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Encuentran metrópolis de mas de 200,000 años de antiguedad en Africa

Siempre han estado allí, la gente se fijó en ellos antes, pero nadie podía recordar quien los hizo ni por qué. Hasta hace poco, nadie sabía cuántos eran, ahora están por todas partes, miles no, ¡cientos de miles de ellos!, y la historia que cuentan es la historia más importante de la humanidad, pero es una que no podría estar dispuesto a escuchar.

Algo sorprendente ha sido descubierto en una zona del sur de África, a unos 150 kilómetros tierra adentro, al oeste del puerto de Maputo. Se trata de los restos de una gran metrópolis que mide en cálculos conservadores, alrededor de 1500 kilómetros cuadrados. Es parte de una comunidad incluso más grande de casi 10.000 kilómetros cuadrados y parece haber sido construido.. ¿estás listo? de 160.000 a 200.000 años aC!!

La imagen al inicio de la página es una vista cercana de unos pocos cientos de metros del paisaje tomado con google-earth. La región es muy remota y los “círculos” a menudo se enfrentan con los agricultores locales, que suponen que fueron hechas por algunos pueblos indígenas en el pasado, pero extrañamente, nadie se molestó en preguntar acerca de quien podría haberlo hecho o que edad tiene.

Esto cambió cuando el investigador y autor Michael Tellinger, se asoció con Johan Heine, un bombero local y piloto que había estado sobrevolando la región durante años observando las ruinas. Heine tenía la ventaja única de ver el número y el alcance de estos cimientos de extraña piedra y sabía que su importancia no se valoraba.

“Cuando Johan me introdujo a las ruinas de piedra antigua del sur de África, no tenía ni idea de los increíbles descubrimientos que se hicieron de en un año a dos, las fotografías, artefactos y pruebas que se han ido acumulando, sin duda, una perdida y nunca antes vista, la civilización es anterior a todas las demás, no por unos pocos cientos de años, o unos pocos miles de años … sino de muchos miles de años y estos descubrimientos son tan sorprendentes que no se digiere fácilmente por la corriente histórica , la fraternidad como ya lo hemos experimentado,se requerirá un cambio completo de paradigma en como vemos nuestra historia de la humanidad – “. Tellinger

Donde se encontro

El área es importante por la sorprendente cantidad de yacimientos de oro.“Las miles de antiguas minas de oro descubiertas en los últimos 500 años, apunta a una civilización desaparecida que vivió y excavó por el oro en esta parte del mundo durante miles de años”, dice Tellinger. “Y si esto es en realidad la cuna de la humanidad, podemos estar mirando a las actividades de la civilización más antigua en la Tierra.”
Para ver el número y el alcance de estas ruinas, le sugiero que utilice google-earth y comenzar con las siguientes coordenadas:

Carolina — 25 55′ 53.28″ S / 30 16′ 13.13″ E
Badplaas — 25 47′ 33.45″ S / 30 40′ 38.76″ E
Waterval — 25 38′ 07.82″ S / 30 21′ 18.79″ E
Machadodorp – 25 39′ 22.42″ S / 30 17′ 03.25″ E

A continuación, realice una búsqueda a baja altura en el interior del área formada por este rectángulo.¡Simplemente increíble!
¿Qué hicieron con el oro la densa población que una vez vivió aquí?
El sitio está a unos 150 km de un puerto excelente, donde el comercio marítimo podría haber ayudado a sostener una población tan grande,pero recuerde estamos hablando de hace casi 200.000 años.
Las ruinas individuales, principalmente los círculos de piedra la mayoría han sido enterrados en la arena y sólo son observables por satélite o por avión. Algunos han sido expuestos por la erosión fundiendo la arena, revelando las paredes y cimientos.

“Me veo como un tipo de mente bastante abierta, pero tengo que admitir que me tomó más de un año asimilarlo y para darme cuenta de que en realidad estábamos tratando con las estructuras más antiguas jamás construidas por el hombre en la Tierra.
La razón principal de esto es que se nos ha enseñado que nada de importancia ha llegado desde el sur de África. Que las civilizaciones del todopoderoso surgió en Sumeria y Egipto y otros lugares. Se nos dice que hasta la liquidación de los bantúes desde el norte, que debía haber comenzado en algún momento del siglo 12 dC, esta parte del mundo estaba llena de cazadores-recolectores bosquimanos y los llamados, que no hicieron importantes contribuciones de la tecnología o la civilización “-. Tellinger

Cuando los exploradores encontraron por primera vez estas ruinas, que se suponía que eran los corales de ganado realizadas por las tribus nómadas, como el pueblo bantú, ya que se trasladó al sur y se estableció la tierra de todo el siglo 13. No hubo récord anterior histórico de cualquier civilización capaz de construir mayores como una comunidad densamente poblada. Se hizo poco esfuerzo para investigar el sitio porque el alcance de las ruinas no se conocía plenamente.
En los últimos 20 años, gente como Cirilo Hromnik, Richard Wade, Johan Heine y otros han descubierto que estas estructuras de piedra no son lo que parecen, De hecho, estos ahora creen que los restos de antiguos templos y observatorios astronómicos de la pérdida de las antiguas civilizaciones se remontan a hace miles de años.

Estas ruinas circulares se extiende sobre un área enorme, sólo pueden ser verdaderamente apreciadas desde el aire o a través de imágenes satelitales modernas. Muchos de ellas están casi completamente erosionadas o han sido cubiertos por el movimiento de tierra de la agricultura y el clima. Algunos han sobrevivido lo suficiente como para revelar su gran tamaño con algunas paredes originales de pie de casi 5 metros de altura y más de un metro de ancho en algunos lugares.
En cuanto a la ciudad entera, es obvio que se trataba de una comunidad bien planificada, desarrollada por una civilización altamente evolucionada. El número de minas de oro antiguas sugiere la razón de la comunidad por esta ubicación. Encontramos caminos, algunos se extiende cientos de kilómetros que conecta la comunidad y la agricultura en terrazas, muy parecidas a las que se encuentran en los asentamientos incas en el Perú.
Pero una pregunta pide una respuesta – ¿cómo podría lograrse esto por los humanos hace 200.000 años?

Esto es lo que podrás ver en google-earth a 25 37’40 .90 “S / 30 17’57 .41 E [A]

 Estamos viendo la escena desde una altitud de 357 metros.
Esta no es una ubicación “especial”, sólo la elegimos al azar, dentro de la zona descrita anteriormente. Muestra los artefactos que están en todas partes y le animamos a buscar en la zona con esta tecnología de internet.
Las estructuras circulares de piedra, son evidentes a partir de este punto de vista, aunque no sea visible desde el suelo. Tenga en cuenta que hay muchos caminos muy largos [B] que se conectan con grupos de estructuras circulares y se aleja por estos “caminos” que viajan por muchos kilómetros.
El hecho de que podamos ver estas estructuras se debe principalmente a la erosión natural, se ha fundido la suciedad y los residuos que ha sido cubierto durante miles de años. Una vez expuesto al viento, las rocas se recorrieron limpias y puedne aparecer engañosamente nuevas.
Si te fijas bien en lo que aparece por primera vez que se vacía la tierra [C], te darás cuenta de muchos círculos débil, lo que indica que más viviendas se esconden hasta debajo de la superficie. En realidad, toda la zona está llena de estas estructuras y vías de conexión.

