uno no ingresa por el que sería el exterior, que es el 1 sino por el del número 3 que es el ego, haciendo giros de 90°, luego pasas al 2 que es el sexo, de allí sigues por el más externo que es el 1 que simboliza la supervivencia. O sea has ingresado en la vida lidiando con tu ego, siendo afectado y probado por las pasiones, y pasando por etapas de supervivencia y superficialidad donde fácilmente uno puede perderse o quedarse; y del 1 pasamos al 4 que es el corazón, la preparación e intuición, porque sólo cuando extraemos de nuestro interior los sentimientos más elevados, y pensamos y hablamos con el lenguaje del corazón que es el “amor”, logramos dar nuestros primeros pasos en la trascendencia. Del 4 pasamos al 7 que es la espiritualidad; del 7 el camino nos lleva al 6 que es la geometría sagrada o la visión interior. Ahora sí empezamos a ver claro, por cuanto vemos sintiendo que todo tiene sentido y que todo obedece a leyes universales y a un orden superior, aunque muchas veces no lo entendamos. Del 6 pasamos al 5, el sonido que es el que finalmente nos llevara hacia el 8 donde nos encontramos con Dios. Y es que por el sonido o la palabra todas las cosas fueron hechas, y ahora se debe producir en nosotros una creación, un nacimiento. Debemos decretar el cambio para que el cambio sea posible…

Al final de la dinámica de integración de la construcción del Laberinto y su posterior utilización, la guardiana que se ha mantenido en todo momento en la puerta o entrada, le pregunta a los que van saliendo, qué fue lo que encontraron en el interior y después de cada uno y en orden va saliendo y revelando lo que hay en su interior, lo abraza y lo deja salir.
LAS FIGURAS GEOMÉTRICAS
Las figuras geométricas suelen expresar conceptos o ideas que trasladadas a la aventura interior pueden ayudarnos a simbolizar y entender los mensajes de nuestro maestro interior. Por ejemplo:
Visualizar un Triángulo nos estaría relacionando con el amor y la espiritualidad.
Un Cuadrado, simbolizaría la inteligencia, el conocimiento, la sabiduría, el buscar entender las cosas o tenerlas claras.
Un Círculo simboliza a la familia, al mundo de cada uno y también la unidad.
Un Rectángulo simbolizaría la muerte, lo caduco, el cambio, lo que hay que guardar.
Un Trapecio se relaciona con la búsqueda de la realización de ideales.
Un Pentágono sería el despertar de las capacidades interiores, de nuestro potencial mágico. También tiene que ver con el desarrollo de nuestra naturaleza humana.
Un Exágono sería profundizar el equilibrio, o mantenerlo en nuestras vidas.
Cuando las figuras dejan de ser planas y ponemos otras en volumen simbolizaría esto que uno le esta dando profundidad a su vida. Por ejemplo:
Una Esfera simbolizaría el autoconocimiento, el llegar a conocernos a nosotros mismos, y también la capacidad de proyectarse hacia delante, de contemplar nuestro propio futuro.
Una Pirámide es un colector de energías universales, concentrándolas en su interior y proyectándolas a su vez hacia el centro del planeta. Este símbolo representaría el recibir para dar o el dar y recibir.
Un Cubo simboliza el saber guardar el conocimiento y aplicarlo con sabiduría.
Un Cono es un triángulo en revolución, ósea en movimiento, simboliza darle movimiento al amor con un objetivo definido y trascendente; también es recibir pero por su base circular simbolizaría recibir y proyectar unidad.
Un Cilindro simboliza el dejar pasar, el dejar fluir, el canalizar mensajes y enseñanzas.

Cuanto más caras vayan teniendo las figuras (polígonos) dependiendo que estas sean de tal o cual material (cristal, piedra, madera, etc.) podemos interpretarlas a la luz del número de sus caras y su grado de trasparencia, recordando que la tendencia siempre es a acercarse a la esfera (la unidad y el autoconocimiento) y a la transparencia (pureza y veracidad). Muchas caras o fases lo que representan son aspectos que están siendo o que deben ser pulidos, superados o vencidos en nuestra vida o que ya lo han sido.
LOS OBJETOS, SUS FORMAS Y SUS MATERIALES

En el proceso de las visualizaciones y sueños debemos procurar interpretar los símbolos dentro del contexto de su recepción u observación, esto es en relación a que otros símbolos, circunstancias, situaciones están vinculados. Cuando conocemos la ambientación y los demás elementos entre los cuales asomó el símbolo que nos interesa, podemos no sólo utilizar nuestra intuición y conocimiento previo, sino que también podemos hacer asociación de ideas.
LOS ELEMENTOS

El símbolo del Agua se asocia con la vida y la purificación, con la renovación, con el paso de la vida misma. Representa un renacimiento pero en la propia existencia, corrigiendo actitudes, lavando errores, dejando fluir. Pero no será lo mismo que el agua este en movimiento o estática, circulando como un río o cayendo como una cascada. Una cascada por ejemplo simbolizaría el devenir, así como también podría simbolizar una revelación que a su vez exige profundizar en ella. Un cántaro de agua nos estaría indicando purificación o renovar fuerzas para continuar.

El agua es el elemento más fácilmente programable con nuestro poder mental y el poder de la palabra de los cuatro, y recordemos que casi el 80 % de nuestro cuerpo y del planeta es agua.

El Fuego sería también una forma de purificación y renacimiento pero como algo nuevo y diferente. Es transformación, regeneración, acción y motivación.

La Tierra simboliza a la Madre, nuestro origen. Nos señala la importancia del arraigo, de tener bases sólidas, de no perder la conexión con la realidad. Simboliza estabilidad y a la persona confiable y aterrizada.

El Aire simbolizaría el olvido, el cambio, y la proyección hacia lo sutil, invitándonos a desarraigarnos de todo lo que hemos hecho antes. A la vez nos señala la necesidad de elevarnos por encima de nuestras limitaciones y aventurarnos a romper con ciertos lazos que pueden ser más bien lastres.
LOS MATERIALES
Visualizar Cristales u objetos hechos de cristal tiene que ver con el proceso de perfeccionamiento del individuo. Sabemos que los cristales representan la perfección en la naturaleza por cuanto se forman a través de grandes presiones, así también el ser humano se perfecciona con las pruebas. Simbolizan los cristales perfección y la capacidad de la adivinación. Pero no será lo mismo un cristal de cuarzo blanco o transparente (perfección en la pureza de intención o integridad), que un rubí (perfección en el amor), una esmeralda (perfección en la actitud positiva, en la sanación, en la esperanza siendo un motivador de los demás), etc.

Visualizar Piedras preciosas o semipreciosas esta relacionado con la activación de nuestros vórtices de energía (chakras), por ejemplo: el rubí con el del cóccix que es la perfección y el crecimiento en el amor. El ópalo con el carácter y el temperamento, con la creatividad. El topacio con el equilibrio, el balance y el conocimiento. La esmeralda o el jade con la salud, el optimismo, la esperanza y el amor a la vida. La turquesa o la aguamarina con la comunicación, la profundidad, el diálogo, la integración y el cambio personal. El zafiro o el lapislázuli con la espiritualidad, la responsabilidad y el compromiso. La amatista con la perfección, con la mística, la fe, la magia y el cambio.

Visualizar Maderas u objetos de madera se relaciona con el propio cuerpo de cada uno, con el trabajo que cada uno hace consigo mismo y su actitud para con el entorno. La madera nos habla de la conexión con la naturaleza, con la salud, con la vida. Simboliza crecimiento y creatividad. Percibir un árbol alto de tronco grueso y copas frondosas podría estarnos señalando la importancia de conectar el cielo con la tierra. Si es una madera sin forma definida que arroja el mar en la orilla de la playa, podríamos interpretar que la vida nos da la oportunidad de darle forma y sentido a nuestra existencia, transformándola en una obra de arte, descubriendo en su interior su potencialidad y armonía.

Ejemplos de árboles y su correspondencia simbólica:

Álamo: La incertidumbre, el destino, la inquietud.
Abedul: La inspiración, la canalización y conexión con lo sutil y trascendente.
Abeto: El misterio, la búsqueda de lo desconocido.
Arce: La mente abierta, amplitud de criterio.
Árbol de Avellanas: Lo extraordinario, la capacidad de maravillarse y sorprenderse.
Árbol de Castañas: Honestidad, rectitud, confianza.
Árbol de Haya: Creatividad, ingenio.
Árbol de Limas: La duda, la investigación.
Árbol del Manzano: El amor, el cariño, y el sentimiento.
Árbol del Olmo: Actitud y mentalidad noble.
El Cedro: La fidelidad.
El Nogal: La pasión.
El Olivo: La sabiduría, el entendimiento, el sacrificio.
El Pino: Lo particular, el hogar, lo cotidiano.
El Roble: La valentía, la magia y la madurez.
El Sauce Llorón: La melancolía, la tristeza.
La Higuera: La sensibilidad, la intuición.

