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Rituales mortuorios mayas

La famosa ciudad maya de Chichén Itzá sigue dando sorpresas a los investigadores. Un nuevo hallazgo arqueológico en el interior de un cenote (cueva sumergida) mexicano ha desvelado un novedoso tipo de rituales mortuorios mayas prehispánicos.

Un equipo de arqueólogos subacuáticos de la Universidad Autónoma de Yucatán ha descubierto bajo las aguas un nicho natural donde se hallaron huesos humanos y de animales, vasijas de cerámica, cuentas de jade y de concha, cuchillos de pedernal y otros objetos, todos ellos colocados de forma cuidadosa y selectiva en lo que parece ser una ofrenda sagrada de petición de lluvia.

Según explicó el investigador Guillermo de Anda, director del equipo de arqueólogos y del proyecto ‘El Culto al Cenote’, el descubrimiento se produjo durante la exploración de un pozo natural situado a escasos dos kilómetros de la famosa pirámide de Kukulcán (o de El Castillo). «Tras descender por cuerdas 21 metros hasta la superficie del agua, descubrimos a cinco metros de profundidad una cueva inundada que conducía al nicho».

Ofrenda submarina

Además de los citados objetos, se encontraron también bifaciales, artefactos redondos de concha (anteojeras identificadas con atributos de Tláloc, deidad de la lluvia) y gran cantidad de carbón que, probablemente, fue utilizado en el ritual. Todo estaba en su sitio, tal y como lo dejaron los sacerdotes mayas.

En la zona central de la cueva estaba lo que parece ser la ofrenda principal «formada por elementos que encierran un gran simbolismo, ya que puede verse el cráneo de un perro (animal relacionado con los espíritus que van al inframundo) un venado (animal simbólico de inframundo y creación), una tibia humana, y un cuchillo de sacrificio», indicó De Anda.

Los investigadores calculan que este ritual en honor al Dios Tláloc debió celebrarse en los siglos IX y X, cuando los antiguos mayas padecieron dos periodos de sequía en la región y que provocó el llamado Colapso Maya. En el nicho se hallaron restos humanos de, al menos, seis individuos, probablemente sacrificados.

«Aún no sabemos en qué consiste este tipo de ritual», explicó el arqueólogo, que asegura que lo más importante y sorprendente del hallazgo es que se trata de una práctica ceremonial novedosa para los expertos que está en proceso de estudio.

Hasta ahora, los casos documentados de sacrificios mayas se referían a ritos en que se arrojaban a las víctimas al fondo del cenote junto a objetos y otros elementos religiosos.

«En este caso, está claro que las personas no eran arrojadas desde la superficie, sino colocadas en las paredes del cenote. Las hipótesis indican que las poblaciones pudieron estar dedicadas a las deidades de la lluvia, para pedir agua, en tanto que la antigüedad de las ofrendas coincide con la época en que se produjeron dos intensos periodos de sequía. Creemos que a causa de la sequía, el nivel del agua del cenote pudo haber descendido entre 3 y 5 metros respecto al que tiene hoy, lo que habría facilitado a los mayas llegar hasta la cavidad y depositar la oblación», señaló.

Petición de lluvia

Además de la ofrenda mortuoria, en el fondo del cenote, en la poza principal, a 50 metros de profundidad, los arqueólogos subacuáticos realizaron más hallazgos de esqueletos humanos de una veintena de individuos y más de un centenar de elementos de huesos de animales, cerámica y esculturas, entre las que destaca un portaestandarte con características similares a un jaguar.

De Anda destacó que este cenote, conocido con el nombre de Holtún, nunca había sido explorado y por lo tanto su contexto está inalterado. «A través de análisis de ubicación espacial del material y una estricta metodología cartográfica y de registro, se ha logrado la descripción de la ubicación precisa de cada elemento en un plano, con lo que se determina que se trata de un sitio ritual semejante al Cenote Sagrado de Chichén Itzá».

Cuando se realizaron las investigaciones en este famoso yacimiento, entre 1882 y 1968, los pocos adelantos en la metodología y técnica de investigación propiciaron que se perdiera mucha información, por lo que el estudio de este nuevo cenote podría ayudar a contestar muchas incógnitas que quedaron sin respuestas respecto al primero, que probablemente es el más importante de toda el área maya.

Fuente: El mundo

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Piedras de un lago sagrado entre las ruinas de la antigua ciudad de Tanis

Herido por las crecidas del Nilo, Tanis es un enigma enclavado allá donde las venas del Delta enfilan el último tramo hacia el Mediterráneo. Fue capital de Egipto durante las dinastías XXI y XXII (1069-720 a.C.) y su eco real perduró hasta el siglo VI d.C., cuando su gloria fue abandonada por el miedo a una inundación. Tanis, su denominación en griego, fue Dyanet para los antiguos egipcios; San el Haggar en árabe y Zoán en el relato bíblico del éxodo de los judíos hacia la tierra prometida.