¿Cómo fue la datación del sitio?

Una vez que las ruinas fueron examinadas, los investigadores estaban ansiosos por colocar la civilización perdida en una perspectiva histórica. Las rocas estaban cubiertas con una pátina que parecía muy vieja, pero no había elementos suficientes para la datación por carbono 14, fue entonces un descubrimiento casual reveló la edad del sitio, y envió un escalofrío por la espina dorsal de los arqueólogos y los historiadores!

Encontrar los restos de una gran comunidad, con nada menos que 200.000 personas viviendo y trabajando juntos, fue un gran descubrimiento en sí mismo. La pátina pesada ​​en las paredes de roca sugirió que las estructuras eran muy viejas, pero la ciencia de la pátina que data sólo está siendo desarrollada y sigue siendo controvertida. El carbono 14 que data de cosas tales como madera quemada introduce la posibilidad de que las muestras podrían ser de los últimos incendios de pastizales que son comunes en la zona.
El avance se produjo inesperadamente como Tellinger lo describe:

“Johan Heine descubrió el Calendario de Adán en el año 2003, casi por accidente. Fue en la ruta para encontrar uno de sus pilotos que estrelló su avión en el borde del acantilado. Junto al lugar del accidente Johan notó un extraño arreglo de grandes piedras que sobresalían del suelo. Si bien el rescate de los heridos el piloto de cerca 20 metros por la ladera del acantilado, Johan se acercó a los monolitos y de inmediato se dio cuenta de que estaban alineados con los puntos cardinales de la Tierra -,norte, sur, este y oeste. hay por lo menos tres monolitos alineados hacia la salida del sol, pero en el lado oeste de los monolitos alineados había un agujero misterioso en el suelo, algo faltaba.”

Después de semanas y meses de mediciones y observaciones, Johan llegó a la conclusión de que estaba perfectamente alineado con el ascenso y la caída del sol. Él determinó los solsticios y los equinocios, pero el misterioso agujero en el suelo seguía siendo un gran rompecabezas. Un día, al contemplar por el agujero, el experto local en caballos y senderos, Christo, llegó cabalgando, rápidamente explicó a Johan que había una extraña forma en el suelo como de una piedra retirada del lugar hace algún tiempo. Al parecer, estaba en algún lugar cerca de la entrada a la reserva natural.
Después de una extensa búsqueda, Johan se encuentran la antropomorfas (forma humanoide) piedra. Estaba intacta y orgullosamente colocada con una placa pegada a ella. Había sido utilizada por la fundación Golondrina Azul para conmemorar la apertura de la reserva Golondrina Azul en 1994. La ironía es que fue removido del sitio antiguo más importante encontrado hasta la fecha y misteriosamente regresó a la reserva por razones ligeramente diferentes.

La ubicación exacta del calendario aparece en http://www.makomati.com. Los primeros cálculos de la edad del calendario se tomen con base en el aumento de Orión, una constelación conocida por sus tres brillantes estrellas que forman el “cinturón” de la mítica cazadora.
La Tierra se bambolea sobre su eje y así las estrellas y las constelaciones cambia su ángulo de la presentación en el cielo de la noche de manera cíclica. Esta rotación, se denomina precesión y completa un ciclo aproximadamente cada 26.000 años. Al determinar cuando las tres estrellas del cinturón de Orión se coloca plana (horizontal) en el horizonte, podemos estimar el momento en que las tres piedras en el calendario son visibles en la alineación de estas estrellas .

El primer cálculo aproximado fue de al menos 25.000 años atrás. Pero las nuevas y más precisas mediciones siguió aumentando la edad. El siguiente cálculo fue presentado por un maestro arqueoastronomo que desea permanecer en el anonimato por temor a hacer el ridículo por la fraternidad académica. Su cálculo se basa también en el aumento de Orión y sugiere una edad de al menos 75.000 años.
La más reciente y más exacta medición fue realizada en junio de 2009, sugiere una edad de al menos 160.000 años, basado en el aumento de Orión — plana sobre el horizonte, como también en la erosión de las piedras dolerita que se encuentran en el sitio.
Algunas piezas del marcador piedras quedaron interrumpidas y sentadas en el suelo, expuestas a la degradación natural. Cuando las piezas volvieron a poner a unos 3 cm de piedra ya se había desgastado. Estos cálculos ayudó a evaluar la edad del sitio para calcular la tasa de erosión del dolerite.
¿Quién hizo la metrópoli? ¿Por qué?
Parece que los seres humanos siempre han valorado el oro. Incluso se menciona en la Biblia, que describe el Jardín de los ríos del Edén:
Parece que los seres humanos siempre han valorado de oro. It is even mentioned in the Bible, describing the Garden of Eden’s rivers: Incluso se menciona en la Biblia, que describe el Jardín de los ríos del Edén:
Génesis 2:11 – El nombre del primer río Pisón, que fluye alrededor de toda la tierra de Havila, donde hay oro.

Sudáfrica es conocido como el país más grande productor de oro del mundo. La zona productora de oro más grande del mundo es Witwatersrand, de la misma región donde se encuentra la antigua metrópoli. De hecho, cerca de Johannesburgo, una de las mejores ciudades conocidas de Sudáfrica, también se denomina “Egoli”, que significa la ciudad de oro.
MINAS DE ORO – ¿Hace cuánto?
¿Hay pruebas de que la minería se llevó a cabo, en el sur de África, durante la Edad de Piedra? Los estudios arqueológicos indican que en efecto fue así.
Al darse cuenta de que los sitios abandonados de antiguas minas de oro puede indicar dónde se puede encontrar, empresa minera líder en el sur de África, la Anglo-American Corporation, en la década de 1970 dedicado a los arqueólogos a buscar como minas antiguas. Los informes publicados (Optima) detalle el descubrimiento en Swazilandia y otros sitios en el sur de África de las zonas mineras amplia con los ejes a profundidades de unos quince metros, objetos de piedra y carbón vegetal sigue siendo fechas establecidas de 35.000, 46.000 y 60.000 antes de Cristo para estos sitios. Los arqueólogos y antropólogos que se unieron en la datación de los hallazgos cree que la tecnología de extracción se utilizó en el sur de África “durante gran parte del período posterior a 100.000 antes de Cristo”
En septiembre de 1988, un equipo internacional de físicos llegó a Sudáfrica para verificar la edad de los hábitats humanos en Suazilandia y Zululandia. Las técnicas más modernas se indica una edad de entre 80.000 y 115.000 años.
En cuanto a las minas de oro más antigua de Monotapa en el sur de Zimbabwe, leyendas Zulu sostienen que fueron trabajadas por los “esclavos de la carne producida artificialmente y la sangre creada por las primeras gentes”, las leyendas zulúes cuentan de estos esclavos, “fue a la batalla con el hombre mono”, cuando “la estrella de la gran guerra apareció en el cielo”.
Es muy probable que la antigua metrópoli se estableciera ahí debido a su proximidad a la fuente más grande de oro en el planeta. Pero, ¿por qué los pueblos antiguos trabajaban tan duro para extraer oro? Es demasiado blando para la fabricación de herramientas, en realidad no es útil para nada, excepto para adornos y su belleza física es a la par con otros metales como el cobre o plata. Exactamente ¿por qué era el oro tan importante para los primeros Homo sapiens?
Para explorar la respuesta tenemos que mirar en el período de la historia en cuestión – 160.000 a 200.000 años a. C. – y aprender lo que estaba sucediendo en el planeta Tierra.

