0

Una noche para convertirse en científico

Aprender a separar los pigmentos de las algas, conocer la química que no se ve en algunos alimentos y la vinculación de la magia y las matemáticas y un concurso de disfraces de científico son algunas de las actividades que, sobre todo los jóvenes, podrán disfrutar este viernes en la Noche de los Investigadores.

Se trata de una iniciativa de sensibilización pública hacia los investigadores que se celebra en varias ciudades españolas y en la que participan las principales universidades y centros de investigación junto a asociaciones científicas nacionales.

la Noche de los Investigadores es un proyecto europeo en el que este año intervienen 320 ciudades de 32 países y que coincide con el Año de la Química.

Actividades en varias ciudades

En España, la UE subvenciona actividades en Burgos, Girona, Las Palmas de Gran Canaria, León, Oviedo, Madrid, Murcia, Oviedo, Palma de Mallorca, Salamanca, Valladolid y Zaragoza. El listado de actividades se puede consultar en la página de la Unión Europea.

En Madrid se desarrollarán 14 actividades gratuitas, entre las 18:00 horas y las 24:00 horas.

En la Universidad Autónoma, por ejemplo, se llevará a cabo la obtención de nanopartículas de oro, mientras que en la Politécnica habrá un espectáculo de magia donde los trucos se basan en conceptos matemáticos, físicos y químicos, y en la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular habrá una exposición fotográfica.

Además, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha puesto en marcha un autobús de dos pisos que recorrerá las calles de la ciudad visitando los lugares más emblemáticos para la ciencia.

 

Ciencia divertida

En Asturias, en la Universidad de Oviedo, los ciudadanos que asistan podrán aprender a elaborar jabón, pasta de dientes o crema hidratante, ver cómo se cristaliza el azúcar o cocinar una tortilla de patata «deconstruida» sin colesterol.

En Las Palmas de Gran Canaria los grandes protagonistas serán los niños y los jóvenes, que, además, de conocer cómo separar los pigmentos de las algas, entenderán la importancia de comer bien.

En esta ciudad, el Museo Elder de Ciencia y Tecnología desarrollará un taller sobre las estrellas, mientras que en el Instituto Canario de Ciencias Marinas los participantes podrán ver los caballitos de mar y conocer por qué tienen esta forma curiosa.

La Universidad de Murcia ha preparado juegos y talleres interactivos y la de Jaén tiene programada la obra de teatro «Una historia de la tabla periódica de los elementos».

En Castilla y León se han organizado actividades en varias provincias, en las que habrá talleres de química, en los que, por ejemplo, se aprenderá las consecuencias de las dosis al utilizar medicamentos, o una ruta de olores en la que se podrán de manifiesto las diferentes formas apreciarlos.

En Valladolid se ha convocado un concurso de disfraces («disfrázate de científico»).

En Zaragoza (Aragón es la primera vez que celebra esta noche), más de 200 investigadores abandonarán sus laboratorios por un día y, entre otras actividades, los ciudadanos podrán aprender sobre la extracción del ADN con material que se puede encontrar en las casas.

En Gerona, en la Casa de la Cultura, además de talleres y exposiciones, se podrá ahondar en la figura e investigación de Marie Curie.

Además, en Barcelona, cien jóvenes investigadores españoles cenarán con científicos, políticos, periodistas y empresarios.

Fuente: EL MUNDO

0

Equinoccio de Otoño 2011

Este viernes 23 de septiembre a las 04:04 horas (tiempo del centro de México) dará inicio la penúltima estación del año, conocida como otoño, de acuerdo a la sociedad astronómica Urania del estado de Morelos. El Sol cruzará ese día el ecuador celeste, dando inicio al otoño boreal.

El fenómeno resultará imperceptible, no así el cambio que conlleva; una marcada disminución de la presencia del Sol en la bóveda celeste; mientras, las noches se irán haciendo a partir de esta fecha más largas. En contraparte, el día y la noche igualaran su duración, fenómeno de donde se deriva la palabra equinoccio que significa días y noches iguales.

El equinoccio de otoño, como los antiguos pueblos agrícolas lo sabían señala Urania, presagia el fin de la temporada de lluvias y un desvanecimiento gradual del brillo solar.

Determinar la fecha precisa en la que un equinoccio ocurría no sólo dependía de una observación cuidadosa del movimiento del Sol entre las estrellas, sino de la alineación exacta de antiguos monumentos de piedra con respecto a su salida y puesta.

Los antiguos sacerdotes-astrónomos observaban con detenimiento el movimiento del Sol por entre las constelaciones del zodiaco, lo que les ayudaba a determinar qué tan cerca se encontraba algún solsticio o equinoccio.