Visualizar Metales u objetos de metal simbolizaría el haber sabido sacar lo mejor de nosotros mismos, también representaría riqueza, abundancia, prosperidad. Si es oro simbolizaría también sabiduría y conocimiento; si es plata, intuición y sensibilidad; si es plomo, densidad falta de motivación; si es bronce, representaría tomar lo mejor de todo cuanto esta llegando a nosotros para saberlo combinar y aplicar.

Visualizar Piedras podría simbolizar dificultades en nuestro camino así como también los elementos sueltos que constituirán la base de todas nuestras realizaciones futuras. Estarían relacionadas las piedras con las pruebas superadas que nos han otorgada experiencia, solidez, fuerza para continuar.

Visualizar Plantas simbolizaría vida, vitalidad, salud. Las plantas representan nuestra propia existencia llena de esperanza que debe ser cuidada para que fructifique. También podría relacionarse con nuestros proyectos personales y familiares.
LOS ANIMALES
Los Animales representan aspectos de nuestra personalidad que deben ser atendidos, o con los que tenemos que trabajar, como por ejemplo:

Visualizar un Venado podría relacionarse con mejorar nuestra autoestima, lograr nuestro autodominio, andar vigilante y en guardia. Un Oso dejarse querer, ser más accesible, ser o aparentar ser más fuerte; un Águila, aprender a ser más libre o actuar con libertad, elevarse por encima de las aparentes limitaciones; un Zorro, ser más astuto y precavido ; un Caballo, ser más disciplinado y mantenerse en movimiento; un Perro, aprender del valor de la fidelidad y lealtad; una Serpiente, ser más aterrizado e inteligente; una Cabra, desafiar los límites; un Felino, ser más audaz, valiente e intuitivo; una Ardilla ser mas acomedido, no descuidar el trabajo o trabajar con constancia, etc.
LOS OBJETOS
Los objetos se relacionan con los instrumentos o medios que se nos brindan o que encontramos para realizar tal o cual acción en la vida. Por ejemplo:

Un Reloj de Arena símbolo relacionado con el paso del tiempo, podría simbolizar que se nos está dando tiempo para hacer lo que tenemos que hacer, o que estamos contra el tiempo, y no debemos descuidarnos porque el tiempo corre para hacer lo que se espera de nosotros.

Una Bandera podría simbolizar que se nos esta aclarando o brindando una causa o fuente de inspiración por la cual podemos y debemos luchar y salir adelante.

Un Escudo simbolizaría protección y fortaleza, la preparación para enfrentar la acechanza.

Una Espada representaría la verdad, la justicia, el poder.

Un Espejo simboliza la imaginación y la conciencia, y como refleja lo que ve se le considera el simbolismo de la verdad reflejada, a la vez que un portal entre las dimensiones. En China era considerado el símbolo de la felicidad conyugal. El espejo también puede simbolizar un escudo contra el mal, una protección contra las fuerzas diabólicas. Se le suele relacionar con el agua y con la Luna por su capacidad de reflejar la luz.

Una Flor representa el amor tal como lo sentimos y expresamos. Mientras que un Libro representaría el conocimiento, la instrucción.

Una Llave el medio para abrir las puertas, superar las fronteras, dar un paso hacia delante en el conocimiento.

De Sixto Paz Wells

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El Proyecto Inca y la Protección del Disco Solar

Hablar de la reconexión de los tiempos, es hablar también del Gran Disco Solar, que como mencionamos, fue construido por la Hermandad Blanca del espacio que llegó hace miles de años al desierto de Gobi.

Aquellos 32 Maestros Cósmicos, actualmente se encuentran en animación suspendida, estando sus cuerpos «dormidos» y sus esencias en un estado «permanente» de astralidad, con la intención de equilibrar la pugna de fuerzas en nuestro planeta. Ellos, aun permanecen en su gran nave triangular bajo las arenas silentes del desierto de Gobi.

Para darle continuidad física a su misión en la Tierra, aquellos mentores entregarán a los sacerdotes sobrevivientes de Atlántida la posta para resguardar el conocimiento. Ello significaba también confiarles el resguardo del Disco Dorado que construyeron, y que constituye una suerte de «llave interdimensional».

Así, el Disco Solar será colocado en un templo subterráneo cerca al actual lago Titicaca, en Bolivia.

Ciudad Eterna o la Legendaria Wiñaymarca

Este lugar era llamado «Ciudad Eterna», la antigua Wiñaymarca del gran Huyustus, el primer Gran Maestre de los sacerdotes salvados de las aguas.

Ciudad Eterna se mantuvo activa por miles de años; su maravillosa arquitectura se erguía desde las galerías intraterrenas hasta sobrepasar la helada superficie andina, mostrando sus colosales paredes y sus finos grabados en la roca. Este centro espiritual, la legendaria Wiñaymarca, que otrora fue resplandeciente en las cercanías del lago sagrado, cobijó una estirpe de sabios, herederos de un conocimiento antiguo y de una noble responsabilidad; así era Ciudad Eterna, cuyo único testimonio se ampara en las leyendas y en las ciclópeas ruinas de Tiahuanaco.

En este lugar se habría desarrollado una alta civilización de gigantes, así como lo describe Pedro Cieza de León en el año 1550, al decir que fue edificada antes del diluvio, en una sola noche y por «gigantes desconocidos». El padre Bernabé Cobo, también hace referencia a gigantes en sus crónicas. Según su relato, un tal Juan de Vargas halló entre las ruinas los restos de unos de estos gigantes…

El significado etimológico de la palabra Tiahuanaco es: tio en aymará quiere decir dios; ti-huan, se traduciría de dios; y aKa significa esto. Entonces Tiahuanaco es igual a decir esto es de dios, un nombre que por sí solo revela para qué fue utilizada esta legendaria ciudad: como un templo sagrado.

No obstante, su conformación pacífica e inofensiva la transformaría en un blanco sencillo para los aguerridos pueblos que habían surgido como ocurrió también con otros proyectos de Civilización, entre ellos el Sumerio y el Olmeca, previo a la aparición de los Mayas .

Ante la amenaza, los Maestros pusieron a salvo el Disco Solar, y sellaron la entrada del templo subterráneo que lo albergaba. Los invasores nunca encontrarían el recinto secreto, aunque dieron muerte a varios sacerdotes de la ciudad.

Uno de los descendientes directos de Huyustus se dirigió hacia una isla del gran lago sagrado, conociendo de antemano en qué lugar la actual isla del Sol en Bolivia se encontraba un antiguo túnel que le ayudaría a escapar del peligro. Este hombre, hábil e inteligente, sería conocido más tarde como Manco Cápac o Ayar Manco.

Según nuestras observaciones, en la isla se encuentran numerosos túneles, que lamentablemente han sido tapados y enterrados por la superstición de la época feudal boliviana, tal como ha ocurrido también en Perú y Ecuador. Empero, luego de diversas indagaciones, encontramos una de las posibles entradas -tapada también por cierto- al túnel que se afirma conecta con la Isla de la Luna y, por si esto fuera poco, con Cusco en el Perú.

Cualquiera que ve esto, no podría evitar pensar que Manco Capac y sus hermanos, viajaron al Cusco bajo tierra, salieron por las cavernas de Pacaritambo, y luego caminaron hasta encontrar el lugar definitivo: el Cerro Huanacaure, desde donde se iniciaría el Imperio Inca.

Pero ante esto, en el resguardo, Manco Cápac comprobó que muchos hombres se hallaban en estado de barbarie, y lejos de sentir rechazo hacia ellos, se apiadó del ritmo tan violento que llevaban. Fue así, que guiado por una fuerza superior, decidió ayudar a aquellos pueblos, para que estos conocieran la Luz de la civilización. La Confederación Galáctica aprobaba sus intenciones y le otorgó el apoyo necesario para iniciar lo que se denominaría Proyecto-Inca.

Cabe mencionar que Manco Cápac no estaba solo. Ayudado por su hermana de sangre, quien es mencionada en las leyendas andinas como Mama Ocllo, iniciaron este proyecto de instrucción y ejemplo.

Los Hijos del Sol
Manco Cápac y Mama Ocllo, según la leyenda, bajo las órdenes del Astro Solar, emergieron del lago Titicaca para cumplir con su intención de ser la guía y orientación de los pueblos que vivían en estado de barbarie.

Estos enigmáticos personajes poseían un bastón de oro, y donde se detenían, lo clavaban en la tierra. En un determinado punto, el bastón se hundió totalmente: se había encontrado el lugar propicio para iniciar el desarrollo de una de las culturas más importantes del mundo. Así se habría iniciado el Imperio del Tawantinsuyo (Tawa significa cuatro, y Suyo, región).