La leyenda de Tanis -guardada por sus antiguos moradores, que levantaron a unos kilómetros de su ubicación el pueblo de Tennis- sobrevivió durante siglos y llegó incluso al celuloide. Un primerizo Indiana Jones descubrió entre los restos de su geografía el Arca de la Alianza, la preciada caja negra que debía albergar las tablas de piedra con los Diez Mandamientos.

Consagrada a Amón (símbolo del poder creador), su esposa Mut (la diosa madre) y el hijo de ambos Jonsu (dios lunar), las expediciones arqueológicas todavía horadan su tierra en busca de sus secretos. Una muralla, templos, colosos, obeliscos, esfinges o tumbas reales -algunas de ellas intactas y repletas de oro, joyas y otras piedras preciosas e incluso las máscaras funerarias de sus difuntos faraones- es el legado de la ciudad.

Un lago de 20 metros de largo

El alter ego de Harrison Ford, el ministro de Antigüedades egipcio, Zahi Hawas, anunció este lunes un nuevo hallazgo en Tanis. Arqueólogos franceses han descubierto cientos de bloques de piedra caliza coloreados y tallados que debieron emplearse en la construcción de las paredes de un lago sagrado ubicado en el templo de Mut. A juicio del egiptólogo, conservan algunos de los mejores relieves encontrados en la tierra de los faraones.

Según Hawas, las piezas podrían haber pertenecido al rey Osorkon II (872-837 a.C) y ser usadas en un templo o capilla. Se cree que la piedra fue reutilizada posteriormente en la época ptolemáica (332 a.C.-30 d.C.). Una vez completada la excavación y el estudio de los bloques, la misión gala reconstruirá el proyecto original para determinar si pertenecía a un templo o una capilla.

La piedra permitió construir un lago sagrado que media 20 metros de largo, 12 metros de ancho y 6 metros de profundidad. De los 120 bloques que ya han sido desenterrados por el equipo de arqueólogos, 78 poseen inscripciones. Algunas indican su pertenencia al rey Osorkon III o IV e incluyen menciones a «la maestra Mut del lago Isheru».

Tanis, la ‘Tebas del norte

Tanis, sita a 125 kilómetros de El Cairo, suma un nuevo hallazgo. Conocida como la ‘Tebas del norte’ por su enorme riqueza arqueológica, la ciudad ha recibido unos 6 millones de euros de las autoridades egipcias en un intento de bajar el nivel freático y controlar el agua superficial y subterránea. El objetivo es convertir las ruinas de una de las ciudades egipcias más antiguas en un museo al aire libre que disponga de centro de visitantes, instalaciones turísticas y un centro de exhibición de restos.

Un siglo y medio separa este último descubrimiento de las primeras incursiones arqueológicas. El pionero fue el célebre egiptólogo Auguste Mariette, que inició la excavación en 1860. Tras su muerte, Flinders Petrie halló el templo de Amón y entre 1928 y 1958 una misión francesa descubrió los templos de Mut y Horus y la necrópolis real, expuesta actualmente en el Museo Egipcio de El Cairo.

Fuente: El mundo

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Encuentran una cámara secreta en la Pirámide de Giza

Hasta no hace demasiados años el trabajo realizado en arqueología estaba impregnado de un gran componente artesanal.

La mayoría de los trabajos y hallazgos se llevaban a cabo gracias a centenares de horas dedicadas a escavar, rascar, limpiar y descifrar las zonas donde se pretendía encontrar restos históricos.

La arqueología avanza conforme pasa el tiempo y cada vez son más las nuevas tecnologías y mecanismos que se utilizan para facilitar el trabajo de búsqueda.

En la Gran Pirámide de Giza lleva trabajando varios años un grupo de arqueólogos provistos de los más avanzados equipos tecnológicos.

La máquina estrella no es otra que el ‘Pyramid Rover’, un pequeño robot que puede llegar hasta donde el hombre no puede.

Gracias a este artilugio en los últimos años se han descubierto varias puertas y/o cámaras selladas en el interior de las pirámides egipcias, pero esta vez ha ido un poco más allá respecto a sus prestaciones, ya que ha podido filmar y mostrar los jeroglíficos y marcas pintados en su interior, un lugar donde el ojo humano jamás había podido acceder.

Esto ha sido posible gracias a un pequeño agujero que se encontraba en una de las paredes y por donde se introdujo la microcámara.