¿Cuáles fueron los seres humanos como 160.000 años atrás?
Los seres humanos modernos, Homo sapiens, puede rastrearse nuestra ascendencia a través del tiempo a un punto en el que nuestra especie evolucionó de otros, más primitivos, los homínidos. Los científicos no entienden por qué este nuevo tipo de humano apareció de repente, o cómo ocurrió el cambio, pero podemos rastrear los genes de nuevo a una mujer soltera que se conoce como “Eva mitocondrial”.

Eva mitocondrial (mt-MRCA) es el nombre dado por los investigadores para la mujer que se define como el ancestro común más reciente por línea materna (CMRA) para todos los seres humanos que viven actualmente. Se transmite de madre a hijo, todo el ADN mitocondrial (ADNmt) en todas las personas que viven se deriva de este individuo una hembra. Eva mitocondrial es la contraparte femenina del cromosoma Y Adán, el antepasado común más reciente por línea paterna, a pesar de que vivieron en diferentes épocas.
Eva mitocondrial se cree que vivió entre 150.000 y 250.000 años AP, probablemente en el este de África, en la región de Tanzania y las áreas al sur y al oeste inmediata. Los científicos especulan que vivía en una población de entre 4000 a 5000 tal vez las mujeres capaces de producir crías en un momento dado. Si otras mujeres tuvieron crías con los cambios evolutivos en su ADN no tenemos registro de su supervivencia. Parece que todos somos descendientes de esta mujer un ser humano.
Eva mitocondrial habría sido más o menos contemporánea con los humanos cuyos fósiles han sido encontrados en Etiopía, cerca del río Omo y en Hertho. Eva mitocondrial vivió mucho antes que la migración de África que podrían haber ocurrido hace unos 60.000 a 95.000 años.

La región de África donde se encuentra el mayor nivel de diversidad mitocondrial (verde) y los antropólogos región postuló la antigua división en la mayoría de la población humana comenzó a ocurrir (marrón claro). La antigua metrópoli localizada en esta última (marrón), región que también corresponde a la edad estimada cuando ocurrieron los cambios genéticos de repente.
¿Podría ser esto una coincidencia?
Historia antigua Sumeria describe la antigua metrópoli y sus habitantes!
Seré honesto con usted. La siguiente parte de la historia es difícil escribir, es tan impactante que la persona promedio no quiere creerlo. Si eres como yo, querrá hacer la investigación usted mismo, a continuación, dar un poco de tiempo para que los hechos puedan instalarse en su mente. A menudo se nos hace creer que los egipcios, los Faraones, pirámides, son el lugar donde comienza nuestra historia conocida. Las dinastías más antiguas se remontan a unos 3200 años BP. Que fue hace mucho tiempo. Pero la civilización sumeria, en lo que hoy es Irak, es mucho más antigua, lo que es más, hemos traducido muchos de los comprimidos de su historia, escrito en escritura cuneiforme y anteriores por lo que sabemos mucho sobre su historia y leyendas.

La imagen del sello [arriba] representa la leyenda de la “gran inundación”, que consume la humanidad. Muchas leyendas sumerias son sorprendentemente similares al Génesis. Al igual que el Génesis, la leyenda sumeria, Atrahasis, cuenta la historia de la creación de los humanos modernos – no por un Dios amoroso -, sino por seres de otro planeta que necesitaban “trabajadores esclavos” para ayudar a extraer oro en su expedición extra-planetaria !
Advirtí de que esto es difícil de creer, pero por favor, siga leyendo.
El origen de los humanos modernos
Esta historia, el Atrahasis, proviene de una temprana versión babilónica de alrededor de 1700 aC, pero sin duda se remonta a la época sumeria. Combina motivos familiares sumerio de la creación de la humanidad y la inundación posterior – al igual que el Génesis.

La historia comienza con los “dioses” – los seres de un planeta llamado Nibiru – excavación de zanjas y la minería de oro como parte de un equipo de expedicionarios. Los seres humanos modernos (Homo sapiens) no existen todavía, sólo los homínidos primitivos vivían en la Tierra. Había dos grupos de “dioses”, la clase trabajadora y la clase dominante (es decir, los oficiales). Los dioses de los trabajadores habían construido la infraestructura, así como trabajaron en las minas de oro y, después de miles de años, el trabajo fue al parecer demasiado para ellos.

Los dioses tuvieron que cavar los canales las líneas de vida de la tierra, y luego sacó el Éufrates. – (Dalley 9, Atrahasis)
Después de 3600 años de este trabajo, los dioses finalmente comienzan a quejarse, deciden ir a la huelga, quemando sus herramientas y sus alrededores el dios principal Enlil avisa a la multitud enfurecida, Enlil tiene miedo (Su cara es descrita como “cetrino como tamariscos.”) El visir Nusku aconseja a Enlil convocar a los grandes dioses, especialmente Anu (dios del cielo) y Enki (el dios inteligente de las aguas dulces). Anu aconseja a Enlil para determinar quien es el cabecilla de la rebelión, envían a Nusku a pedir a la multitud de dioses que es su líder. La multitud responde: “Cada uno de nosotros dioses ha declarado la guerra!” (Dalley 12, Atrahasis).
Puesto que los dioses de la clase alta ahora vemos que el trabajo de los dioses de la clase baja “era demasiado duro”, deciden sacrificar a uno de los rebeldes por el bien de todos. Se llevarán a un dios, matarlo, y que la humanidad mediante la mezcla de carne del dios y la sangre con la arcilla:

Belit-ili la diosa del vientre está presente,

deje que el vientre de la diosa crear descendencia,

Y que el hombre llevar la carga de los dioses! (Dalley 14-15, Atrahasis)
Después Enki les instruye sobre rituales de purificación para el primer, séptimo y decimoquinto de cada mes, la masacre dioses Geshtu-e “, un dios que tenía la inteligencia” (su nombre significa “oído” o “sabiduría”) y de la humanidad la forma de su sangre y un poco de arcilla. Después la diosa del nacimiento mezcla la arcilla, todas las tropas de dioses, entonces Enki y la diosa de matriz toma la arcilla en “la habitación del destino,” donde el vientre de las diosas estaban reunidos.