Ellos sabían que la entrada aparente del Sol en la constelación de Virgo era la señal inequívoca de la llegada del equinoccio de otoño.

 

¿Qué son los equinoccios?

Los astrónomos pueden visualizar los equinoccios y solsticios gracias a coordenadas y al ecuador celeste. Los equinoccios se producen cuando el Sol que recorre las constelaciones del zodiaco en un año, cruza el ecuador en dos ocasiones durante los equinoccios de otoño y primavera.

En la Tierra la llegada de frentes fríos en el hemisferio norte, y la última parte de la temporada de huracanes, son algunos de los efectos meteorológicos del cambio de inclinación del eje de rotación de nuestro planeta.

Durante los equinoccios el día y la noche igualan su duración, comenzando a partir de entonces un proceso en el que la noche o el día extienden su número de horas.

En el caso del otoño las noches irán extendiendo su duración. Debido a la inclinación de la Tierra en más de 23 grados, con respecto al plano en el que giran los planetas, los equinoccios señalan el inicio de estaciones opuestas en los dos hemisferios terrestres.

Mientras los habitantes del hemisferio septentrional reciben al otoño, en el hemisferio sur da comienzo la primavera.

Otoño boreal

De acuerdo a la sociedad astronómica urania, existen indicios perceptibles de que el otoño ha llegado, por ejemplo si usted vive en el hemisferio norte, fácilmente podrá notar que amanece más tarde mientras que las puestas de Sol ocurren más temprano. Igualmente, notará que el arco del Sol a través del firmamento se comienza a desplazar lentamente hacia el Sur. Otra característica notable es que los pájaros y las mariposas comenzarán a emigrar hacia el Sur, siguiendo la ruta del Sol. Incluso dentro de las ciudades, poniendo un poco de atención y utilizando calles y edificios como referencias, podremos notar como el sol se mueve lentamente hacia el sur un poco todos los días.
Los días más cortos traen con ellos un clima más fresco. Otro de los cambios notables es que por la noche, la estrella Fomalhaut, mejor conocida como la estrella del otoño, se vuelve visible en el cielo nocturno, una región visible hacia el sur y casi sin estrellas, esta forma parte de la constelación del pez austral.

 

Llega Otoño con dos eclipses

El otoño durará 89 días y 20 horas. La estación acabará el 22 de diciembre con la llegada del invierno. Entre las características peculiares del otoño está el cambio de hora, que en esta ocasión será efectivo el 30 de octubre, recuperando así el horario de invierno.

Asimismo, esta estación es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápido, ya que en la latitud de la península, el Sol sale por las mañanas, más de un minuto más tarde que el día anterior y por la tarde se acorta cada día dos minutos antes, por lo que el anochecer es especialmente apreciable. En definitiva, en estos días el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte se reduce en casi tres minutos cada día.

Concretamente, este otoño vivirá dos eclipses. El día 25 de noviembre un eclipse parcial de Sol que será visible en el sur de Africa, la Antártida, Tasmania y Nueva Zelanda. Este eclipse vendrá acompañado de uno total de Luna que se dará dos semanas más tarde, el 10 de diciembre, y que en España veremos como penumbral en sus últimas fases. El primer contacto con la penumbra se dará a las 12.34 horas (hora peninsular), el eclipse parcial será visible a partir de las 13.46 horas y el total a partir de las 15.06 horas, alcanzará el máximo a las 15.33 horas; el eclipse total finalizará a las 15.57 horas, el de sombra a las 17.18 horas y el de penumbra a las 18.30 horas.

 

Movimiento planetario

Además, Urano y Júpiter pasarán a ser visibles casi todas las noches del otoño. Al atardecer ser podrá apreciar Venus y al amanecer Marte y Saturno. Del mismo modo, el día 27 de octubre se producirá el máximo acercamiento anual de Júpiter a la Tierra, alcanzando su disco un diámetro de 49,6″.

En otoño también se podrá disfrutar de una lluvia de meteoros. La primera importante de la estación son las Dracónidas, cuyo máximo se dará en torno al 8 de octubre. Mientras, la más popular son las Leónidas, que se producirá alrededor del 17 de noviembre y que ocasionalmente llega a ser muy intensa. Por último, otra lluvia intensa son las Gemínidas, cuyo máximo ritmo será sobre el 13 de diciembre.