No es la primera vez en que el robot ha explorado los pasillos ocultos de la pirámide, pero sí la primera en la que ha podido centrarse en los detalles en las paredes. Este avance se ha producido gracias a un nuevo tipo de microcámara flexible que se puede doblar de lado a lado en vez de sólo enfocarse en línea recta.

Gracias a estos nuevos hallazgos se podrá saber mucho más de cómo se construyeron hace más de 4.500 años las pirámides egipcias y la razón del entramado de túneles y cámaras secretas que estas albergan.

Hace pocos días también se conocía la noticia en la que nos explicaba que la utilización de los nuevos avances tecnológicos por parte de arqueólogos estadounidenses (con la ayuda de la BBC) y con imágenes vía satélite, habían conseguido descubrir 17 pirámides bajo el lodo y la arena de Egipto.

El informe reveló que 1.000 tumbas y alrededor de 3.000 edificios también se descubrieron gracias a la aplicación de la tecnología en la investigación arqueológica.

Fuente: Yahoo

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¿Hasta cuándo sobrevivieron los neandertales?

El hallazgo en los Urales, al norte de Rusia, de 313 herramientas con 33.000 años de antigüedad ha reavivado el fuego alrededor de algunas de las cuestiones más inquietantes de la Paleontología: ¿Hasta cuándo sobrevivieron los neandertales? ¿Durante cuánto tiempo convivió esta «segunda especie inteligente» con la nuestra? El hallazgo, que aparece esta semana en Science, podría ayudar a encontrar respuestas a preguntas que, hoy por hoy, siguen sin contestar.

Hace 33.000 años ya había en Europa hombres «como nosotros». Nuestra especie, en efecto, llegó al continente europeo hace alrededor de 40.000 años y allí se encontró con otros pobladores mucho más antiguos y que desaparecieron al poco tiempo de nuestra llegada. ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

Lo cierto es que no existen en todo el viejo continente restos de neandertal que sean más antiguos de 40.000 años. Pero el hallazgo de un completo juego de herramientas en los montes Urales podría adelantar esa fecha en varios miles de años. Por desgracia, no existen restos humanos asociados a esas herramientas. Es decir, no han aparecido los cuerpos de sus constructores.

A pesar de ello, parece claro que fueron fabricadas con una tecnología mucho más antigua de la que utilizaban en ese momento los humanos modernos. Y si no fueron ellos, nuestros antepasados directos, entonces tuvieron que ser hechas por un grupo de neandertales, una pequeña población que, por algún motivo, logró sobrevivir en aquella gélida región (cerca del Círculo Polar Ártico) mientras que sus congéneres se extinguían por todas partes sin remedio.

La «sustitución» del hombre de neandertal por nuestra propia especie no se hizo en un día, sino que fue un proceso que duró varios miles de años (muy poco para la desaparición completa de una especie). Ahora bien, ¿Cuánto tardaron exactamente en extinguirse por completo? ¿Dónde y cuándo vivió el último hombre de neandertal?

Relaciones con humanos

Si el hallazgo de los Urales se confirma, estaríamos, precisamente, ante algunos de los últimos representantes de una clase de ser humano que vivió a sus anchas en Europa durante por lo menos 350.000 años. Y que fue sustituido en muy poco tiempo por otro tipo de hombre recién llegado: nosotros.

L. Slimak Raspadores El autor principal del artículo, Ludovic Slimak, ha estudiado a fondo las herramientas y asegura que son directamente comparables con otras, mucho más antiguas, asociadas sin lugar a dudas a asentamientos de neandertales. Slimak y sus colegas han logrado encontrar en el yacimiento de Byzovaya, hasta 313 herramientas, esparcidas junto a restos de mamut y otros animales. Las herramientas consisten en raspadores, núcleos y artefactos de piedra, y todos ellos con las características distintivas y el estilo de fabricación propio de tiempos mucho más antiguos, del Paleolítico Medio. No hay cuchillos ni hojas afiladas y cortantes, algo que, en el Paleolítico Superior, sí que utilizaban los pobladores de nuestra propia especie.

Si se logra encontrar allí algún resto de neandertal que confirme sin lugar a dudas la autoría de estos artefactos, significaría que las dos especies humanas inteligentes, la de los neandertales y la nuestra, coexistieron durante un tiempo mucho más largo del que se creía.

Investigaciones recientes han demostrado ya que el 4% de nuestros genes son una herencia directa del hombre de neandertal. Quizá nuestro contacto con ellos fue mucho más intenso y directo del que ese exiguo porcentaje parece sugerir.

Fuente: Abc.es

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EL ANILLO DE MOISES DESCIFRADO

Existe un muy enigmático símbolo inédito sobre un anillo metálico, el cual se presenta reseñado como si estuviese fundido de un hierro nada común. Probablemente sea cierto su supuesto origen meteórico.