Debemos mencionar que Manco Cápac y Mama Ocllo, ya desde niños, habían sido preparados previamente por los mensajeros celestes, fuera de la Tierra. Por tanto la misión que ellos tenían de sembrar las bases de una avanzada civilización en Sudamérica era parte de un proyecto que procuraba la activación del legado de la Hermandad Blanca y la futura protección del Disco Solar. Los Incas, tendrían esta misión suprema: proteger la sagrada herramienta que une los tiempos.

La relación de todo esto con el mundo subterráneo es importante.

Por ejemplo, existe otra leyenda sobre el origen de los incas en donde se habla que cuatro hermanos y sus mujeres salieron de una caverna para fundar el Imperio del Sol. Una vez más, el protagonista es Manco Cápac, quien finalmente cumple su misión. Sea como fuese, ambos relatos nos colocan ante un inicio marcado por particulares características que le van a dar vida a esta sabia civilización.

El Imperio Inca, fue un gran imperio que en líneas generales, se extendió desde el sur de Colombia a la parte central de Chile y desde los Andes hasta la costa. El lugar escogido para sembrar las bases de una nueva civilización fue el Qosqo (Cusco), punto magnético que reunía las condiciones para servir de escenario a esta elevada cultura. Los primeros tiempos de lo que podríamos llamar la «segunda dinastía Inca», la primera corresponde a Tiahuanaco transcurrieron con suma felicidad, paz y abundancia.

Los incas desarrollaron una economía basada en una intensiva construcción de hileras de terrazas en las montañas, en las que consiguieron una maestría en el arte hidráulico y de irrigación de las aguas. Su civilización se congregó tanto en centros urbanos como en redes de caminos. Tuvieron una administración eficiente y manejaron con destreza las artes así como el refinamiento de metales trabajados; su arquitectura eficaz y sobria, contrastaba con una artesanía muy singular en las telas y de exquisito gusto en su acabado. También, una extraordinaria mano de obra en la alfarería complementó las diversas artes en que se expresaron.

En un ligero pero muy bien dotado repaso a la religión incaica, podríamos decir que fue en un principio «sencilla». Sólo adoraban a Viracocha a quien ellos denominaban dios creador y unos pocos más como: Inti, Mama Quilla, Pacha Mama y Pachacamac.

Viracocha, también llamado Illa Viracocha Pachayachachi, era considerado como el esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos Tiahuanacos, que provenían de Titicaca. Creó el cielo y la tierra, y la primera generación de gigantes que vivían en esta zona… El culto al dios creador suponía un concepto de lo abstracto y de lo intelectual, y estaba destinado sólo a la nobleza. Viracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada (!) y tenía un compañero alado, el Pájaro Inti, una especie de pájaro mago, gran sabedor de maravillosas cosas e incluso de los acontecimientos futuros.

Ya en 1977, la arqueóloga María Scholten de dEbneth, sacudió los cimientos de la academia al publicar por primera vez sus investigaciones sobre «La Ruta de Viracocha». En dicho estudio, la señora Scholten demostró que diversos puntos arqueológicos de Bolivia, Perú y Ecuador -lugares que las leyendas marcan como «zonas de paso» del dios instructor Tecsi Viracocha- estaban magistralmente alineados con el uso de la geometría, poniendo así sobre el tapete los verdaderos conocimientos científicos de las antiguas culturas andinas. Esto resulta particularmente inquietante ya que lo primero que uno se pregunta es: ¿Entonces quién fue realmente Viracocha? Uno de los Instructores celestes.

De Manco Cápac a Atahualpa: De la Luz a la Oscuridad
No pasaría mucho tiempo para que Manco Cápac revelara la existencia del Disco Solar; así, antes de su muerte, le confió a Sinchi Roca, su sucesor, la entrada secreta al recinto subterráneo que se hallaba a orillas del lago Titicaca, conocido antiguamente como Mamacota o Puquinacoha (lugar de origen). El Disco fue hallado y de inmediato fue trasladado al Koricancha de Cusco, el templo de oro dedicado al astro solar.

Lamentablemente la sangre guerrera de los incas empezaría a surgir. Guiados por Sinchi Roca curiosamente Sinchi significa «guerrero»; «demasiado fuerte», «amargo» llevaron a cabo un plan que procuraba expandir el imperio más allá de los límites conocidos. Así comienzan a transcurrir los primeros años de esta «segunda dinastía inca» en donde pasaron por gobiernos pacíficos como el del estadista y contador Lloque Yupanqui, al poderoso y conquistador de Cápac Yupanqui, quien extendió los límites de sus reinos más allá de las tierras conocidas.

Entre guerras externas e internas transcurriría gran parte de los períodos entre el séptimo Inca, Yahuar Huaca y el noveno, Pachacutec, quien también sería recordado como el mayor de los constructores no sólo de los grandes e imponentes templos, sino también, del planeamiento urbano y estratégico de defensa de sus ciudades.

Pero la cuenta regresiva del final no se hizo esperar y comenzaba a marcarse con la llegada del décimo primer Inca, Huayna Cápac. La Gran Hermandad Blanca en su retiro en la selva de Madre de Dios, al oriente del Imperio, no era ajena a los acontecimientos que estaban a punto de suceder.

Fuente: http://www.misionrahma.com

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M O R L E N (Ganimedes luna de Júpiter)

En lo más profundo del Universo Infinito existe, entre los tantos millones de Galaxias, la llamada “Vía Láctea”, desde donde nos situamos nosotros, los hombres de la Tierra. Un planeta al interior de ésta gran Galaxia, precisamente en un sistema, que posee una estrella y que nosotros los hombres hemos convenido llamar “Sol”, y que por tanto da nombre al sistema llamándolo “Sistema Solar”.

Un sistema que posee 9 planetas conocidos por la Ciencia terrestre, estos son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, de acuerdo al orden que da su cercanía al sol.

 

Los hombres del planeta Tierra, somos los que escribimos este trabajo, apartándonos de la concepción simplista y egocéntrica, de que el hombre en la Tierra era el único ser pensante y superior en todo el Universo, y quitándonos de la mente la idea pobrísima de que en la Tierra sólo podía existir vida, para poder llegar a comprender, en un Universo grandemente poblado, cuál es el rol que le toca jugar a la Humanidad y cuál es su papel dentro de este minúsculo plano de evolución, que es el planeta que habita.

 

La finalidad de éste trabajo es poder comprender más el rol de la Humanidad a la luz de la evolución de nuestros Hermanos Mayores del Espacio; es por ello que relatamos todo lo que hemos podido saber y comprender de su vida comunitaria en sus planetas, gracias a las experiencias personales de un grupo de jóvenes que vivimos la experiencia XENDRA, en los arenales de Chilca en Agosto de 1,974. Aquí narraremos, como dijimos, la vida de estos amados Hermanos Guías que se encargaron de prepararnos para cumplir la Misión Rama, Misión Secundaria de motivación de la evolución de la Humanidad. La Misión consiste en salvar al hombre por el hombre, o sea buscar salvar la humanidad de la persona antes que dar importancia al salvar la corporalidad del hombre, ya que el hombre en su integridad es eterno; más su cuerpo es efímero, pero instrumento necesario hasta cierto punto.

 

A la colonia de Orión en el Sistema Solar, llamada Morlen en uno de los satélites de Júpiter, a sus gentes, a los cuáles conocimos entregándonos su Amor y su Espiritualidad, en la Misión de Cambio; a estas gentes que deben ser modelos para nuestro evolucionar, a ellos cuya vida es un ejemplo a seguir.

 

EL SATELITE

 

El planeta Júpiter es el quinto del Sistema Solar y el más grande de cuantos lo conforman; muy brillante y con 12 satélites; entre ellos, Amaltea, Ganimedes, Io, Europa, Calixto etc.

 

Dista de la Tierra 600’000,000 de Kilómetros efectuando su revolución alrededor del Sol en 11 años, 10 meses y 17 días.

 

Se le considera conformado por un núcleo sólido, rodeado por capas de hielo amoniacal de gran espesor y de una densa y extensa atmósfera cuya parte superior, que es la visible, se halla a la temperatura de unos 120º bajo cero. 

 

Júpiter es como un Sol pequeño, que condensa la energía que recibe del Sol y la refracta a sus satélites; de los 12 que tiene, hay cuatro de los que se conoce la posibilidad de vida y que según se ha confirmado con los contactos extraterrestres; estos son: Morlen (Morlen es el nombre que los Guías le han asignado en vez de Ganimedes, con que lo conocemos los terrestres), Europa, Calixto e Io, de los cuáles se saben que de entre ellos algunos están destinados a ciudades y bases, los otros a almacenes o servicios.

 

Morlen es aproximadamente 17.50 veces más pequeño que el planeta Tierra; tiene una masa aproximada de 1/39 de la terrestre y algo más del doble de la Lunar. La duración de su día es 7.155 veces el nuestro, lo que equivale a decir que dura unos 10,032 minutos, que son 171 horas y 42 minutos. La distancia que lo separa de Júpiter, es de 2.78 veces las que nos separa de la Luna y por tanto de unos 1’071,000 Kilómetros.

