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Experimento compartir

Acción contra el Hambre lanza http://www.experimentocomparte.org para estudiar el comportamiento del ser humano cuando se enfrenta a la realidad de un mundo mal repartido. De los 20 niños sometidos a estudio, 20 compartieron su comida. Queda claro que la lucha contra el hambre es más fácil si todos compartimos un poco.

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Experimento Comparte

Un claro ejemplo de lo que somos en realidad los seres humanos.

 

Un experimento promovido por Acción contra el Hambre nos enseña que de los 20 niños sometidos a estudio, 20 compartieron su comida, para enseñarnos a los más mayores que la lucha contra el hambre es más fácil si todos compartimos un poco. El esperimento intenta mostranos y hacernos reflexionar sobre el comportamiento del ser humano cuando se enfrenta a la realidad de un mundo mal repartido.

En un mundo con capacidad para alimentar al doble de su población, 3,5 millones de niños mueren por desnutrición aguda cada año.

Muchas veces deberíamos aprender de los niños.

 

Campaña de Acción contra el Hambre

 www.experimentocomparte.org

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La campaña Space Lab busca próximas generaciones de científicos

«La campaña YouTube Space Lab es una manera creativa, excelente, de llegar a quienes integrarán las próximas generaciones de científicos, en tierra y en órbita», asegura el director de Vuelos Tripulados y Operaciones de la ESA, Thomas Reiter

La Agencia Espacial Europea (ESA) se ha unido al lanzamiento de la iniciativa ‘YouTube Space Lab’, una campaña iniciada por YouTube, la NASA y dos socios más en la que se reta a estudiantes de todo el mundo a diseñar un experimento científico para la Estación Espacial Internacional (ISS).

Los experimentos ganadores serán llevados a cabo en la ISS y se retransmitirán al mundo en YouTube. Pero ‘Space Lab’ forma parte de una iniciativa más amplia orientada a facilitar a los educadores el acceso a la gran cantidad de contenido educativo disponible en YouTube.


Stephen Hawking, en el comité evaluador

Junto a la ESA también se han sumado otras dos agecias espaciales: la japonesa, (JAXA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Los alumnos de entre 14 y 18 años, individualmente o en equipos de hasta tres miembros, pueden enviar sus vídeos YouTube describiendo los experimentos a Space Lab

Un comité de prestigiosos científicos, astronautas y profesores evaluarán las propuestas, teniendo en cuenta las opiniones de los usuarios de YouTube. Entre los miembros del jurado están el físico teórico Stephen Hawking; los astronautas Frank De Winne, Samantha Cristoforetti y Timothy Peake, de la ESA, sus colegas Leland Melvin, de la NASA, Akihiko Hoshide, de JAXA, y Chris Hadfield de la CSA; y el fundador del Circo del Sol, Guy Laliberté.

En marzo de 2012 seis finalistas regionales viajarán a Estados Unidos para participar en un vuelo de caída libre y recibir otros premios. El premio de los finalistas europeos consistirá en una visita al Centro de Astronautas Europeos en Colonia, Alemania, que incluirá la asistencia a sesiones científicas y un tour guiado por astronautas europeos.

«Como antiguo tripulante de la ISS me siento especialmente contento de que la ESA participe con sus expertos en este concurso mundial de estudiantes, que promueve la ciencia a bordo de la Estación», dijo Thomas Reiter. «Creo que estas iniciativas son esenciales para lograr que los jóvenes se impliquen no sólo en los desafíos que suponen hacer ciencia en el espacio, sino también a la hora de valorar los múltiples beneficios que genera esta investigación».

Fuente: El Mundo

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*LOS CUENTOS DE HADAS* Origen y significado

Los Cuentos de Hadas o tradicionales tienen su origen en la noche de los tiempos, existen en todas las culturas y casi siempre comparten una serie de elementos comunes. Entre estos elementos están el ritmo, la línea argumental y una serie de alegorías y símbolos que sólo son igualados por los sueños. La relación entre los sueños y este tipo de cuentos es más estrecha de lo que se supone, para muchos es del mundo onírico de donde han salido a la luz dichas historias. Para otros son reminiscencias de los antiguos mitos como los de Isis y Osiris, Mitra, Krisna, etc., incluso de mitologías y religiones que han desaparecido. También se apunta su relación con la psiquis, tal como afirmaba el psiquiatra infantil Bruno Bettelheim o el analista Carl G. Jung, y que tan bien ha trabajado su discípula María L. Von Franz. En cambio otros sólo quieren ver meras fábulas cargadas de moralidad y cuyo objetivo era mantener el miedo y la prevención entre quienes las escuchaban, una forma de contingencia moral para mantener los grupos sociales dentro de los linderos de la sociedad.

Los menos afirman que son narraciones que reflejan la historia del alma humana y sus procesos, que nos hablan del desarrollo del espíritu que sale del Gran Todo, participa de la creación y regresa a su morada original con algo nuevo.