 Es una obra de arte genuina y muy olvidada, que yo voy a defender su más que probable origen faraónico. El dicho símbolo decora un pesado anillo con un sello que todo el mundo podrá creer que ha visto antes.

 Para poder usar los meteóritos en joyería, actualmente tienen que estar compuestos de hierro y níquel, si bien la joya que llamaré inicialmente Anillo de Moisés, está bien demostrado que es hierro casi puro, probablemente de origen meteórico.

Sería interesante conocer las vicisitudes de sus antiguos poseedores antes de llegar a nuestros días, aunque esto es lo menos importante. Me complace que este símbolo, durante milenios perdido, por mi presentación recuperará su prestigio; o cuando menos dejará de ser inédito.

 El diseño de su dibujo a primera vista parece simple. Consiste en un aspa cruzando una superficie ligeramente rectangular; pero al observarlo con atención, resulta ser un símbolo muy iniciático, y lo analizaré desde un esquema simplificado del mismo. Observando mejor los tres palos cruzados, se advierte que el central tiene una desigual anchura y divide la superficie en dos rectángulos. Dicha línea, que va de un lado al otro del anillo, configura las puntas de una Estrella de David (también llamada Sello de Salomón , y Hexagrama si lleva signos escritos en su interior). Pero sugerir la muy iniciática estrella de seis puntas, no es lo más interesante del símbolo, porque incluso en la naturaleza existen muchas flores que distribuyen seis antenas en la misma disposición.

SÍMBOLOS DEL ÉXODO EN EL DESIERTO DEL SINAÍ

Por lo dicho, ya sería un muy digno «Anillo de Moisés», aunque el gran patriarca hebreo tan sólo debió de ser uno de sus muchos propietarios. Moisés, durante el éxodo que duró gobernó 43 años, gobernó a miles de personas en el desierto del Sinaí (Egipto), como intermediario de Yahvé. Yo ya había visto fotografiado un símbolo parecido en el sur de aquella península. Allí, en uno de sus montes hay una forma cavada en una casi vertical ladera y fue trabajada para ser vista desde la muy extensa explanada.

 Los que allí tuvieron su campamento lo veían enfrente. Está grabado en una de las dos cumbres máximas de la zona donde Yahvé entregó a Moisés los Diez Mandamientos, o Tablas de la Ley, que justamente son tantos como las formas triangulares que se incluyen en el símbolo del anillo.

Asocié los dos símbolos para estudiarlos, debido al hecho insólito (y que el lector deberá tener muy en cuenta), de que los tres sencillos trazos del sello que decora el Anillo de Moisés: Logran unificar la mayor parte de mis muy diversas investigaciones culturales . Metafóricamente me pareció como si las flores de una planta hubiesen reconocido súbitamente su unidad gracias al que es su propio tronco.

En mi juventud ya había intuido que Las Tablas de la Ley, el doble juego de deberes sociales que se atribuyen a Moisés, en caso de haberlos recibido de Yahvé, lógicamente tendrían cada una forma triangular, y un agujero para ser unidas. Aunque hoy, conociendo este símbolo yo me debo rectificar, como sea que tampoco estuve tan equivocado, la foto con dos triángulos seguirá expuesta. En 2009 volví a encontrarme con mi antigua idea al hacer la presentación de unas estrellas de seis puntas. Sucedió ampliando fotos del valle de Sidonia (Cydonia Planitia), en Marte, visibles sólo en una foto de satélite de la NASA.

La cruz de san Andrés, consiste en un aspa (X), que va de un ángulo al otro del espacio del anillo, hasta los correspondientes ángulos del rectángulo. Su otro trazo central divide la superficie en dos rectángulos, igual como sucede en el otro símbolo bíblico que el propio Moisés ordenó cavar de medida gigantesca, ¡sobre la dura peña! Se consiguió con el esforzado trabajo de cientos de obreros atados a cuerdas, debido a la gran verticalidad de la ladera. Inexplicablemente también este símbolo pasó los siglos ignorado, hasta que publique su foto en mi website sobre la cara en el Sinaí en foto de satélite, junto con otro cuadrado en la cima vecina.

EL ANAGRAMA DE CRISTO: ALFA Y OMEGA.

 Los sabios griegos de la Antigüedad lograron hacer evolucionar el símbolo del Anillo de Moisés al simbolizar a Dios con la primera y la última letra de su alfabeto. Son llamadas «Alfa y Omega», y también evocan la totalidad del universo, del cual es su símbolo «llave» el crismón con el anagrama.