 

El firmamento de Morlen es 18 veces más reducido que el de la Tierra. Teniendo en sus proximidades al Gran Júpiter cuyo radio es una décima parte del radio solar, pero que está 145 veces más cerca de Morlen que lo que está la Tierra del Sol conviene apuntar que Júpiter aparece en su firmamento 15 veces más grande que de lo que el sol aparece en la Tierra y que, teniendo en cuenta la reducción celeste, Júpiter ocupará unas 252 veces más de firmamento en Morlen que el Sol en la Tierra.

 

Para hacer algún recuento de lo dicho y dándonos una ayuda astronómica, haremos pues mención a la diferenciación de las estrellas y de los planetas, aún a simple vista, que es fácil, atendiendo a su brillo y movimientos propios. En primer lugar se caracteriza el brillo de los planetas por mostrarse tranquilo y sin centelleo.

 

La causa es fácil de comprender, sabiendo que el centelleo se debe a una falta de homogeneidad de las capas atmosféricas. Estas vibraciones ópticas, que dan lugar a palpitaciones de luz y a cambios de colocación, se manifiestan claramente cuando el foco luminoso es un punto, como las estrellas; pero desaparecen o se amortiguan cuando el foco se presenta con un diámetro aparente sensible, como ocurre en los planetas, puesto que entonces se suman los efectos de un conjunto de oscilaciones en fases diferentes, dando un término medio general constante. 

 

Pero una observación continuada de la posición de las estrellas y de los planetas nos permitirá reconocer la presencia de estos últimos con absoluta seguridad. Ya sabemos que los planetas describen curvas especiales en la esfera celeste como resultado de la combinación de sus movimientos y de la traslación, de la Tierra. En cambio, las estrellas, situadas a distancias enormes de nosotros, ofrecen movimientos sumamente lentos, requiriéndose instrumentos de alta sensibilidad o grandes intervalos de tiempo para que se hagan sensibles.

 

Morlen o sea Ganimedes, como dijimos anteriormente es el mayor de los satélites de Júpiter, descubierto por Galileo en 1,610.

 

Tres de los satélites jupiterianos; Io, Europa y Calixto, ofrecen características parecidas a las de la Luna y están formados según se cree por rocas. Ganímedes en cambio, cuya densidad es del orden de 0.6, debe de estarlo por amoniaco y agua, ambos en estado sólido. Como el albedo de los tres primeros es muy elevado, es decir, son buenos reflectores de la Luz del Sol, deducese que sus superficies deberán tener características distintas a las de la Luna, estando, quizá, cubiertos por gases congelados. Es posible que estos satélites todavía tengan atmósfera, en cuyo caso estaría constituida por gases pesados, ya que los volátiles habrían escapado ya. Pero la habrán perdido totalmente si han pasado por una etapa prolongada de altas temperaturas.

 

Hasta aquí la visión científica terrestre (ciertamente limitada por su técnica aún inicial y básica), que nos ha ayudado a encontrarnos dentro de este Universo.

 

 

 

MILES DE AÑOS DE EVOLUCIÓN.

 

Morlen como se dijo, no tenía vida propia; fue propiciada por colonos de Orión, que artificialmente lograron adecuar la atmósfera, para poder vivir en el Satélite.

 

Los primeros Colonos llegaron según tiempo terrestre hace 20,000 años antes de Cristo, dirigidos por los Patriarcas que luego coordinarían el gobierno de la nueva Colonia.

 

El lugar era una fuente de materiales, entre ellos de Cristales de Cesio, precioso elemento que procura una gran variedad de usos. 

 

Los Colonos que fueron en número de 2,500, se instalaron en los grandes valles que encontraron. Y pasaron 200 años, en que se afianzó la Colonia; se fueron utilizando amplios subterráneos seminaturales, en la planificación de las ciudades, al igual que se utilizaron los grandes cristales naturales de Io, otro satélite cercano, para edificar casas. Estos cristales de roca, mediante métodos de procesamiento técnico y gracias a sus grandes dimensiones, se les aprovecharon como edificios; eran buenos y muy prácticos materiales de construcción. Sus formas esféricas dan la visión de graciosos iglú esquimales, y sus diferentes tamaños fueron acomodando los distintos edificios que hoy se presentan erguidos sobre la Llanura del valle de Morlen.

 

Los Patriarcas de la Colonia habían tomado el encargo de guiar la nueva población, en lo que se llamaría la coordinación de los Ancianos de Morlen o Consejo de Menores, conformado por 12 Venerables, entre ellos:

 

JOAQUIN, SENERAL, ANUR, IRIMON, SOLOVIAC, ASINT, OMUNI, ONIRIN, OMITON, JROVEL, OXMUZ Y LERON, quienes velarían por la evolución de la Colonia.

 

Entre los primeros moradores del reacondicionado satélite estaban los Patriarcas RAMANES Y OXIL, quienes con mentes elevadas y sabiduría eterna habían encontrado la Misión de la Colonia, la cual debía ser “COLONIA DE COLONIAS”; tenía así que encargarse de promover en los valles aledaños a las 4 grandes ciudades formadas en ese entonces: 2 ciudades que serían el asilo de los miembros de razas que estuviesen en peligro de destruirse, cumpliendo con el rol de Confederados de la “Gran Confederación Galáctica de la Estrella”, ó sea ofrecer su incesante ayuda a Mundos en evolución.

 

Los Maestros Ramanes y Oxil, pasaron a formar parte del Consejo de los 24 Ancianos de la Galaxia, por su gran evolución, no representando a ningún planeta en particular, sino a la perfección misma.

 

Las principales inquietudes de la nueva colonia no sólo quedaban en el establecerse en ese lugar, sino poder también aprovechar la explotación de los Cristales antes mencionados, los cuáles eran muy necesarios en Orión. Y el satélite de Io era una fuente inagotable de aquel raro material; así se aseguró la permanencia del grupo civilizado en Satélite aledaño, debido también a la existencia de la energía interna, volcánica, que era aprovechable.

 

El lugar fue sometido a distintas pruebas, se le reconstituyó para la vida de seres que necesitaban oxigeno; se trajeron y se plantaron grandes variedades de vegetales, previamente seleccionados y analizados. Se visitaron planetas cercanos, en búsqueda de algunos materiales importantes y de vegetación arbórea; pocos animales podían en un primer momento adecuarse a la vida del lugar ya que la atmósfera aún no estaba totalmente regulada. Aún los colonos usaban escafandras y se movían torpemente sobre los valles de la llanura de Morlen.

 

La vida se fue adaptando poco a poco al lugar, cuya atmósfera ya era la adecuada para la existencia.

 

Las ciudades fueron surgiendo y las instalaciones técnicas que se encargarían de recibir, absorbiendo la energía solar, como la radiación cósmica ya estaban en funcionamiento. Surgieron las escuelas, centros de capacitación académica, los museos, las bases; todo estaba listo como para albergar a nuevos colonos y con una organización bien establecida, prepararse a realizar trabajos que competen a toda colonia de la Confederación.

 

Todos nosotros tenemos interés, de saber si ellos tuvieron guerras en su Historia, o sucesos que cambiaron radicalmente su forma de vivir.

 

Como Mundo, presenta una forma mucho más organizada y de estrecha relación entre seres superiores. El ambiente que allí rodea al individuo, le permite surgir sin malos ejemplos, ya que al interior de la Comunidad Morleana, la experiencia de miles de años de evolución, desde Orión, los ha llevado a simplificar su vida, evitando las complicaciones, pero si profundizándola. La profundización no se da sólo a un nivel espiritual y filosófico o a nivel científico, sino que se da a nivel de conocimientos altamente integrados a la espiritualidad, que es el toque que nos singulariza y diferencia del conocimiento científico puramente material, que se encuentra reducido a un campo estrechísimo.

 

Como dijimos, durante el tiempo que tienen establecidas las colonias, no han ocurrido desavenencias internas, ya que el grupo comunal está cada vez más íntegramente ligado en la superación espiritual. Más, no todos los mundos son evolucionados espiritualmente, existiendo aquellos en que su interés por la conquista es mayor que el de mejorar como seres; y es así que nuestro Morlen, al igual que muchos otros, como la Tierra y Venus, siendo las naves de la Confederación las que siempre han protegido los Mundos evolucionados y menores. Más no sólo las naves lograron vencer en la defensa de la evolución, sino también las fuerzas más allá de lo conocido, fuerzas espirituales cuyo poder no se puede medir, más que con la medida del amor.