Todas estas afirmaciones son ciertas, como en la historia sufí del elefante y los ciegos, cada cual ve sólo una parte. Los cuentos de hadas son todo eso y mucho más, son de una naturaleza que permiten emitir todos los registros antes descritos en diferentes sustratos, actuando en la mente y en el alma humana a diferentes niveles según las necesidades de cada cual.

Pero es en la vida infantil cuando vemos que existe hacia éstas una mayor simpatía, una mayor atracción. Si bien la mayoría de educadores sólo quieren ver que esto se debe a que son historias sencillas, con un comienzo y final consecuente, esto sería ver solo una parte de esta verdad. Desde una óptica espiritual, este fenómeno se debe a que el niño siente de manera inconsciente añoranza de su origen espiritual, ya que aún las emociones y la mente no le han anestesiado del todo de su origen prenatal, y los cuentos le hablan de esa vida que dejó atrás y de la que sólo le quedan ecos. Además éstos son para la psiquis y su alma en formación, lo que la comida a su cuerpo, un auténtico alimento, que lo nutrirá en un desarrollo armónico de su personalidad.

Sin embargo, debemos conocer y saber cómo deben ser contadas estas historias, de qué manera, a qué edades, incluso qué cuentos, dependiendo la época del año. Sobre esto hablaremos más adelante. Incluso volveremos a tocar el origen y la naturaleza de tan singulares historias en posteriores oportunidades.

Como indicamos, el origen de estas narraciones se pierde en la noche de los tiempos, se las conoce por doquier y cuando los medios de comunicación no existían servían de vehículo social para explicar la vida, los procesos o los estados del alma a los grupos.

Pero si queremos dar una respuesta más concreta sobre su nacimiento, tendríamos que hablar de aspectos relacionados con el origen esotérico, oculto del ser humano y de la humanidad misma.

Hubo un pasado muy remoto, más de lo que los historiadores podrán suponer, en el que los hombres estaban aún en contacto con lo divino, con los mundos espirituales. Era una época en la que no hacía falta la escritura, pues la memoria y la percepción de la vida interior, de los procesos psíquicos, se encontraban en su máxima expresión. Pero conforme la humanidad fue perdiendo esas capacidades se hizo necesario que se pudiera transmitir esas verdades interiores a las generaciones que iban llegando, ya que no tenían ese acceso a la vida psíquica y espiritual como sus ancestros, pues conforme perdían esta visión interior ganaban en percepción sensorial e intelectual, en la capacidad de experimentar la vida externa y razonar, así el hombre se olvidó de su origen y, por lo tanto, de su destino. Este proceso dio como origen a los mitos que encontramos en las distintas religiones, como es el caso del Génesis Bíblico, la salida del Edén, la pérdida del estatus de semidioses. Este mito se repite en distintas culturas, incluso hoy se ha podido descubrir como el mito de Adán y Eva tiene su origen en culturas anteriores a la hebrea, tomándola éstos de esas culturas anteriores a ellos y seguramente a su vez las tomaron de otras, pues la realidad es que nunca se han dejado de repetir y han pasado de cultura en cultura, de civilización en civilización.

Así es como nacieron los mitos, las leyendas y los cuentos de hadas. La diferencia es que estos últimos permanecieron en la tradición oral, no formaron parte de ningún cuerpo de doctrina, ni del complejo mitológico, tan sólo fueron patrimonio del pueblo llano, manteniendo esa sencillez, esa candidez alejada de la sofisticación, la erudición y de traducciones e interpretaciones interesadas.

Es por ello que vemos un gran parecido entre mitologías, sagas y textos religiosos, y con todos ellos entre sí, incluyendo a los cuentos de hadas. Pues si bien se revisten de elementos distintos, su esencia, su mensaje profundo, es el mismo. Todos contienen mitos que resuenan en nosotros y evocan principios de nuestro interior.

En el niño, entre los tres y siete años, estos arquetipos activan en su mente infantil estos mismos principios, más allá de las formas o circunstancias del cuento, sirviendo de base para su desarrollo psíquico, lo cual le ayudará a una vida adulta más armónica.

Zeraus Tador

Extraído del libro Cuentos de Hadas para niños

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¿LOS REYES MAGOS EXISTEN? (Motivacional)

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:

– ¿Papa?
– Sí, hija, cuéntame
– Oye, quiero… que me digas la verdad
– Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido
– Es que… -titubeó Blanca
– Dime, hija, dime.
– Papá, ¿existen los Reyes Magos?

El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

– Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?

La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

– ¿Y tú qué crees, hija?
– Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso.
– Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero…
– ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!
– No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Blanca . –

Entonces no lo entiendo. papá.

-Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado. Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

– Cuando el Niño Jesus nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

– ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.

– ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo. Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:

– Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:

– Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?

– ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero. no podemos tener tantos pajes., no existen tantos.

– No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.

– ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.

– Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios.

– Sí, claro, eso es fundamental – asistieron los tres Reyes. – Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?

– Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres.

– Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:

– Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.

Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:

– Ahora sí que lo entiendo todo papá.. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.

Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:

– No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.

Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.