 Por cierto, aunque se haya olvidado, los antiguos hebreos no sólo escribieron las líneas en la dirección contraria de lo que hacen hoy, sino que escribieron el nombre de Dios con vocales (IEUO) según escribió Protilio, que lo copió de Sanchoniaton (Sanxouniathon de Berutus), quien a su vez recibió los escritos de Hierombalo. Según escribió Filón de Alejandría, y también Flavio Josefo, esclavo privilegiado en Roma, los verdaderos judíos escribíande izquierda a derecha, al contrario de hoy; y en cuanto a las vocales, el filósofo Porfirio, también llamado Sanchoniatón, cuatro letras vocales escritas en la corona ritual del sacerdote del templo, representaban el nombre de Dios.

 En la fachada del templo de la Sagrada Familia se incluyeron también dos vocales griegas para aludir a la unidad divina, y para ello invirtieron de posición los dos triángulos (hasta que resultan plegables), aunque podemos reconocer tras ellos la Estrella de David, que es el símbolo más emblemático de la tradición hebrea. Las dibujo para quien no las haya visto antes, pues se disimularon situándolas una encima de otra. Así, cuando se hace resbalar la letra superior hasta la mitad de la letra inferior, ambos triángulos se transforman en una Estrella de David . El «Alfa y Omega «, la simbolizan subliminalmente, evitando herir susceptibilidades al recordar que los hebreos crucificaron a Jesucristo.

 La enseñanza sigue siendo la misma escrita en la Tabla Esmeralda, descubierta en el interior de la pirámide de Keops. Según se puede leer: «Lo de arriba es como lo de abajo, para que con una sola cosa se pueda obrar el milagro». Para algunos, los dos triángulos equiláteros superpuestos también son símbolo de la cópula destinada a la procreación, por conectar el triángulo «masculino» con el «femenino».

EL SÍMBOLO DECORANDO LAS BÓVEDAS DE LAS CATEDRALES

Conviene seguir analizando la simplicidad de los tres palos cruzados sobre un doble rectángulo, porque nos conducen más allá de la idea de la polaridad cósmica universalmente aceptada. Incluso en la tradición hindú se pudo entender que la Unidad divina está dentro de la dualidad.

A pesar de ser un anillo de tan alto simbolismo, se diría que su diseño nunca se repitió en ninguna decoración iniciática ¿O es que no tuvieron conciencia de cuales fueron sus orígenes? Está en el centro exacto de la famosa cruz del emperador Constantino «el Grande», quien diseñó su crismón para lucirlo como estandarte. Una idea que le permitió ganar una guerra, y gracias a ello al ser nuevo emperador romano pudo legalizar el cristianismo en su Imperio.

 Otro ejemplo más evidente de la discreta persistencia del símbolo del anillo, son los «nervios» de piedra del arte gótico, el cual caracterizó las cubiertas de los templos en Europa desde mediados del siglo XII. Aún siendo tales nervaduras pura decoración, parecen sostener las bóvedas, y en especial las de la catedral de Notre-Dame de París (originalmente «Para Isis», una diosa egipcia).

 El gótico, fue un alarde arquitectónico introducido en la zona hoy llamada Isla de Francia, por influencias de la Orden del Temple , de cuyo noveno Gran Maestre (que también lo fue de la Orden de Sión, más antigua) escribí su biografía en dos diferentes partes. En fin, el símbolo del anillo pudo estar disimulado, también en las catedrales, en las dos puertas de madera rectangulares, pero al restaurarlas se perdieron su refuerzo en aspa y sólo quedó el parteluz, la columna que incluye la imagen de algún santo.

EL ALTAR PORTÁTIL DE SANT PERE DE ROD

En mi libro » Reliquias de san Pedro Apóstol encontradas…» (1978), presenté a la opinión pública un altar portátil que en una de sus caras muestra un diseño en aspa semejante al Anillo de Moisés. El Papa de Roma ya demostré que incluyó dicho pequeño altar de madera forrada, en un lote insumergible junto a las reliquias de san Pedro Apóstol (610), y las hizo salvaguardar por mar. Por los nombres de sus regios donantes José y Elimburga, repujados en el metal, pudo tratarse incluso de los descendientes del linaje davídico.

El anillo analizado es la confirmación de que el altar portátil de Sant Pere de Roda (situado en el NE. de España), en la comarca del Empordà gerundense, que fue descubierto en 1910, fue regalado al que fuese entonces Sumo Pontífice antes del siglo VII, por unos nobles muy influidos por la cultura israelita, porque entonces llamarse José era declararse judío.

Se objetará que la Iglesia nunca congeniaría con un linaje que fuese capaz de disputarle legitimidad,…pero ha habido pontífices tan diferentes a lo largo de la sucesión de la silla de san Pedro, que alguno bien pudo haber opinado lo contrario.