 

Durante 200 años se vino estudiando en Morlen cómo la energía del Sol Galáctico o sea la radiación del centro de la Vía Láctea comenzaría a llegar al Sistema Solar; en los años de 21970 de la llegada de la colonia Morlen o 1,970 en delante de la era cristiana en la Tierra; para esto los planetas sufrirían un gran cambio de fase y ofrecerían mejores condiciones de vida. Al recibir esta energía en sus primeros momentos, los seres que vivieran en aquellos mundos serían afectados grandemente, por lo cual requerían de una preparación para recibirla, y esta preparación consistiría en un volcarse sobre el correcto vegetarianismo, en ejercicio corporal, meditación y concentración para la preparación de la mente. Al igual que parte de la preparación sería desintoxicarse y positivisar el espíritu; los efectos previstos de no preparar a la gente serían entre otros la fuerte radiación que traería como consecuencia el surgimiento de enfermedades que matarían muchos seres, sin poder encontrar remedio la ciencia.

 

Pero esto, el satélite Jupiteriano sería sede del Consejo de los 24 Ancianos de la Galaxia, o cuerpo coordinador de todos los mundos evolucionados confederados de la Vía Láctea. Así para el año 1,001 A.C. se centraría el Consejo en una de las grandes ciudades del satélite, para desarrollar sus trabajos de preparación de los sistemas y planetas que estarían prestos a recibir las primeras ondas de energía del Sol Galáctico; además, el Consejo coordinaría el cambio de fase y de nivel de evolución de mundos como la Tierra (año 2,000 D.C.)

 

CIUDAD CRISTAL

 

Morlen, al principio, se constituyó con cuatro ciudades; entre estas la más antigua es “CIUDAD CRISTAL”, sede actualmente del Consejo de Confederación de la Galaxia. En esta ciudad se puede apreciar por la naturaleza de las edificaciones, que es aquí donde se establece un cuerpo muy elevado de coordinación y dirección espiritual. Podríamos describir esta majestuosa e impresionante ciudad, nombrando las edificaciones que sobresalen en la bella y cristalina ciudad: así pues observamos la tremenda Cúpula del “Consejo de los 24”, el centro donde convergen todos los caminos; se caracteriza por ser el edificio más grande y en el que se encuentran también todos los importantes subsuelos, donde se guarda el conocimiento Cósmico. Tenemos también la gran estructura del Estadio de los deportes, el cual no cumple con la función equivocada que le hemos asignado aquí en la Tierra; los hombres consideramos el “Deporte”, como sinónimo de Competencia o Cultivo del Cuerpo, es un error; el verdadero significado de “DEPORTE” es “RECREACIÓN”.

 

Cuando el hombre le asigna el significado incorrecto de competencia, hace del deporte una guerra muy sutil entre países y una manera de reafirmar la rivalidad entre hombres, la falta de fraternidad que ahí debería reinar. Por esto les preguntamos: ¿porqué ahora en partidos de Fútbol, Básquet, etc., se termina peleando? Es que los deportes del hombre, no le dan la paz que busca y necesita, no le dan la correcta relajación, ya que el cuerpo elimina toxinas, pero la mente se va llenando de toxinas peores, son las del deseo de ganar; la tensión de los deportes va intoxicando la mente del hombre.

 

También sucede que cuando el hombre le asigna al deporte el significado de cultivo del cuerpo, lo que está haciendo solamente es elevar su EGO. De manera inconsciente está alabando la materia y esto es malo; extremados casos de idolatría al cuerpo, por parte de deportistas, los llevan al NARCISISMO.

 

El Deporte en Morlen, se basa en la recreación y la relajación física y mental; cosa que debemos aprender los terrestres.

 

En nuestro recorrido por la “Ciudad Cristal” (llamada así porque la totalidad de edificios están hechos en base a cristal de roca, de color opaco y gran consistencia), pudimos observar las Bases de Naves y los Centros de Agricultura, donde se analizan plantas de todo el Universo; también recorrimos los Centros de Mineralogía, Zonas de parques, los maravillosos Museos, las Ramas Astronómicas y Cosmológicas, los Centros Superiores, Universidades y Laboratorios.

 

Esta ciudad la más importante de Morlen, actualmente cuenta con 3,000 habitantes, y presenta un gusto exquisito en su decoración que es íntegramente natural, con, toda clase de vegetación a lo largo de calles y edificios. Podemos señalar que el lugar más bello de toda la ciudad es el “Centro Artístico”, que nos hace recordar a los anfiteatros Griegos. La mayor cantidad de Maestros y de Estudiantes, se hacen aquí, lo que explica que se evite cantidades de gente, ya que no sería funcional. Pero aquí nos detenemos para hacer mención a un punto importante; en Morlen no existe un centralismo de gobierno, lo que muchas veces trae como consecuencia el desequilibrio de ciudades y el desarrollo heterogéneo.

 

Al hacer referencia a esta gran ciudad podríamos tratar varios aspectos: entre ellos, la Organización, basada integralmente en la Comunidad o COMUN – UNIDAD de Hermanos; donde la familia se ha erradicado, por la gran familia compuesta por todos los seres y donde la pareja, culminación del Amor maduro, es el principal elemento de la funcionalidad de la Colonia.

 

La pareja mantiene aún la relación sexual, pero el placer físico es superado por el placer más elevado de trabajar juntos por el bien de los demás; el hombre y la mujer, polos positivo y negativo, se complementan logrando en su natural afinidad, la perfecta unión: en el trabajo, en inquietudes; en los intereses, en la atracción espiritual y mental, a la vez que la atracción corporal. Las almas complementarias lo son así, en todos los niveles, siendo los mejores compañeros de trabajo; y si un clarividente los observa, puede ver como las auras son muy parecidas. Cuando llega el tiempo de encontrar su pareja, ellos tienen la posibilidad de ver y conocer su complemento, siendo los hijos, fruto de ésta unión, parte de la comunidad. Los hijos de la pareja son todo el conjunto; y tanto se aman a los hijos de otros, como a los de su propia carne, pues los seres sólo son del Profundo.

 

La propiedad también es algo que se va superando, todos tienen y a nadie falta; no hay necesidad de acaparar y tener más de lo necesario, ya que no existen tiendas; uno puede ir al almacén y sacar lo que necesita. Para esto, la superproducción hace que todo sobre; todos trabajan, ya que el estado de conciencia hace que la persona se realice en cualquier trabajo. Así, en este mundo el hombre se realiza cumpliendo con la Comunidad y consigo mismo. No existe dinero, pero si un alto poder adquisitivo por parte de toda la población, ya que las únicas condiciones para adquirir son pedir y saber recibir. Las casa son multifamiliares y desde allí se vive el ambiente comunitario; también en la forma de vestir se ha logrado superar el egoísmo, ya que todos se visten con túnicas o buzos blancos. Decimos se ha logrado superación en el vestir, ya que el hombre no sólo tiende a cubrirse por necesidad moral o física, también tiende a hacerlo por lucir mejor que los demás o por sobresalir de grupo (típico caso del uso moderno de exclusividades en la Tierra); así pues nuestros hermanos mayores de Morlen se visten de blanco, simbolizando la perfección que todos esperamos tener, y reafirmando así que por fuera somos el reflejo del espíritu.

 

La alimentación, se basa en un vegetarianismo puro; no se comen animales por múltiples razones, entre ellas: al comer carne, no sólo comemos de su materia, sino también de su energía animal y por tanto nos vamos “animalizando”. Otra razón es que la carne trae toxinas, las cuales poco a poco nos intoxican. Concluimos con una razón más, al comer vegetales, nosotros estamos ingiriendo células vivas, lo que nos reporta vida, lo contrario de las células muertas de las carnes.

 

La alimentación, como dijimos, está constituida a base de extractos de determinados vegetales, que producen sustancias necesarias para la vida del cuerpo y que le reportan todo lo que éste necesita; los extractos no contienen sabor alguno, ya que otra forma sutil de apego es comer lo que nos gusta, o comer sólo lo que tiene buen sabor. Cuando uno supera la gula y sólo come lo necesario, se eliminan grandes problemas corporales y se cumple la frase “Vivía para comer, ahora como para Vivir”.

 

OTRAS CIUDADES

 

Hemos tratado hasta aquí varios puntos, acerca de la vida, no sólo en Ciudad Cristal, sino en todas las Ciudades del Satélite. Es el momento de mencionar a las otras Ciudades de Morlen, que son: Ciudad CONFRATERNIDAD, llamada así porque en ella reside la totalidad de colonos terrestres llevados por los guías; todos los terrestres que son en número de 12,000, han sido llevados en épocas distintas y de sitios diferentes del planeta. Hay de todas las razas y se les ha adaptado para la vida en Comunidad, luego de haber seguido una etapa de preparación mediante un des-condicionamiento de su vida anterior en la Tierra del cual se encargan los Guías Morleanos. Otra ciudad, que es casi contemporánea a la Ciudad Cristal, es la Ciudad RAMANES, cuyo nombre es un recuerdo del patriarca de Morlen, el cual se encuentra actualmente, en Planos Superiores. Es aquí donde se destacan los mayores centros Superiores de preparación para Doctores Mentales; otras Ciudades son OMUND, MORLA Y SOLMA; ésta última tan grande como para albergar 6 razas de Colonos, que ya tienen 8,000 años de haber sido preparados para re-poblamientos; son 188,000 seres. Ellos viven juntos, en la más elevada armonía.