Él [Enki] pisó la arcilla en su presencia;
Ella mantuvo recitando un conjuro,
Por Enki, permaneciendo en su presencia, le hizo recitar.
Cuando hubo terminado su conjuro,
Se pellizcó catorce pedazos de arcilla,
Y con siete piezas de la derecha,
Siete de la izquierda.
Entre ellos, ella dejó un ladrillo de barro. (Dalley 16, Atrahasis)
La creación del hombre parece ser descrita como un tipo de clonación y lo que hoy consideramos la fertilización in vitro.
El resultado fue un híbrido o “evolución humana”, con una mayor inteligencia que podrían ejercer las funciones físicas de los dioses de los trabajadores y también se ocupan de las necesidades de todos los dioses.

Se nos dice, en otros textos, que la expedición llegó al oro y que grandes cantidades fueron extraídos y transportados fuera del planeta. La comunidad en el sur de África se llamó “Abzu” y fue el lugar principal de la operación minera.
Dado que estos eventos parecen coincidir con las fechas de “Eva mitocondrial” (es decir, entre 150.000 y 250.000 BP) y parecen estar localizado en la región minera de oro más ricas del planeta (Abzu), algunos investigadores piensan que las leyendas sumerias puede, y de hecho, se basa en hechos históricos.

De acuerdo con los mismos textos, una vez que la expedición de la minería de composición se decidió que la población humana se debe permitir perecer en un diluvio que fue predicho por los “dioses” astrónomos. Al parecer, el paso cíclico del planeta hogar de los dioses, Nibiru, que iba a llevarlo lo suficientemente cerca de la órbita de la Tierra que la gravedad haría que los océanos, aumentando las inundaciones y la tierra, poniendo fin a la especie híbrida – homo sapiens.
Según la historia, uno de los “dioses” tenía simpatía por un ser humano particular, Zuisudra, y le advirtió para construir un barco para sobrellevar la inundación. Esto a la larga se convirtió en la base de la historia de Noé en el libro de Génesis.
¿Esto realmente sucede? La otra única explicación es imaginar que las leyendas sumerias, reconociendo la vida en otros planetas y la clonación humana, fueron extraordinarios en la ciencia ficción. Esto en sí mismo sería increíble. Pero ahora tenemos pruebas de que la ciudad minera, Abzu, es real y que existió en la misma época que la repentina evolución de los homínidos al homo sapiens.
Basta con pensar en esto por un rato.

Fuente: Viewzone

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Rituales mortuorios mayas

La famosa ciudad maya de Chichén Itzá sigue dando sorpresas a los investigadores. Un nuevo hallazgo arqueológico en el interior de un cenote (cueva sumergida) mexicano ha desvelado un novedoso tipo de rituales mortuorios mayas prehispánicos.

Un equipo de arqueólogos subacuáticos de la Universidad Autónoma de Yucatán ha descubierto bajo las aguas un nicho natural donde se hallaron huesos humanos y de animales, vasijas de cerámica, cuentas de jade y de concha, cuchillos de pedernal y otros objetos, todos ellos colocados de forma cuidadosa y selectiva en lo que parece ser una ofrenda sagrada de petición de lluvia.

Según explicó el investigador Guillermo de Anda, director del equipo de arqueólogos y del proyecto ‘El Culto al Cenote’, el descubrimiento se produjo durante la exploración de un pozo natural situado a escasos dos kilómetros de la famosa pirámide de Kukulcán (o de El Castillo). «Tras descender por cuerdas 21 metros hasta la superficie del agua, descubrimos a cinco metros de profundidad una cueva inundada que conducía al nicho».

Ofrenda submarina

Además de los citados objetos, se encontraron también bifaciales, artefactos redondos de concha (anteojeras identificadas con atributos de Tláloc, deidad de la lluvia) y gran cantidad de carbón que, probablemente, fue utilizado en el ritual. Todo estaba en su sitio, tal y como lo dejaron los sacerdotes mayas.

En la zona central de la cueva estaba lo que parece ser la ofrenda principal «formada por elementos que encierran un gran simbolismo, ya que puede verse el cráneo de un perro (animal relacionado con los espíritus que van al inframundo) un venado (animal simbólico de inframundo y creación), una tibia humana, y un cuchillo de sacrificio», indicó De Anda.

Los investigadores calculan que este ritual en honor al Dios Tláloc debió celebrarse en los siglos IX y X, cuando los antiguos mayas padecieron dos periodos de sequía en la región y que provocó el llamado Colapso Maya. En el nicho se hallaron restos humanos de, al menos, seis individuos, probablemente sacrificados.

«Aún no sabemos en qué consiste este tipo de ritual», explicó el arqueólogo, que asegura que lo más importante y sorprendente del hallazgo es que se trata de una práctica ceremonial novedosa para los expertos que está en proceso de estudio.

Hasta ahora, los casos documentados de sacrificios mayas se referían a ritos en que se arrojaban a las víctimas al fondo del cenote junto a objetos y otros elementos religiosos.

«En este caso, está claro que las personas no eran arrojadas desde la superficie, sino colocadas en las paredes del cenote. Las hipótesis indican que las poblaciones pudieron estar dedicadas a las deidades de la lluvia, para pedir agua, en tanto que la antigüedad de las ofrendas coincide con la época en que se produjeron dos intensos periodos de sequía. Creemos que a causa de la sequía, el nivel del agua del cenote pudo haber descendido entre 3 y 5 metros respecto al que tiene hoy, lo que habría facilitado a los mayas llegar hasta la cavidad y depositar la oblación», señaló.

Petición de lluvia

Además de la ofrenda mortuoria, en el fondo del cenote, en la poza principal, a 50 metros de profundidad, los arqueólogos subacuáticos realizaron más hallazgos de esqueletos humanos de una veintena de individuos y más de un centenar de elementos de huesos de animales, cerámica y esculturas, entre las que destaca un portaestandarte con características similares a un jaguar.

De Anda destacó que este cenote, conocido con el nombre de Holtún, nunca había sido explorado y por lo tanto su contexto está inalterado. «A través de análisis de ubicación espacial del material y una estricta metodología cartográfica y de registro, se ha logrado la descripción de la ubicación precisa de cada elemento en un plano, con lo que se determina que se trata de un sitio ritual semejante al Cenote Sagrado de Chichén Itzá».