EL PLANO DE UN TESORO DE RELIGIÓN

Escribí mi primera y única novela de investigación cuando era joven después de haber resuelto el misterioso enigma de Rennes-le-Château, al haber descifrado las inscripciones que conducen a lugares concretos de una concreta geografía. Alguien presumió de haberse inventado los pergaminos de Berénguer Saunière, pero el misterio de Rennes-le-Château es mucho más elaborado de lo que dicho falsificador se pudo imaginar, y además, muy bonito de resolver.

Se escondió un tesoro de religión mediante una lápida y un plano, cuyas puntas de la Estrella de David coinciden con lugares de la región del Var, en el Sur de Francia. Las pistas me condujeron por fin al claustro de un monasterio cisterciense, y allí debí aplicar lo que hay escrito en la lápida. Hoy sé, gracias al Anillo de Moisés, que las pistas nacieron mirando el dibujo que vemos en el símbolo del anillo. Presento una comparación, sin entrar en detalles de lo que significan las letras escritas en la lápida, porque sólo interesa que señalan las galerías del claustro.

Empezando por la figura de la izquierda, se lee aquello que el sacerdote Berenguer Saunière en vano borró de una lápida del cementerio anexo a su iglesia. Pero un buen observador dirá que no constan en dicha lápida, el aspa y la línea divisoria central. Su diseño es subliminal. En las ilustraciones muestro cómo los cistercienses medievales adaptaron el dibujo del Anillo de Moisés a un jeroglífico que, a pesar de los últimos hallazgos, sigue inédito.

Referente a la invisible aspa, se obtiene de las líneas paralelas a los muros del quiosco hexagonal, que tiene dentro una fuente con varias pilas circulares que gotean una sobre otra. De los dos lados de la construcción se obtuvieron allí las dos líneas diagonales, resultando los ángulos que delimitan el espacio ajardinado.

Pasé varios veranos meditando bajo el quiosco hexagonal de un claustro cisterciense, imaginando que yo era el jugador bueno de una partida de ajedrez, tal como me indicaban las pistas que dicho párroco dejó disimuladas en su iglesia. El jugador malo creía que era la piedra bruta que, injustificadamente, aún aflora en el otro extremo del ajardinado claustro. (Está en el lado opuesto a la fuente, o lavabo de los monjes). El enigma de Rennes-le-Château se resuelve aplicándole una muy humilde norma: Debí asumir que yo era el jugador malo y situarme en el lugar que me correspondía: Sobre la piedra bruta del otro extremo del jardín, casi tocando las columnas de la galería circundante.

DE ANILLO DE MOISÉS, A ANILLO DE FARAONES

El Anillo de Moisés, de superficie rectangular, tan sólo tiene bien resaltados sus lados más largos. Ahí entra en juego la posición del anillo colocado en el dedo, porque gracias a dichos trazos más gruesos alude a las bases de dos pirámides opuestas por sus vértices, recordando con ello la idea astronómica que hizo construir las de Giza, en Egipto.

La firma piramidal es un diseño hoy de moda, desde que otras pirámides de cristal ocupan el centro de la plaza del museo del Louvre, de París. Quienes diseñaron aquel monumento quizá podrían explicar su alto simbolismo.

AKHENATON/MOISÉS, FUERON LA MISMA PERSONA

Akhenaton y Moisés hay autores especializados en demostrar que fueron la misma persona. Yo también lo creo. Moisés (un hombre de color, según los judíos), fue el faraón llamado Akhenaton, considerado hereje por ser inventor del monoteísmo. Ambos capitanearon a gente armada por el desierto; y además en el Himno a Athon, descubierto en las ruinas de Al-Marna, la capital del faraón hereje, hay escrito el mismo tema bíblico del Salmo 104 , ( sobre la Creación) y, siendo largo, casi usó las mismas palabras. Los testimonios siempre han sido conocidos desde mucho antes de que el judío Filón escribiese en su De Vita Mosis (libro I), que Moisés aprendió en Egipto filosofía simbólica y ciencias de la naturaleza.

Pero creo que el símbolo inicial del anillo analizado pudo haber sido inventado antes de Moisés. Quizá por los sacerdotes del padre de Akhenaton, o sea el faraón Amenofis/Amenhotep III, apodado el «Rey Sol», porque fue él quien marcó el apogeo de la civilización egipcia y además construyó el templo de Luxor en Karnak. Amenhotep III tuvo sabios asesores que aprovecharon los reflejos naturales del sol al dibujar las seis puntas de la llamada Estrella de David (Hoy los vemos, accidentalmente, al enfocar el astro-rey con una cámara de vídeo).