Fuente: ABC y El Universal

0

El culpable de matar a los dinosaurios fue otro

Las últimas observaciones de la sonda WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer) de la NASA niegan que un asteroide de la familia Baptistina fuera el causante de la desaparición de los dinosaurios en la Tierra hace 65 millones de años, lo que mantiene sin resolver uno de los grandes misterios ocurridos jamás en la Tierra. Los científicos están convencidos de que un gran asteroide impactó en nuestro planeta y causó la extinción de los dinosaurios y de algunas otras formas de vida, de eso no hay duda, pero no saben exactamente de dónde llegó esa roca apocalíptica o cuál fue su trayectoria. En definitiva, el responsable de matar a los dinosaurios todavía es un desconocido.

En 2007 un estudio realizado por científicos del Instituto de Investigación Southwest, en Colorado, con telescopios terrestres apuntaba por primera vez como sospechoso de exterminar a los dinosaurios a un pedazo de un gigantesco asteroide de la familia Baptistina, situado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Según esa teoría, el asteroide tipo Baptistina impactó con otro asteroide del cinturón hace 160 millones de años. La colisión hizo que se despedazaran fragmentos tan grande como montañas. Uno de ellos, supuestamente de unos 10 kilómetros, es el que habría llegado a la Tierra y causado la gran extinción del Cretácico. La evidencia es un enorme cráter en el Golfo de México, el de Chicxulub, y minerales raros en el registro fósil, comunes en los meteoritos, pero que rara vez se encuentran en la corteza terrestre.

Desde que este escenario fue propuesto, algunos científicos han encontrado pruebas para refutarlo, aunque no de forma definitiva. Ahora, las nuevas observaciones de la sonda WISE realizadas con sus instrumentos de infrarrojos han dejado libre de sospecha a este asteroide.

No ha habido tiempo

Desde enero de 2010 a febrero de 2011, WISE ha escaneado el cielo entero dos veces en luz infrarroja. La sonda ha catalogado más de 157.000 asteroides en el cinturón principal y ha descubierto más de 33.000 nuevos. El equipo examinó la reflectividad y el tamaño de 120.000 asteroides en el cinturón principal, incluidos 1.056 miembros de la familia Baptistina, y descubrió que la ruptura del asteroide padre se produjo hace unos 80 millones de años, menos de la mitad del tiempo sugerido anteriormente.

Estos cálculos fueron posibles porque el tamaño y la reflectividad de los miembros de una familia de asteroides indican cuánto tiempo se requeriría para alcanzar sus ubicaciones actuales. Los asteroides más grandes no se dispersarían en sus órbitas tan rápido como los más pequeños.

Con estos datos, los investigadores pudieron calcular cuánto tiempo le llevaría a los miembros Baptistina para alcanzar su posición actual. Los resultados muestran que para que uno de estos asteroides fuera el culpable de la extinción, tendría que haber impactado en la Tierra en menos tiempo de lo que se creía anteriormente para causar la desaparición de los dinosaurios. Según Amy Mainzer, investigadora principal del proyecto NeoWISE (una extensión de la misión primaria de este satélite de la NASA) en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL), el asteroide no ha tenido tiempo para causar la extinción. «Como resultado de la investigación, la muerte de los dinosaurios queda sin resolver», añade Lindley Jonhson, del programa de observación de NEOS (Objetos Cercanos a la Tierra) en las oficinas de la NASA en Washington.

El asteroide que acabó con los dinosaurios sigue «en libertad». Con los datos obtenidos por WISE, los científicos trabajan en un «árbol genealógico» de las clases de asteroides que hay en el cinturón para tratar de encontrar al verdadero culpable.

Fuente: ABC

0

El satélite UARS caera, advierte la NASA

El satélite UARS (Upper Atmosphere Research Satellite) de la NASA, una sonda de unas 6.5 toneladas, se precipitará sin control contra la Tierra a finales de septiembre o principios de octubre casi seis años después de que se diera por terminada su vida científica. La agencia espacial estadounidense ha advertido de que, aunque la mayor parte de la nave se romperá en mil pedazos durante su entrada en la atmósfera terrestre, no todo el equipo estallará en la atmósfera y existe el riesgo, aunque este sea mínimo, de que algunas piezas impacten contra la superficie de la Tierra. De momento, se desconoce el lugar exacto donde caerán.

El satélite UARS fue lanzado en 1991 desde el trasbordador Discovery para investigar los límites entre el espacio y nuestra atmósfera y tomar datos sobre los daños causados en la capa de ozono. La misión, con diez instrumentos a bordo, se prolongó durante quince años, pero en 2005 terminó y el satélite comenzó, lentamente, a caer hacia la Tierra.

