Este viernes 23 de septiembre a las 04:04 horas (tiempo del centro de México) dará inicio la penúltima estación del año, conocida como otoño, de acuerdo a la sociedad astronómica Urania del estado de Morelos. El Sol cruzará ese día el ecuador celeste, dando inicio al otoño boreal.
El fenómeno resultará imperceptible, no así el cambio que conlleva; una marcada disminución de la presencia del Sol en la bóveda celeste; mientras, las noches se irán haciendo a partir de esta fecha más largas. En contraparte, el día y la noche igualaran su duración, fenómeno de donde se deriva la palabra equinoccio que significa días y noches iguales.
El equinoccio de otoño, como los antiguos pueblos agrícolas lo sabían señala Urania, presagia el fin de la temporada de lluvias y un desvanecimiento gradual del brillo solar.
Determinar la fecha precisa en la que un equinoccio ocurría no sólo dependía de una observación cuidadosa del movimiento del Sol entre las estrellas, sino de la alineación exacta de antiguos monumentos de piedra con respecto a su salida y puesta.
Los antiguos sacerdotes-astrónomos observaban con detenimiento el movimiento del Sol por entre las constelaciones del zodiaco, lo que les ayudaba a determinar qué tan cerca se encontraba algún solsticio o equinoccio.
Ellos sabían que la entrada aparente del Sol en la constelación de Virgo era la señal inequívoca de la llegada del equinoccio de otoño.
¿Qué son los equinoccios?
Los astrónomos pueden visualizar los equinoccios y solsticios gracias a coordenadas y al ecuador celeste. Los equinoccios se producen cuando el Sol que recorre las constelaciones del zodiaco en un año, cruza el ecuador en dos ocasiones durante los equinoccios de otoño y primavera.
En la Tierra la llegada de frentes fríos en el hemisferio norte, y la última parte de la temporada de huracanes, son algunos de los efectos meteorológicos del cambio de inclinación del eje de rotación de nuestro planeta.
Durante los equinoccios el día y la noche igualan su duración, comenzando a partir de entonces un proceso en el que la noche o el día extienden su número de horas.
En el caso del otoño las noches irán extendiendo su duración. Debido a la inclinación de la Tierra en más de 23 grados, con respecto al plano en el que giran los planetas, los equinoccios señalan el inicio de estaciones opuestas en los dos hemisferios terrestres.
Mientras los habitantes del hemisferio septentrional reciben al otoño, en el hemisferio sur da comienzo la primavera.
De acuerdo a la sociedad astronómica urania, existen indicios perceptibles de que el otoño ha llegado, por ejemplo si usted vive en el hemisferio norte, fácilmente podrá notar que amanece más tarde mientras que las puestas de Sol ocurren más temprano. Igualmente, notará que el arco del Sol a través del firmamento se comienza a desplazar lentamente hacia el Sur. Otra característica notable es que los pájaros y las mariposas comenzarán a emigrar hacia el Sur, siguiendo la ruta del Sol. Incluso dentro de las ciudades, poniendo un poco de atención y utilizando calles y edificios como referencias, podremos notar como el sol se mueve lentamente hacia el sur un poco todos los días.
Los días más cortos traen con ellos un clima más fresco. Otro de los cambios notables es que por la noche, la estrella Fomalhaut, mejor conocida como la estrella del otoño, se vuelve visible en el cielo nocturno, una región visible hacia el sur y casi sin estrellas, esta forma parte de la constelación del pez austral.
Llega Otoño con dos eclipses
El otoño durará 89 días y 20 horas. La estación acabará el 22 de diciembre con la llegada del invierno. Entre las características peculiares del otoño está el cambio de hora, que en esta ocasión será efectivo el 30 de octubre, recuperando así el horario de invierno.
Asimismo, esta estación es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápido, ya que en la latitud de la península, el Sol sale por las mañanas, más de un minuto más tarde que el día anterior y por la tarde se acorta cada día dos minutos antes, por lo que el anochecer es especialmente apreciable. En definitiva, en estos días el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte se reduce en casi tres minutos cada día.
Concretamente, este otoño vivirá dos eclipses. El día 25 de noviembre un eclipse parcial de Sol que será visible en el sur de Africa, la Antártida, Tasmania y Nueva Zelanda. Este eclipse vendrá acompañado de uno total de Luna que se dará dos semanas más tarde, el 10 de diciembre, y que en España veremos como penumbral en sus últimas fases. El primer contacto con la penumbra se dará a las 12.34 horas (hora peninsular), el eclipse parcial será visible a partir de las 13.46 horas y el total a partir de las 15.06 horas, alcanzará el máximo a las 15.33 horas; el eclipse total finalizará a las 15.57 horas, el de sombra a las 17.18 horas y el de penumbra a las 18.30 horas.
Movimiento planetario
Además, Urano y Júpiter pasarán a ser visibles casi todas las noches del otoño. Al atardecer ser podrá apreciar Venus y al amanecer Marte y Saturno. Del mismo modo, el día 27 de octubre se producirá el máximo acercamiento anual de Júpiter a la Tierra, alcanzando su disco un diámetro de 49,6″.
En otoño también se podrá disfrutar de una lluvia de meteoros. La primera importante de la estación son las Dracónidas, cuyo máximo se dará en torno al 8 de octubre. Mientras, la más popular son las Leónidas, que se producirá alrededor del 17 de noviembre y que ocasionalmente llega a ser muy intensa. Por último, otra lluvia intensa son las Gemínidas, cuyo máximo ritmo será sobre el 13 de diciembre.
Fuente: ABC y El Universal