 

En la Ciudad CONFRATERNIDAD, colonia Terrestre, también se encuentra el Consejo de Menores de Morlen; o sea el cuerpo coordinador del desenvolvimiento de todas las Ciudades Morleanas. Este cuerpo coordinador, como antes mencionamos, está compuesto por 12 venerables Maestros y rige con una forma de gobierno patriarcal; más como se nos manifestó en las primeras comunicaciones, la forma de gobierno sería un súper comunismo sin barreras, o un gobierno Comunal; estas formas podrían asemejársela.

 

En Morlen se celebran fiestas, éstas son:

 

– Día de la Unidad.

 

– Día de las Colonias.

 

– Día del Amor.

 

– Y en especial todos los días son fiesta del Profundo. 

 

Las fiestas o festividades en Morlen adquieren un cariz muy espiritual y sagrado por el Amor que irradian todos los Hermanos juntos; algo muy distinto del ambiente que nosotros les asignamos en la Tierra a nuestras fiestas. 

 

Actualmente Morlen cuenta con 1’000,000 de personas naturales y 200,000 colonos, entre terrestres y de otros planetas.

 

SEDE DE LOS 24 ANCIANOS DE LA CONFEDERACIÓN.

 

Los 24 Ancianos del Consejo de la Confederación, representan la Unión de todos los Mundos evolucionados de la Galaxia para la evolución en común y para encaminar en conjunto todos los esfuerzos posibles, para la solidaridad de civilizaciones, así como fomentar la ayuda Galáctica, en los mundos que están tratando de evolucionar. Sin quitar el esfuerzo que toca a cada Mundo, los Mundos evolucionados ayudan encaminando y aconsejando; si un Mundo en evolución está en peligro de destruirse, la Confederación interviene, removiendo los espíritus más elevados, o fomentando el que hayan cuerpos en determinados lugares, para que luego sean habitados por los hermanos que lograron superarse, en el plano de evolución, pero que perdieron su cuerpo o lo tienen fallado.

 

El Consejo está conformado por los espíritus mayores de seres que han logrado la correcta iluminación y elevación en la sabiduría eterna. Estos 24 Maestros de distintos Mundos y de los planos Superiores de desarrollo, han sido designados por los Mentores; para que coordinen todas las Misiones de ayuda y de solidaridad por intermedio de todos los hermanos de vestiduras blancas del Universo. Poseen cuerpos que les hace parecer como ancianos de distintas razas, y que sólo es el reflejo de su lograda iluminación.

 

Este Senado Celeste está actualmente coordinando la evolución del planeta Tierra que está a punto de cambiar de fase y lograr un nuevo nivel de evolución. Se trata de preparar a la Tierra como hogar del nuevo Súper Hombre, que la repoblará.

 

BASES EN EL UNIVERSO

 

La Confederación tiene bases en todo el Universo, en cada planeta habitado en que se ha logrado el diálogo. Muchos satélites que no tenían vida o que la perdieron, han sido reacondicionados, y en estas proliferan las bases agrícolas.

 

En nuestro sistema nada más, se dan bases en los satélites de Saturno, y Urano, entre otras.

 

Las bases varían de acuerdo a su utilidad, las hay: técnicas, agrícolas, pequeñas o grandes colonias, estaciones, etc.

 

LOS GUIAS DE MORLEN

 

Hace alrededor de 100 años, que para desarrollar las Misiones de ayuda que tenía el Consejo, se recurrió a la formación de un cuerpo organizado de Maestros “Guías”, que se encargarían de formar los grupos de Misión en los planetas para ayudar mediante comunicaciones telepáticas y experiencias físicas.

 

Se escogieron varios planetas para que formaran academias de Guías, entre éstas, las Academias Omund en Morlen, la Academia Celex en Xilox, Oromun en Io, Sinlax en Europa (satélite de Júpiter), Amon en Apu, Rumi en Venus, etc.

 

Los más calificados de los programas de estudios metapsíquicos, los Doctores Mentales de los Centros Superiores, conformarían las primeras promociones de Guías de las Academias. Las Academias, en una primera etapa, habrían servido para doctores Mentales, luego se habrían introducido otras ramas del conocimiento. La vida de los Guías, desde que empezaron, marcaría el compromiso de seres con toda una raza.

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La Sabiduría de los Retiros Interiores

La existencia de Shambhala, ciudad matriz del reino subterráneo de Agartha, está más cerca de la ficción que de la realidad para el hombre común. Como en su momento se juzgó a Troya, o la existencia de tierras más allá de los mares en tiempos de Colón. Sin embargo, la existencia de esos túneles, e incluso de verdaderas ciudades intraterrenas abandonadas —como la misteriosa Cueva de los Tayos, en el Ecuador— ha venido reuniendo el interés de connotados científicos e investigadores. Son lugares que han podido ser visitados, fotografiados y estudiados. La leyenda es real.

Lo inquietante, no obstante, no es la propia existencia material de estas galerías artificiales, construidas por una civilización desconocida hace miles de años. El verdadero misterio se encuentra en los habitantes de aquellos laberintos del “mundo de abajo”: ¿Quiénes son? ¿Por qué no se muestran abiertamente? ¿Cuál es su relación con la humanidad? Desde los Nagas de los Himalayas, a la creencia del “Uku Pacha” o mundo subterráneo en el antiguo Perú, las referencias a aquellos esquivos maestros de largas túnicas blancas es abundante. En la actualidad, los acercamientos con ellos se han seguido produciendo, pero en un marco de discreción y silencio. Y hay más de una razón para explicarlo.

La leyenda cuenta que en tiempos muy antiguos existieron importantes civilizaciones, muy anteriores a Sumeria, Egipto o la cultura Maya. Me refiero a una verdadera humanidad perdida que se remonta a la época del llamado “diluvio universal”, un evento catastrófico que más de un mito menciona sin importar en que parte del mundo lo escuchemos. Lemuria, Hiperbórea o Atlántida, son algunos de los nombres que señalan aquellos tiempos “pre diluvianos”, en extremo desconocidos por el hombre. Esas civilizaciones prehistóricas habrían existido. Y al conocer su destrucción —reza la leyenda— un grupo de sabios maestros se establecieron en refugios previamente construidos bajo la superficie del planeta, en zonas de difícil acceso, como gigantescos desiertos, altas cadenas montañosas o selvas impenetrables. La leyenda sostiene, además, que en su nueva morada subterránea depositaron los anales de su cultura, un archivo inimaginable de conocimiento, y que sería puesto a disposición de la humanidad de superficie cuando ésta demuestre que se encuentra preparada para conocer su verdadero origen, destino y misión.

Así, sus moradas subterráneas se transformaron en templos, y desde aquel entonces se les llamó Retiros Interiores.

 

El Decadrón sintetiza parte de esa sabiduría espiritual que protegen y que recuerda la esencia de las más importantes enseñanzas filosóficas de todo el mundo antiguo.

Primera Ley
“El verdadero estudiante de la vida empieza estudiándose a sí mismo”

Este principio, el más importante de todos, afirma que el verdadero estudiante de la vida, de la Tierra, o del infinito Cosmos, al comprender la existencia y naturaleza de una gota de agua puede fundirse con el océano. Una criatura viviente y una estrella no están tan separadas como podrían aparentarlo. Cada existencia se encuentra interconectada y se rige bajo las mismas leyes. Según viejas enseñanzas esotéricas, la atenta observación de uno mismo puede transformarse en una herramienta poderosa para penetrar en los misterios de la naturaleza y sus mecanismos. De hecho, los Maestros de la Hermandad Blanca resaltan por su profundo conocimiento del planeta y el Universo. Su formula no sólo se basa en el importante archivo de información que custodian en sus Retiros Interiores, sino en la comprensión de ellos mismos como parte de aquel Todo. Por ello el primer principio de su código espiritual afirma que uno debe empezar investigando en su propia realidad interior.
Muchos se preguntarán: ¿Cómo?
Las formas no son lo importante, sino la intención de aquel que busca.

El silencio y la meditación son buenas consejeras para adquirir momentos de paz y claridad, instantes en donde nuestra mente “verá” claro y podrá evaluar, sentir e interpretar nuestro camino. Los Maestros dicen que la mente debe observar sin juzgar lo que ve. Entonces automáticamente nuestro sexto sentido —o intuición, si preferimos llamarla así— nos advertirá los pasos correctos para nuestra evolución y aprendizaje, y las circunstancias y acciones que en una próxima ocasión deberíamos evitar. Pero la atenta observación de uno mismo no sólo involucra la meditación en sí misma, sino un estado de conciencia de todo cuanto hacemos en nuestro desenvolver cotidiano.