Es más, la inspiración del dibujo en el anillo presentado en estas páginas podría incluso remontarse al jeroglífico que reproduce el nombre de la reina Merneit (Meryt-Neith ), que fue la viuda del rey Serpiente, y regente de Egipto al final de la I Dinastía. Su nombre se escribió con dos palos cruzados sobre el centro de una barra, cuyos extremos son más anchos que el centro, allí donde justamente todo el conjunto se conecta. Dicho jeroglífico de la I Dinastía pudo trascender consiguiendo institucionalizar ritualmente la larga barba de las imágenes de dioses y faraones.

Se objetará que la barba vista de frente, siendo larga, aún es demasiado corta para dar la longitud del trazo central de símbolo del anillo. Es por tal inconveniente que explicaré los motivos de la fuerte curva hacia arriba en su extremo.

FORZOSAMENTE LA BARBA TERMINABA EN ÁNGULO

Según revela el símbolo recuperado, la curvatura tuvo un gran sentido. El trazo vertical, que hace que todo el anillo se divida en dos rectángulos, lo ofrece precisamente la desviación hacia arriba de la larga barba ritual, la cual antes de conocer el símbolo del anillo siempre fue un inexplicable atributo de la divinidad del faraón. Desde ahora se supera el atribuirlo a la voluntad de Moisés, porque fue anillo propiedad de faraones.

Con la estela de Merneit, y por disponer hoy del anillo de Moisés/Akenathon, por fin queda justifica la intencionalidad de la muy exagerada longitud de la barba, pues nunca antes fue mejor explicado dicho atributo de la realeza faraónico.

EL NUDO DE INTERSECCIÓN DEL SÍMBOLO REMITE AL ONUTORO

Gracias a la forma geométrica que bauticé Onutoro, se superará la utilidad de brújula del sabio diseño recobrado gracias a decorar el anillo faraónico. Leonardo de Vinci lo llamó Mazzocchio cuando lo estudió, dándole la específica utilidad de gorro de combate, porque absorbe los golpes recibidos en la cabeza. El Onutoro tiene una geometría fascinante, primero por ser en todos los tiempos tan útil a la humanidad, y además por reproducir físicamente la idea hinduista del cosmos. (Véase mi investigación titulada «Onutoro» una forma anular -sin altura- a la cual le concedo el ser núcleo de todo cuanto de artificial se edificó en el Valle de Cydonia).

El nudo central donde contactan los tres palos del símbolo, en la intersección se advierte que uno de los dos travesaños tiene una forma anular vacía, puesto que es atravesada por el otro. Este centro, además de aludir a un lazo, puede muy bien simbolizar el dios-sol. Sus rayos se convierten en muchas manos al iluminar al faraón Akhenaton rodeado de su familia, pero él, convencido de la vida en el más allá, pensaría que los rayos humanizados con manos, también continuarían más arriba del sol.

Cuando se produce un espejismo, por ejemplo de una isla, la imagen se transforma visualmente en una mesa, pero la real es sólo su base. En Egipto hay testimonios fiables que siempre fueron frecuentes los espejismos, y en una pirámide el fenómeno aún es más bonito. Como hoy ya se pueden reproducir en un ordenador (en base a la inversión térmica del 40º), una pirámide ofrece una forma de cáliz. Los cálices egipcios fueron suntuosos y trascendieron los siglos. Las sagas artúricas los adaptaron al mito de la búsqueda del Santo Grial , y el bávaro Wolfram von Eschembach incluso pudo imaginar que lo protegía una orden de caballería muy similar a los templarios.

Todos sabemos que el sol es el nudo de toda vida, no obstante el dios de Akhenaton (Athon), el lo consideró cual un lazo con la divinidad, y nuestro anillo confirma su idea. La mía, ahora es que, de sus rayos solares acabados en manos, se pasó a simbolizar las normas básicas de convivencia social mediante un rectángulo escondiendo diez espacios triangulares. Las Tablas de la Ley de Moisés.

Un semejante lazo de unión en nuestro tiempo pude superarlo con ventaja la imagen del rostro de varón barbudo que, de nuevo el sol nos vuelve a ofrecer. La cara humana de Montserrat se presenta muy hierática, y la foto de satélite revela que está configurada mediante todos los esbeltos pináculos de la catalana (10×5 km. La web en lengua inglesa termina con: /Montserrat). Además, en mitad de la frente de la imagen de rostro que nos ofrece la Santa Montaña aparece una señal de color diferente, la cual el satélite resalta por ser la zona de servicios del gran monasterio donde se venera la Virgen Negra, patrona de Cataluña. Lo recuerdo ahora, ya que en el centro del anillo faraónico también hay una superior forma anular.