Cuando se realizaron las investigaciones en este famoso yacimiento, entre 1882 y 1968, los pocos adelantos en la metodología y técnica de investigación propiciaron que se perdiera mucha información, por lo que el estudio de este nuevo cenote podría ayudar a contestar muchas incógnitas que quedaron sin respuestas respecto al primero, que probablemente es el más importante de toda el área maya.

Fuente: El mundo

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Piedras de un lago sagrado entre las ruinas de la antigua ciudad de Tanis

Herido por las crecidas del Nilo, Tanis es un enigma enclavado allá donde las venas del Delta enfilan el último tramo hacia el Mediterráneo. Fue capital de Egipto durante las dinastías XXI y XXII (1069-720 a.C.) y su eco real perduró hasta el siglo VI d.C., cuando su gloria fue abandonada por el miedo a una inundación. Tanis, su denominación en griego, fue Dyanet para los antiguos egipcios; San el Haggar en árabe y Zoán en el relato bíblico del éxodo de los judíos hacia la tierra prometida.

La leyenda de Tanis -guardada por sus antiguos moradores, que levantaron a unos kilómetros de su ubicación el pueblo de Tennis- sobrevivió durante siglos y llegó incluso al celuloide. Un primerizo Indiana Jones descubrió entre los restos de su geografía el Arca de la Alianza, la preciada caja negra que debía albergar las tablas de piedra con los Diez Mandamientos.

Consagrada a Amón (símbolo del poder creador), su esposa Mut (la diosa madre) y el hijo de ambos Jonsu (dios lunar), las expediciones arqueológicas todavía horadan su tierra en busca de sus secretos. Una muralla, templos, colosos, obeliscos, esfinges o tumbas reales -algunas de ellas intactas y repletas de oro, joyas y otras piedras preciosas e incluso las máscaras funerarias de sus difuntos faraones- es el legado de la ciudad.

Un lago de 20 metros de largo

El alter ego de Harrison Ford, el ministro de Antigüedades egipcio, Zahi Hawas, anunció este lunes un nuevo hallazgo en Tanis. Arqueólogos franceses han descubierto cientos de bloques de piedra caliza coloreados y tallados que debieron emplearse en la construcción de las paredes de un lago sagrado ubicado en el templo de Mut. A juicio del egiptólogo, conservan algunos de los mejores relieves encontrados en la tierra de los faraones.

Según Hawas, las piezas podrían haber pertenecido al rey Osorkon II (872-837 a.C) y ser usadas en un templo o capilla. Se cree que la piedra fue reutilizada posteriormente en la época ptolemáica (332 a.C.-30 d.C.). Una vez completada la excavación y el estudio de los bloques, la misión gala reconstruirá el proyecto original para determinar si pertenecía a un templo o una capilla.

La piedra permitió construir un lago sagrado que media 20 metros de largo, 12 metros de ancho y 6 metros de profundidad. De los 120 bloques que ya han sido desenterrados por el equipo de arqueólogos, 78 poseen inscripciones. Algunas indican su pertenencia al rey Osorkon III o IV e incluyen menciones a «la maestra Mut del lago Isheru».

Tanis, la ‘Tebas del norte

Tanis, sita a 125 kilómetros de El Cairo, suma un nuevo hallazgo. Conocida como la ‘Tebas del norte’ por su enorme riqueza arqueológica, la ciudad ha recibido unos 6 millones de euros de las autoridades egipcias en un intento de bajar el nivel freático y controlar el agua superficial y subterránea. El objetivo es convertir las ruinas de una de las ciudades egipcias más antiguas en un museo al aire libre que disponga de centro de visitantes, instalaciones turísticas y un centro de exhibición de restos.

Un siglo y medio separa este último descubrimiento de las primeras incursiones arqueológicas. El pionero fue el célebre egiptólogo Auguste Mariette, que inició la excavación en 1860. Tras su muerte, Flinders Petrie halló el templo de Amón y entre 1928 y 1958 una misión francesa descubrió los templos de Mut y Horus y la necrópolis real, expuesta actualmente en el Museo Egipcio de El Cairo.

Fuente: El mundo

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¿Hasta cuándo sobrevivieron los neandertales?

El hallazgo en los Urales, al norte de Rusia, de 313 herramientas con 33.000 años de antigüedad ha reavivado el fuego alrededor de algunas de las cuestiones más inquietantes de la Paleontología: ¿Hasta cuándo sobrevivieron los neandertales? ¿Durante cuánto tiempo convivió esta «segunda especie inteligente» con la nuestra? El hallazgo, que aparece esta semana en Science, podría ayudar a encontrar respuestas a preguntas que, hoy por hoy, siguen sin contestar.

Hace 33.000 años ya había en Europa hombres «como nosotros». Nuestra especie, en efecto, llegó al continente europeo hace alrededor de 40.000 años y allí se encontró con otros pobladores mucho más antiguos y que desaparecieron al poco tiempo de nuestra llegada. ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

Lo cierto es que no existen en todo el viejo continente restos de neandertal que sean más antiguos de 40.000 años. Pero el hallazgo de un completo juego de herramientas en los montes Urales podría adelantar esa fecha en varios miles de años. Por desgracia, no existen restos humanos asociados a esas herramientas. Es decir, no han aparecido los cuerpos de sus constructores.

A pesar de ello, parece claro que fueron fabricadas con una tecnología mucho más antigua de la que utilizaban en ese momento los humanos modernos. Y si no fueron ellos, nuestros antepasados directos, entonces tuvieron que ser hechas por un grupo de neandertales, una pequeña población que, por algún motivo, logró sobrevivir en aquella gélida región (cerca del Círculo Polar Ártico) mientras que sus congéneres se extinguían por todas partes sin remedio.

La «sustitución» del hombre de neandertal por nuestra propia especie no se hizo en un día, sino que fue un proceso que duró varios miles de años (muy poco para la desaparición completa de una especie). Ahora bien, ¿Cuánto tardaron exactamente en extinguirse por completo? ¿Dónde y cuándo vivió el último hombre de neandertal?

Relaciones con humanos

Si el hallazgo de los Urales se confirma, estaríamos, precisamente, ante algunos de los últimos representantes de una clase de ser humano que vivió a sus anchas en Europa durante por lo menos 350.000 años. Y que fue sustituido en muy poco tiempo por otro tipo de hombre recién llegado: nosotros.