La NASA asegura que el riesgo para la seguridad de la población y de las propiedades es «extremadamente pequeño» y recuerda que desde el comienzo de la Era espacial a finales de los años 50, no existen informes de daños personales causados por objetos espaciales en su reentrada a la Tierra. Debido a la desintegración que sufrirá al traspasar nuestra atmósfera, el UARS no debería provocar un gran accidente en caso de alcanzar una zona poblada. Lo más probable es que quede pulverizado. Sin embargo, la NASA no descarta que algunos componentes puedan resistir el calor e impactar contra la superficie. Pero, ¿en dónde?

«Si lo encuentra, no lo toque»

La agencia reconoce que, de momento, no es capaz de determinar en qué área geográfica se producirá la caída del satélite, ya que su rumbo se modifica constantemente debido a la resistencia provocada por la radiación solar. La NASA está siguiendo su trayectoria y ofrecerá información actualizada en su página web, especialmente en los días previos a la caída.

Hace unos días, la órbita del satélite fue ubicada con una inclinación de 57 grados. Cualquier componente que sobreviva a la atmósfera caerá en una zona entre 57 grados latitud norte y 57 grados latitud sur del Ecuador, pero resulta imposible precisar un lugar exacto. Los restos pueden esparcirse a lo largo de unas 500 millas.

En caso de que algunos componentes lleguen a impactar, la agencia lanza un mensaje inquietante. «Si encuentra algo que crea puede ser una pieza del UARS, no lo toque. Contacte con una autoridad local para recibir ayuda». Ya lo saben.

Fuente: ABC

0

Una explicación científica para las experiencias cercanas a la muerte

Algunos de aquellos que han estado a punto de dejar este mundo o que incluso han pasado por una muerte clínica y han sobrevivido relatan una serie de experiencias comunes que la fantasía y la irresistible atracción por lo paranormal se han encargado de popularizar. Sentir que el alma abandona el cuerpo, ver pasar tu vida ante tus ojos y descubrir una luz cegadora al final de un túnel son algunas de las vivencias más repetidas, pero, ¿ocurren de verdad? Lejos de aceptar la idea de que se trata de algo paranormal, la ciencia ha encontrado una explicación neurológica en la que no caben los fantasmas ni el más allá. Se trata de una jugarreta del cerebro durante un suceso traumático, en el que está involucrado un funcionamiento anormal de la dopamina y del flujo sanguíneo.

Un 3% de los ciudadanos americanos dicen haber tenido una experiencia cercana a la muerte. Sin tener en cuenta a quien miente, exagera, se engaña a sí mismo en una profecía autocumplida o ha tenido una ensoñación, parecen muchos para sentir todos lo mismo. Además, los mismos testimonios de desprenderse del cuerpo y alcanzar un estado de plenitud, paz y amor se repiten por todo el mundo desde que se tiene memoria. La nueva investigación, llevada a cabo por científicos de las universidades de Cambridge y Edimburgo y publicada en la revista científica Trends in Cognitive Sciences, sugiere que, como era de esperar, muchos de estos fenómenos pueden explicarse biológicamente. Además, algunas personas que creen haberlos vivido ni siquiera estaban en peligro de muerte, aunque ellas creyeran que sí.

Por ejemplo, según explican los investigadores a Scientific American, la sensación de estar muerto no se limita a las experiencias cercanas a la muerte. Los pacientes con el síndrome de Cotard o del «cadáver ambulante» tienen la ilusión de que han fallecido después de un trauma muy fuerte o en etapas muy avanzadas de algunas enfermedades, debido a cambios en la corteza parietal y prefrontal, la primera relacionada con los procesos de atención y la segunda con los delirios observados en males psiquiátricos como la esquizofrenia.

Por encima del cuerpo

Las experiencias extracorpóreas, la sensación de dejar el propio cuerpo y flotar sobre el mismo en la habitación, son comunes al despertar o cuando se tiene una parálisis del sueño, en la que uno se siente paralizado al mismo tiempo que es consciente del mundo exterior. Un estudio de 2005, dice Scientific American, encontró que estas experiencias pueden inducirse artificialmente estimulando áreas concretas del cerebro. En cuanto a la revisión de la propia vida, el culpable puede ser una región cerebral que libera noradrenalina, una hormona del estrés que se libera sin control durante un trauma.

Los investigadores creen que algunos medicamentos y drogas, como la ketamina, pueden desencadenar euforia, experiencias extracorpóreas y alucinaciones. Esta ketamina afecta al sistema opioide del cerebro, que puede activarse de forma natural cuando los animales son atacados. Un gran trauma lo provocaría en el ser humano. Y sobre el famoso túnel de luz, puede suceder que el flujo sanguíneo y de oxígeno se agote en el ojo, algo que podría producirse ante una situación extrema cercana a la muerte.

Fuente: ABC