Tal simbolismo se muestra ostentosamente a los fieles en algunas iglesias dándole una clave actualizada, pero resultando como siempre tener un agujero central muy útil. No se espera menos de la forma anular que particularmente yo considero que es el símbolo idóneo del núcleo del misterio del cosmos y de la vida misma. En la iglesia de Sant Feliu del Llobregat, cerca de la ciudad de Barcelona (España), asistiendo a un acto religioso vi el diseño del Anillo de Moisés pero está dibujado allí dividido en dos mitades. A la derecha del altar y de cara a los fieles, se muestra una gran «Cruz de Constantino». Decorando la pared del lado izquierdo del altar, en igual color y tamaño, se dibujó su forma complementaria (ver dibujo).

A pesar de ofrecer entre ambas la forma de un rombo en su intercesión, obviamente yo interpreté dicho centro como la forma anular del «Anillo de Moisés» a pesar de estar formado por dos vástagos angulares. La religión verdadera ha de poder ofrecernos dicho tipo de sutilezas mediante letras latinas al representar la forma más intrínseca de nuestros genes, o sea, el Onutoro. Aquella ceremonia fortificó mi fe cristiana, porque sin las dos letras latinas “A» y «M» mayúsculas dudo que, por complicados que fuesen por ejemplo los arabescos que intentasen una semejante afinidad, jamás otras lenguas serían capaces de igualar tal sutileza.

Sugiero además, que las tapas de tumbas con aspecto de ser cajas de piedra, al contener a un caballero templario muestran un relieve lineal que divide la losa en dos rectángulos y pueden tener su explicación en este símbolo recuperado. He visto una tapa esculpida en Iria Flavia, donde estuvieron los templarios, que en cada extremo la línea se convierte en tres. Son dos formas de pata de oca, que si le aplicamos el símbolo del anillo de Moisés, resulta que: En lugar del nudo central hay un trazo lineal que puede simbolizar al ser humano en su tránsito por esa dimensión que llamamos Tiempo,…aunque quizá sólo sea cuestión de Espacio.

LOS DOS PILARES DEL ESCUDO DE ESPAÑA

El simbolo que se amplia al lado del cuadro histórico, lo reproduzco de un lienzo del valenciano Antoni Muñoz Degrain. Lo pintó en 1888 inspirándose en la ceremonia de la provisión de fe al cristianismo del rey visigodo Recaredo. Se escenifica el exacto momento que tuvo efecto la unidad religiosa de nuestra Europa (después sería geográfica, y actualmente se basa en la economía). El artista creyó que en aquella escena el protagonista fue san Leandro, obispo de Sevilla (+600), quien, siendo hermano del san Isidoro, y ambos hijos de Nueva Cartago, escribió con demostrado éxito contra los herejes arrianos.

La pregunta es: ¿De dónde sacó el pintor A. Muñoz Degrain el dicho símbolo –deformado– del estandarte de Constantino. Siempre ha interesado las letras griegas: X (Chi), y Pi (rho) que en dicho lábaro son el anagrama de Cristo desde el año 312. La naturaleza solar del símbolo es obvio desde que se pintó en las catacumbas donde el círculo que lo contiene está dotado de radios con manos como los del astro rey de tiempos del faraón hereje Akhenaton.

En este cuadro me interesa exactamente la forma de letra «L» del palo vertical central al tocar el suelo. Ya he explicado los motivos de dotarlo con una insólita curva al final de la barba del faraón difunto.

El mismo palo central por arriba incluye el símbolo del sol tras el círculo de la letra «P»: Es el sol que todo lo ve. O al menos fue el ojo capaz de ver desde arriba el símbolo del anillo de los faraones difuntos. El monograma Alfa/Omega, presentado mediante el asa de la letra «P» combinado con la cruz, dibuja en realidad un astro en lo alto de un eje vertical. Es la misma idea de la Cruz Ansada (Ankh).

Actualmente se dirá que en la Conversión de Recaredo, sobra el gran cuadro enmarcado que sujeta san Leandro en la histórica escena religiosa, pero al menos ello nos informa que la idea subliminal egipcia aún estaba vigente en 1888

¿Tuvieron entonces noticia del símbolo ancestral, pero no supieron interpretarlo?

En el cuadro de Muñoz veo otra cosa muy interesante. Son las dos columnas del templo de Salomón, que se resalten muy bien, una a cada lado de la cruz de Constantino. Tal vez habrá ahora de replantearse la opinión de que fue Luigi Marliani quien se las sugirió al rey Carlos I de España y V de Alemania. Fue entonces cuando se incluyeron las dos columnas para enmarcar el escudo de España. En fin, un cuadro muy digno de estudio el de A. Muñoz, tal como se nos advierte mediante la hornacina en forma de concha semicircular que tiene encima.