L. Slimak Raspadores El autor principal del artículo, Ludovic Slimak, ha estudiado a fondo las herramientas y asegura que son directamente comparables con otras, mucho más antiguas, asociadas sin lugar a dudas a asentamientos de neandertales. Slimak y sus colegas han logrado encontrar en el yacimiento de Byzovaya, hasta 313 herramientas, esparcidas junto a restos de mamut y otros animales. Las herramientas consisten en raspadores, núcleos y artefactos de piedra, y todos ellos con las características distintivas y el estilo de fabricación propio de tiempos mucho más antiguos, del Paleolítico Medio. No hay cuchillos ni hojas afiladas y cortantes, algo que, en el Paleolítico Superior, sí que utilizaban los pobladores de nuestra propia especie.

Si se logra encontrar allí algún resto de neandertal que confirme sin lugar a dudas la autoría de estos artefactos, significaría que las dos especies humanas inteligentes, la de los neandertales y la nuestra, coexistieron durante un tiempo mucho más largo del que se creía.

Investigaciones recientes han demostrado ya que el 4% de nuestros genes son una herencia directa del hombre de neandertal. Quizá nuestro contacto con ellos fue mucho más intenso y directo del que ese exiguo porcentaje parece sugerir.

Fuente: Abc.es

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Lo que el océano esconde

«Sí, Solón, hubo un tiempo, antes de la más grande destrucción por las aguas, donde la ciudad que es hoy de los atenienses era, de todas, la mejor para la guerra (…) En ese tiempo se podía pasar por este mar. Había una isla delante de ese pasaje que ustedes llaman las Columnas de Hércules (…). Ahora bien, en esta isla Atlántida, sus reyes habían formado un gran y maravilloso imperio (…).”Fragmento de El Timeo, de Platón.

Durante el verano del año 2000 el científico y explorador oceanógrafo Robert Ballard,  al frente de una expedición en el Mar Negro, encontró huellas de asentamientos humanos a más de 100 m. de profundidad. La noticia fue ampliamente difundida por los medios de comunicación pues constituía una constatación de que en el pasado, el nivel del mar se encontraba más bajo que en la actualidad.

Sin embargo los científicos tienen pocas dudas al respecto; durante los últimos 100.000 años, los niveles oceánicos han sufrido fuertes oscilaciones,  pero siempre por debajo de la cota actual. Debido a que el planeta se encontraba inmerso en la llamada Cuarta Glaciación,  el agua que se evaporaba de los océanos no volvía a ellos en la misma proporción pues se acumulaba en forma de hielo y nieve sobre las tierras emergidas. Al no recuperar estas aguas evaporadas, los mares bajaban de nivel, tanto más cuanto mayor fuera la bajada de las temperaturas. Se estima que en el periodo más frío de la glaciación, -que se conoce como “máximo glacial”-, el nivel del mar llegó a estar entre 120 y 140 m. más bajo que en nuestros días. Finalmente, hace entre 20 y 18 mil años, dio comienzo el periodo de desglaciación, que duró hasta hace 8 mil años y el nivel del mar aumentó hasta ser el que tenemos en la actualidad.

Nivel del mar durante los últimos 140.000 años, según las terrazas de coral de Huon (Nueva Guinea). El descenso del nivel del mar provocó la emersión de vastas extensiones de plataformas marinas. (El grosor de la línea de variación indica la incertidumbre en el análisis) La tabla aparece en el libro «Historia del clima de la Tierra» del profesor Antón Uriarte Cantolla.

Dado que se estima que nuestra especie surgió en el sureste de África hace entre 130 y 150 mil años, no es de extrañar que existan vestigios de asentamientos humanos a las profundidades en las que los halló Ballard, no sólo en el Mar Negro, si no en otros muchos lugares del planeta. Mientras se extendían por todos los continentes, nuestros ancestros sufrieron los rigores de un clima sensiblemente más frío, en unas tierras con unas líneas de costa más bajas que las actuales.

El problema, la controversia, surge cuando se encuentran estructuras sumergidas cuya construcción requiere de unos conocimientos, unas herramientas, una organización social, en definitiva un nivel de civilización que la Arqueología ortodoxa no otorga a pueblos que vivieron como poco hace 10.000 años.

Ahora, si al lector le place, emprenderemos un viaje a la búsqueda de restos de antiguas construcciones,  vestigios de pretéritas y desconocidas civilizaciones que vivieron a orillas de un mar más bajo que el actual.

 

Yonaguni

Situada en el océano Pacífico, a apenas 70 millas de la costa oriental de Taiwán y a 300 millas al suroeste de Okinawa, la isla japonesa de Yonaguni  constituía hasta hace unos años un destino turístico menor para aficionados al buceo japoneses. Sin embargo, en 1985 tuvo lugar un descubrimiento en sus fondos marinos que ha hecho que el nombre de la pequeña isla sea conocido en todo el mundo. Aquel año, el guía de buceo local Kihachirō Aratake, cuando buscaba nuevos lugares donde poder practicar buceo, se topó con lo inesperado. En plena inmersión en una zona conocida como Iseki Point, ante sus ojos aparecieron unas espectaculares estructuras líticas que parecían los restos de un antiguo y majestuoso monumento hecho por el hombre.

 

Poco tiempo después, el Dr. Masaaki Kimura, profesor del Departamento de Ciencias Físicas y Terrestres en la Universidad de Ryukyus, Okinawa, se interesó por el descubrimiento y desarrolló un proyecto para cartografiar la estructura hallada por Aratake. Aunque se ha especulado mucho acerca de si se trata de una formación geológica natural o de una obra hecha por el hombre, el Dr. Kimura, tras más de 15 años de investigación en los que él y su equipo han efectuado más de 140 inmersiones en  la zona, ha llegado a la conclusión de que el  Monumento Yonaguni, (como se le conoce en Japón), es, en su totalidad, una construcción artificial, tallada en la roca viva por manos humanas. Además de la estructura principal, se han encontrado otras en sus alrededores. Una de ellas es un  curioso recinto llano rodeado de rocas que quizás fueran talladas a modo de gradas y que ha recibido por parte del equipo del Dr. Kimura, el nombre de “El Estadium”, por su semejanza con un lugar destinado a albergar ceremonias o incluso algún tipo de espectáculo.
Teniendo en cuenta su antigüedad y que toda la zona ha sufrido a lo largo de la historia numerosos y fuertes seísmos, el estado de conservación de estos conjuntos es asombroso.

Es probable que el Monumento Yonaguni fuese tallado aprovechando la configuración natural de las rocas donde se encuentra y esto hizo que tuviera ese aspecto “escalonado”. Pues bien, si tenemos en cuenta su antigüedad y la procedencia de los grupos humanos que poblaron el continente americano, ¿serían construcciones como la de Yonaguni inspiradoras de las pirámides escalonadas que luego se construyeron en América?…

Esculpidos en la piedra viva, estos escalones recuerdan a los de Yonaguni pero… se encuentran en los Andes, en Quenko, cerca de Cuzco, Perú.

Y estos, también en América del Sur, pertenecen a la fortaleza Inca de Sacsahuamán.