Hay cosas que pueden —y deben— modificarse. Y otras que son inherentes a nuestro aprendizaje. Ver nuestra vida desde afuera, como si fuésemos científicos que están pendientes de cada detalle, de cada paso de aquel ser humano que somos nosotros, es un buen ejercicio para comprender desde otra perspectiva el milagro maravilloso que es nuestra existencia, y desde la cual podemos ver el Universo entero.

Segunda Ley
“La luz verdadera alumbra o ciega según la actitud del estudiante”

La definición más aceptada de la luz sostiene que es una onda electromagnética capaz de ser percibida por el ojo humano. Su frecuencia determina su color. Si le pedimos a alguien que visualice un haz de luz, o una radiación lumínica, lo más frecuente es que imagine un resplandor blanco, brillante y muy claro. Es como si el color blanco reuniera o sintetizara los diferentes matices de la luz. La luz —sostiene la creencia Hindú— fue parte de la creación del Universo a través de la exhalación de Brahma o el “Big Bang” que sugieren nuestros actuales científicos. La Luz sería la información que todo lo impregna.

Los Maestros de la Hermandad Blanca afirman que existen “varios” estados en la naturaleza de la luz. Dicen que la luz puede ser alterada, modificada, y empleada a conciencia para distintos fines. Sin embargo, el segundo principio del Decadrón se refiere a la luz como una alegoría que va más allá de este concepto. Habla de la luz como conocimiento.

Sostiene que su real naturaleza es perfecta, y que depende enteramente del receptor el uso equilibrado de aquella revelación. En otras palabras, este principio enseña dos cosas concretas:

1. Que el conocimiento verdadero es por naturaleza inocuo. No va a izquierda o derecha, no pierde su balance. Sencillamente, “Es”.

2. Es de responsabilidad del estudiante hacer buen uso del conocimiento. Este puede “iluminar” —conciencia, crecimiento—, o “cegar” —confundir, desorientar— si se lleva a cabo un empleo indebido de lo recibido.

Por ello El Decadrón afirma que la luz verdadera alumbra o ciega según la actitud del estudiante. Es interesante constatar que el comportamiento de la luz que estudian los científicos no escapa a la enseñanza de este principio. Veamos un ejemplo sencillo: Todos sabemos que es peligroso mirar directamente al Sol, pues su radiación podría lesionar nuestros ojos. Ello no quiere decir que nuestra estrella —una enana amarilla— sea “negativa”, pues nos da calor, abrigo, y permite que la vida sea posible en el planeta. Sin embargo, en ciertos momentos sí se puede ver la figura solar, como en el amanecer. En otras circunstancias —como cuando el Sol se encuentra en el cenit— sería más que imprudente. Algo similar ocurre con el conocimiento.

El mal uso del conocimiento se ha registrado desde épocas muy antiguas. Grandes civilizaciones precipitaron su desaparición al perder la línea original de las enseñanzas recibidas. Por ello la “luz” alumbra o ciega de acuerdo a nuestra actitud.

Tercera Ley
“El verdadero soldado de la luz batalla amando a su enemigo”

Este principio sostiene que cada acción posee una energía. Desde el acto de la guerra a las más sublimes manifestaciones de amor. Por ejemplo, en experimentos científicos se ha demostrado que un pensamiento positivo tiene mayor energía que un conjunto de pensamientos negativos. Es decir, combatir el fuego con fuego, no es la mejor formula, y más aún cuando los principios universales —como el de causa y efecto— están operando constantemente. El Decadrón afirma que el verdadero “soldado de la luz” enfrenta las cosas con amor. Y se refiere al estudiante como “soldado” por cuanto el caminar humano se encuentra en el medio de una intensa pugna de fuerzas e influencias.

El sabio chino Lao Tse impartía una forma adecuada para hacer frente a ese conflicto: la quietud. El árbol manso y moldeable, era más resistente a las embestidas del viento, frente a un árbol duro y rígido, que corría el riesgo de romperse. Y es que, erróneamente, se ha pensado que una actitud calmada y pacífica es sinónimo de debilidad. Al contrario, es una muestra de poder y control interno. En un mundo donde es evidente la pugna de fuerzas, la paz interior es la espada que protege al guerrero de la luz. Un guerrero que comprende la naturaleza de su adversario. Por ello lo ama, no lo odia. Y he allí el secreto del tercer enunciado de El Decadrón.

El verdadero soldado de la luz batalla amando al enemigo porque su lucha no es un acto de resistencia, sino de no-resistencia, una actitud llena de paz, de quietud, de comprensión, de perdón y, por consecuencia, de control de la situación.

Cuarta Ley
“La verdadera protección radica en el control del miedo interior”

Los Maestros de la Hermandad Blanca son semejantes a los monjes orientales. Poseen una gran espiritualidad y sabiduría, pero no por ello dejan de ser fuertes y firmes. De hecho, una de sus principales tareas es equilibrar la pugna de fuerzas que hay en el mundo. Como vimos en el capítulo anterior, el caminante debe enfrentar las pruebas e influencias que no vibran en la luz con amor y tranquilidad espiritual. Este nuevo principio que tratamos explora un poco más allá estas situaciones de conflicto, hablando concretamente del miedo y la protección. ¿Qué significa la protección? ¿Por qué su efectividad depende del control de nuestros propios miedos?

Habitualmente, definimos como “miedo” a una intensa emoción desagradable, activada por la percepción de un peligro —sea este real o supuesto—, ante una situación no deseada, o de cara a una experiencia desconocida, desarrollándose en tiempo presente o con inquietud de que ocurra en el futuro. Para muchos estudiosos, el miedo es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural a la “amenaza”. En el caso humano, muchas veces puede ocurrir ante un evento que el individuo no desea por alguna u otra razón. O que, sencillamente, desconoce, y esa situación le hace sentir indefenso. Las explicaciones, desde luego, son diversas. Pero todas concluyen de alguna u otra forma en que el miedo no es contraproducente, sino que opera como un mecanismo natural de supervivencia y adaptación. Si éste se desborda ante situaciones que tienen control, se podría interpretar como un error de percepción. En otras palabras, muchas veces el miedo puede derivar de la “ignorancia”.

En todos los casos, el control del miedo es una herramienta fundamental para enfrentar las situaciones de riesgo o peligro. Es fácil de deducir que la iniciación en el conocimiento puede disminuir la tendencia al miedo irracional. Los grandes Maestros de la historia humana siempre hicieron énfasis en no temer, pues la verdad estaba viva y nada ni nadie podía hacerles daño. Cuando el caminante conoce cómo operan las leyes universales, el miedo irracional empieza a desaparecer. La verdadera protección radica en el control del miedo interior porque de nada sirve conocer las leyes y ser asistidos por fuerzas superiores, si es que en la misma medida tenemos miedo y aprensión. La mayor protección del caminante es el dominio de sus propios fantasmas y temores.

Quinta Ley
“El verdadero maestro enseña con el ejemplo”

La sencillez y contundencia de este principio fundamental, no requiere mayor explicación. Es un consejo antiguo, lleno de sabiduría, y que ha pervivido a través de las edades de la historia. Hoy en día, se ha convertido prácticamente en un adagio popular: “La acción determina cómo pensamos”. El Decadrón afirma —sumándose a otras tantas filosofías de antiguo— que el verdadero Maestro enseña con el ejemplo; es decir, que el poder de su sabiduría se encuentra en la acción, en la obra, como reflejo de sus pensamientos. Un Maestro es vehículo de conocimiento. Y lo debe inspirar primordialmente con su propia vida.

En estos años, aprendí de la Hermandad Blanca estas cuatro verdades sobre la maestría espiritual:

1. Un verdadero Maestro no procura generar dependencias. Procura formar nuevos maestros y no más discípulos permanentes. Su misión no está en formar seguidores, sino conciencias libres.

2. Un verdadero Maestro es humilde por naturaleza. No es perfecto, a pesar de su conocimiento. Puede equivocarse en su sana intención, pero también reconoce el error y lo enmienda con amor y tranquilidad.

3. Un verdadero Maestro no obliga a aceptar sus enseñanzas. Ni impone su punto de vista. Sólo lo expone con amor y sabiduría. Otorga sin juicio alguno el conocimiento y deja que los oídos que están listos para escuchar, escuchen.

4. Un verdadero Maestro es coherente en sus actos con lo que dice y enseña. Si no es así, algo no está marchando bien.

Básicamente, estas cuatro verdades que aprendí armonizan perfectamente en el conocimiento que encierra El Decadrón: El verdadero Maestro enseña con el ejemplo.