Por otro lado, los geólogos admiten la posibilidad de que durante la era glacial quedase al descubierto una basta extensión de terreno que, a modo de puente, llegó a unir Okinawa con Yonaguni, continuando hasta Taiwán que, a su vez, formaba parte de las tierras continentales. Junto con el hecho de que en aguas de Okinawa también se hayan encontrado restos sumergidos, lo encontrado en Yonaguni daría nuevos pábulos a las leyendas sobre un continente perdido en el Pacífico llamado Mu. En cualquier caso, dada su antigüedad, el Monumento Yonaguni constituiría una de las construcciones humanas más antiguas, anterior en varios miles de años a las pirámides egipcias, (según su datación oficial) y representaría tener que admitir que el pueblo que lo construyó poseía niveles de civilización inesperados para la época.

Por el momento la arqueología ortodoxa no se ha pronunciado con claridad sobre este descubrimiento.

El Monumento Yonaguni 1 es una estructura tallada en la roca viva hace como poco 10.000 años, que es cuando los geólogos estiman que estaba por encima del nivel del mar. Tiene una longitud aproximada de 120 m. una anchura de 40 m. y una altura de 20 m. Su base descansa a una profundidad de 25 m. y su parte superior se encuentra a 5 m. de la superficie. Se especula sobre  si era una especie de templo o tenía funciones defensivas.

En esta especie de Moai, el equipo del Dr. Kimura cree encontrar la tosca representación de un rostro humano.

 

 

 

 

La Atlántida… Siempre la Atlántida

Es de suponer que cuando Platón recogió en sus diálogos, (en el Timeo y en el Critias), el mito de la Atlántida, no pensó en los ríos de tinta que tal hecho iba a hacer correr en el futuro. Pero así ha sido. Mucho se ha escrito sobre la Atlántida y mucho se la ha buscado. La idea de una utópica civilización que floreció en una isla situada “más allá de las Columnas de Hércules”, alrededor del año 10.000 a.C. nada menos, que fue tragada por el océano, ha fascinado desde siempre a las imaginaciones inquietas. Se la ha supuesto situada en las islas Canarias, en las Azores, en la península Escandinava, en Groenlandia… Incluso se la ubicó en una isla griega en el mar Egeo llamada Thyra, (sepultada por una erupción volcánica alrededor del año 1500 a.C.), cuando no en la mismísima isla de Creta. Pero en ninguno de estos lugares se han encontrado restos arqueológicos que puedan ser prueba irrefutable de su presencia.

Otros investigadores han defendido la idea de que la Atlántida pudo asentarse en el continente antártico y que sus restos se hallan bajo su grueso manto de hielo. Para ello, sostienen  que, antes del final de la última glaciación, la Antártida se ubicaba en una latitud más al norte de la actual, con un clima menos frío, que hubiera permitido el desarrollo de asentamientos humanos. La enorme acumulación de hielo en los polos durante esa época, habría producido un relativamente rápido deslizamiento de la corteza terrestre hasta situar a la Antártida en su emplazamiento actual. Sin embargo, no existen evidencias geológicas de que esto se halla producido. No existe rastro de ello en los registros paleomagnéticos de las rocas, ni en la Antártida, ni en los fondos oceánicos, ni en los otros continentes. Así mismo, estudios geológicos sobre la datación de la apertura del Estrecho de Drake, (entre la Antártida y el cono sur americano),  sitúan este hecho hace 41 millones de años, lo que coincide con la datación del origen de la placa de hielo antártico. Para los científicos, la idea de que la Antártida se desplazó hasta su ubicación actual hace unos miles de años es, sencillamente, un disparate.

También hay quien ha querido identificar a la Atlántida con el continente americano. En 1968, fueron encontrados bajo las aguas de Bimini, en las islas Bahamas, unas formaciones rocosas cuyas características hicieron pensar a algunos que podrían tratarse de evidencias arqueológicas, pero esto no se confirmó.

Formaciones rocosas en el fondo marino de Bimini, Bahamas. Aunque se ha especulado sobre su posible origen artificial, no se han producidos otros hallazgos que confirmen esta idea. La opinión más generalizada es que se trata de una formación geológica natural.

Recientemente el hallazgo de estructuras de piedra, de posible origen artificial, sumergidas a 650 m. de profundidad cerca de la costa sur occidental de la isla de Cuba, ha vuelto a poner de actualidad esta idea. (Véase recuadro adjunto).

En el año 2001, cuando se realizaban trabajos de prospección del fondo marino con un sonar de barrido lateral, en aguas de la isla de Cuba, se encontraron unas sorprendentes estructuras sumergidas a más de 600 m. de profundidad que, por su aspecto y en palabras de Manuel Iturralde, uno de los geólogos más reputados de Cuba, “no formaban parte de la geología de su entorno”. En Marzo de 2003, el periodista e investigador Luis Mariano Fernández viajó a Cuba en donde se entrevistó con Iturralde y con Paulina Zelinsky, la oceanógrafa que se encontraba al frente de la expedición que dio con el hallazgo. La Dra. Zelinsky confirmó al periodista español que se habían observado enormes bloques de piedra con formas geométricas perfectas, que parecían cortados y encajados unos con otros por manos humanas. Luis Mariano Fernández regresó a España con imágenes del descubrimiento que la propia Dra. Zelinsky le facilitó y que fueron dadas a conocer por primera vez en España.
Algunas de esas imágenes y las entrevistas fueron publicadas en su día por la revista Enigmas.

En la actualidad estos asombrosos hallazgos se encuentran en fase de exploración.

Impresionante imagen sonar de las estructuras. Su grado de simetría es sorprendente.

La Dra. Zelinsky entrevistada por Luis Mariano Fernández

 

De confirmarse este descubrimiento, aún en investigación, quizás habría que revisar los cimientos de la Historia, pero no parece lógico situar la Atlántida en un lugar geográfico tan alejado del mar Mediterráneo, teniendo en cuenta que las crónicas de los antiguos griegos nos hablan de que los atlantes comerciaron y mantuvieron guerras con pueblos de la rivera mediterránea.

Entonces, ¿existió realmente la Atlántida o se trata de un mito del mundo antiguo? Para algunos investigadores no hay dudas respecto a que civilizaciones antiguas poseyeron niveles de desarrollo y conocimientos técnicos superiores en algunos aspectos a los que se tuvieron en tiempos posteriores. Se ha querido ver en esto la influencia de una civilización superior anterior, desconocida aún para la Arqueología. Sin embargo el problema surge cuando se piensa en la cronología que otorga Platón a la Atlántida: 10.000 años a.C. Veamos por qué.

Tradicionalmente historiadores y antropólogos, han vinculado la aparición de las primeras civilizaciones humanas al descubrimiento de la agricultura. Cultivar la tierra acabó con la necesidad de la vida nómada que llevaban los grupos de cazadores-recolectores anteriores a las primeras sociedades agrícolas. También produjo excedentes de alimentos, con lo que no todos los miembros válidos del grupo tuvieron que dedicarse a su obtención. Esto permitió la existencia de artesanos, de una incipiente clase dirigente y del inicio de actividades de intercambio comercial con otros pueblos. En algunos lugares, como en Mesopotamia, el valle del Indo y el valle del Nilo, las inundaciones anuales de sus ríos ocasionaban una fertilización natural de las tierras adyacentes, que producían por ello abundantes cosechas. Fue en estos valles donde aparecieron las primeras civilizaciones humanas conocidas. Podemos inferir por tanto, la siguiente proposición: para que se produzca una civilización, deben existir excedentes de producción de alimentos. Pero, aunque existen algunas evidencias de que en ciertos lugares la agricultura empezó a utilizarse en fechas próximas al año 10.000 a.C., no es hasta varios milenios después que su uso comienza a generalizarse. Por tanto los historiadores son reacios a admitir la posibilidad de que una cultura alcanzase el grado de “civilización” con anterioridad a estas fechas.

Pues bien, ya tenemos las pistas necesarias para tratar de ubicar la Atlántida.

Debemos buscar un lugar “más allá de la Columnas de Hércules”, pero no lejos del Mediterráneo, en donde, en torno al año 10.000 a. C., sin mediar la agricultura, pudieran producirse excedentes de alimentos.

Y ése lugar existió.

 

La Carta Náutica del Estrecho de Gibraltar
del año 10.000 a.C.

Como hemos visto en la tabla cronológica de los niveles oceánicos, 12.000 años antes del presente, el nivel del mar se encontraba alrededor de 100 m. más bajo que en la actualidad y llevaba muchos miles de años por debajo de esa cota. Si dibujamos una carta náutica del Atlántico con estos datos, nos aparecen algunas islas que hoy día se hallan sumergidas, como es el caso de la dorsal conocida como “Gorringe Ridge”, a poco más de 100 millas al Este-Sureste del actual Cabo de San Vicente. Pero es, en mi opinión, más interesante lo que ocurre en las inmediaciones del propio Estrecho de Gibraltar. Nos aparece un paso más largo y más angosto, si cabe, con algunas islas en medio y una gran extensión de terreno que hoy está bajo el mar.

El Estrecho 10.000 años a.C. (En color marrón oscuro, las tierras emergidas en la actualidad). Las rocas de Gibraltar (antigua Calpe) al norte y de Jebel Musa (antigua Abila) al sur, eran consideradas en el mundo antiguo como “Las Columnas de Hércules”. Se aprecia la aparición de una isla de 5 Km. de largo por 3 Km. de ancho, con lo que pudo ser un pequeño puerto natural abierto al Este. Este emplazamiento, hoy sumergido, recibe en la actualidad el nombre de “Bajo Majuan”. A poco más de 20 Km. de este lugar, existe una localidad gaditana que tiene un nombre tan evocador como “Atlanterra”

Pues bien, podemos considerar que  aquellas aguas debieron ser extraordinariamente ricas en especies marinas, especialmente en atunes, pues el Estrecho constituye un paso obligado hacia el Mediterráneo, lugar de desove natural para esa especie. Hoy día lo sigue siendo, exportándose parte de las capturas de atunes a Japón. Es fácil suponer que cualquier pueblo asentado en la zona, dejase de necesitar dedicarse al nomadeo como medio de obtención de alimentos y que, a poco que dominase métodos de conservación del pescado, podría obtener ingentes cantidades de excedentes con los que comerciar y prosperar. Si a esto le unimos que la zona es también rica (y lo fue aún más en aquella época por estar las aguas más frías), en un tipo de alga marina llamada laminaria, que en la antigüedad se consumió por ser una importante fuente de yodo y sodio,  tenemos los ingredientes necesarios para que se diera una “civilización pre-agrícola”. Pero, ¿por qué en el Estrecho y no en otro lugar? Pues porque el Estrecho actuaría a modo de cuello de botella natural, donde la densidad de paso de los atunes sería enorme, produciendo facilidad y abundancia en las capturas, sin que las embarcaciones tuvieran que alejarse peligrosamente de la costa para obtenerlas.

 

“En el país de los ciegos, el tuerto es el Rey”

En un mundo en el que el modo de vida usual era la caza y recolección de alimentos y los grupos humanos se veían obligados a cambiar periódicamente de asentamiento, la aparición de un pueblo que pudo asentarse permanentemente en una zona, que poseía los recursos suficientes como para mantener a artesanos, sacerdotes, dirigentes, incluso un ejercito, debió  ser determinante. Esta cultura del Estrecho, que podríamos llamar también “del atún”,  predominaría sobre las demás, extendiendo su área de influencia, militar y comercial, con facilidad por la rivera mediterránea -tal y como nos cuenta Platón- haciendo que los otros pueblos la vieran con admiración y respeto.

¿Hasta donde llegó esa civilización? No lo sabemos. Quizás fueran aquel pueblo de navegantes que extendieron su influencia por los litorales de muchos lugares. Quizás por eso las culturas megalíticas se dieron preferentemente junto a las costas…

Pero esto, de algún modo, acabó. Con el fin de la cuarta glaciación, el nivel del mar subió y sumergió las islas del Estrecho así como bastas extensiones de tierras continentales. Las condiciones para la pesca del atún debieron endurecerse y los niveles de prosperidad bajaron, iniciándose la decadencia de esta civilización marítima. Pocos milenios después, surgieron otras civilizaciones en el Mediterráneo Oriental, basadas ya en la agricultura, que extendieron su influencia por donde antaño lo hicieran los “atlantes”, quedando su recuerdo idealizado en la memoria, en la transmisión oral y después escrita de ésta,  de muchos pueblos mediterráneos. Quizás su herencia fuera recogida por reinos posteriores, como Tartessos y más tarde por los turdetanos, en un mundo diferente, donde ya existían otras civilizaciones que pugnaban entre sí por la hegemonía comercial y militar.

De lo que aquel viejo sacerdote egipcio contó a Solón y que recogió Platón en su obra, solo habría un detalle por encajar: la extensión de la isla en donde se asentaría la Atlántida. “…una isla tan grande como Asia Menor y Libia, juntas…” Pero esta historia es narrada muchos miles de años después de ocurridos los hechos que relata. Es fácil suponer el alto grado de idealización que para entonces la leyenda atlántica tendría.

Pero entonces, ¿dónde se hallan los restos arqueológicos de esta remota y quizás primigenia civilización? ¿Por qué no se han descubierto? Sencillamente, porque se encuentran cubiertos por capas de sedimentos y arena, bajo decenas de metros de agua salada.

Porque el océano los ocultó…

 

Fuente: http://www.joserafaelgomez.com