Sexta Ley
“El verdadero mensajero es aquel que solo transmite el mensaje”

Un mensajero es puente de una información. Un instrumento del Universo para hacer llegar determinado conocimiento o enseñanza. Por ello el Decadron sugiere que su participación en esa importante tarea no altere la real naturaleza del mensaje que se debe entregar. De lo contrario, podría afectar la esencia de lo recibido. En otras palabras, un mensajero debe evitar cualquier tipo de contaminación del mensaje que debe compartir.

En los grupos de contacto muchas veces los mensajes recibidos son alterados inconscientemente por nuestra particular forma de entenderlos y procesarlos, por nuestro carácter y opinión previa sobre ciertos asuntos, e inclusive bajo la influencia de intereses personales. La enseñanza de los Maestros hace hincapié en que todo aquello que vivamos en el contacto, debe ser transmitido tal y cual ocurrió, sin juzgarlo, sin resistencia, sin intentar interpretar la real esencia de las cosas que se nos dieron. Un verdadero mensajero transmite sólo el mensaje, sin alterarlo bajo ninguna circunstancia. Y comprendiendo, desde luego, que el mensaje es más importante que el mensajero.

Séptima Ley
“La fe verdadera se sustenta en el conocimiento”

Nos encontramos ante una de las fuerzas más poderosas del Universo. Una fuerza que puede ser empleada por el ser humano para cambiar el rumbo de los acontecimientos, modificar su vida, entorno, o al propio planeta. Podría decirse que es una energía, capaz de hacer cualquier cosa. Pero nadie sabe exactamente qué es la fe. Habitualmente se la define como “la convicción de lo que uno no puede ver”. También podría traducirse como creer. Y aquí empiezan a accionar los principios universales, el “secreto” que yace detrás de la fe.

¿Qué quiso decir Jesús al afirmar que si tuviéramos fe del tamaño de un “grano de mostaza”, podríamos desplazar montañas? ¿Fue sólo un símbolo aquel ejemplo? ¿O encierra una verdad antigua?

La fe, en realidad, no es un acto ciego o irracional. La razón de ser de la fe puede hallarse en un conocimiento que la sustente, que expliqué por qué y cómo actúa. ¿Esto quiere decir que podríamos mover físicamente las montañas, tal como señalaba Jesús? Sin duda. Se puede. Pero para lograr aquellas cosas “increíbles” debemos generar una cantidad importante de energía. Por lo menos, del volumen de un grano de mostaza. Este principio enseña que la fe no mueve montañas sólo por los sentimientos o anhelos humanos, por más poderosos que sean. Habla de leyes espirituales poderosas que podrían explicar cómo opera lo que llamamos fe. Si sumamos ese conocimiento a nuestra poderosa capacidad de crear lo que creemos, habremos cruzado la línea que separa el discipulado de la maestría. He allí el secreto y sabiduría de esta ley.

Octava Ley
“La sagrada doctrina se torna aun más sagrada si se es consecuente con ella”

Hasta aquí, hemos analizado el mensaje de los primeros siete principios de el Decadrón. De acuerdo a los Maestros, los siete enunciados iniciales se concentran de manera especial en el caminante. En la persona o ser que siente vivir y realizar la luz. En los siguientes tres principios —que empezamos a tratar desde este momento— hallaremos un conocimiento orientado principalmente a la mística de grupo.

Para explicarlo de otra forma, el discipulado para convertirse en parte consciente de la Hermandad Blanca, requiere de siete pasos, que como vimos consisten en:

1. Conocerse a uno mismo para conocer al Universo.
2. Comprender la naturaleza de la luz y el conocimiento verdaderos.
3. Saber enfrentar las adversidades a través del amor y la no resistencia.
4. Controlar nuestras emociones para hacer efectiva nuestra propia protección.
5. Ser ejemplo de lo que hemos aprendido.
6. Comprender que el mensaje es más importante que el mensajero.
7. Fortalecer nuestra fe en el conocimiento.

Una vez que cruzamos estas siete “puertas”, nos hallamos ante la octava ley. Un enunciado que vibra más en la labor de grupo o hermandad. ¿Qué significa este nuevo principio?

Habla de la “doctrina”. Pero no en la acepción que muchas veces se relaciona a las religiones organizadas, sino como un conjunto de enseñanzas o principios. Ser consecuente con las enseñanzas espirituales significa no traicionar nuestro compromiso con nosotros mismos y con la Luz. Servir amorosamente a los principios que nos inspiraron e iluminaron. En suma, al propósito superior de nuestra misión. Así, en cada acción y esfuerzo, los designios superiores serán santificados, envueltos de una energía de voluntad y servicio. Se harán fuertes y adquirirán vida propia. Se transformarán en el alma colectiva de un grupo que trabaja en la luz. Y esa energía protegerá y asistirá al caminante, y le ayudará en la consecución de la obra.

Por ello El Decadrón afirma que la doctrina “se torna aún más sagrada”, pues es nutrida de la energía de quienes vibran en ella y la realizan. No es sólo un símbolo. Hay allí un poderoso fluir de fuerzas. Este es un secreto que ha sido practicado desde épocas muy antiguas: Cuando un grupo de personas se une bajo el amparo de un principio en el cual vibran y creen, dan forma a un elemento, denominado por los Maestros “La Ley del Núcleo”. Todo grupo humano, espiritual o bélico, religioso o político, trabaja con la Ley del Núcleo, independientemente de que lo sepan o no. La energía que generan al reunirse bajo ciertos ideales y objetivos, y trabajar decididamente por ellos, va dando forma a este elemento que se transforma en el “alma” o “Cuerpo Místico” de aquel grupo. Aquel “Núcleo” o “Templo Espiritual”, si es construido sobre la base de ideales elevados y amorosos, en proyección al servicio y la ayuda a los demás, se podría convertir en un foco de irradiación positiva en su momento de maduración. Esta verdad nos lleva directamente a la Novena Ley.

Novena Ley
“El verdadero templo es aquel que se construye sobre la base de sentimientos, pensamientos y actitudes”

Habitualmente definimos a un templo como un lugar para oración. El término proviene del latín templum, que designa un edificio sagrado. En la antigüedad, se le asociaba al cosmos —como si el cielo tuviese su reflejo en la Tierra—, y muchas culturas irguieron maravillosas construcciones para comunicarse con aquellos secretos de la bóveda celeste. Antes del cristianismo, Sumeria, Egipto, Grecia o las culturas americanas —entre ellas los mayas e incas— poseían importantes templos, en donde no sólo se consagraban al Sol o las estrellas, sino también a la propia naturaleza. Sin embargo, templo no sólo designa una construcción humana para las prácticas místicas y la oración. Como vimos en la octava ley de El Decadrón, un conjunto de ideas o principios pueden ser santificados si creemos en ellos y empezamos a trabajar decididamente en esa dirección. La novena ley nos dice ahora que luego de ese proceso, estamos creando un templo “espiritual”. Por ello advierte que el templo verdadero “…se construye sobre la base de sentimientos, pensamientos y actitudes”.

Esotéricamente, se conoce este fenómeno con el nombre de “Egrégor”, voz verbal del griego clásico que significa “vigilar”, “velar”, “estar despierto”. Otra interpretación se desprende de la contracción de las palabras árabes “eg” y “gregen”, que significan “eso que reúne” o “lo que reúne”. En otras palabras, el Egrégor sería aquel cuerpo místico que logramos crear gracias a la Ley del Núcleo que agrupa el aporte psíquico. Este principio nos dice que todo lo que sentimos pensamos y hacemos nutre, alimenta y construye nuestro Templo Verdadero que es el espiritual.

Décima Ley
“El verdadero místico es aquel que pone en práctica los principios del Cielo y que muere constantemente por amor al prójimo”

Es difícil describir la belleza y verdad que encierra este principio. Sintetiza el espíritu de todo verdadero caminante de la luz. Es, sencillamente, la consigna y misión de la Hermandad Blanca: poner en práctica los principios que rigen el Universo y aplicarlos en el servicio a los demás. Y casi siempre en silencio. No hay mayor misterio, pues “los principios del Cielo” no son otra cosa más que las leyes universales. Un verdadero místico vive y acciona en total conocimiento de estas leyes.

Pero, ¿qué significa morir constantemente por amor al prójimo?
Es una alegoría que señala el sacrificio por amor a los demás. El “sacro-oficio” o nuestro trabajo santo por el próximo, al que tenemos más cerca. Esto quiere decir que nuestra vida debe ser una labor de servicio sin esperar nada a cambio. Una tarea que puede requerir en ciertas circunstancias de grandes pruebas y esfuerzos para purificar nuestras intenciones y el alcance de la obra. “Morir constantemente” expresa constancia en esa misión.

El servicio es el mensaje de la Décima Ley de El Decadrón.

NOTA: Este artículo es una adaptación del libro “Designios Superiores: El Decadrón” de Ricardo González (ECIS Publicaciones, Buenos Aires, 2007). Imágenes del artículo: Pinturas de Nicolas Roerich y portada del libro.