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Marte: ¿Realmente es tan inhóspito como parece?

Hasta ahora, casi todas las fotos de Marte eran en “blanco y negro” o “sepia” algo ridículo dado el estado del Arte de la tecnología existente hasta nuestros días.

¿Sera acaso MARTE otro planeta azul?

Periódicamente llegan fotos en color pero extrañamente retocadas como las que verán seguidamente procedentes de la misión Mars Rover : ¿Qué sentido tiene retocarlas? Como ingenuamente apuntaba ya un blog de expertos en fotografía

Estas dos imagenes , supuestamente reales sin retocar nos evidencian varias cosas , no aparece el cielo , en las banderas aparece un rojo intenso fuera de lugar , cromados sin una mota de polvo y sera porque en Marte no hay polvo en suspension o al paso de Mars Rover y ventiscas de cierta importancia , si observamos la primera foto , casualmente en blanco y negro aparece el cielo Marciano , polvo y desgaste en las ruedas y brazo robótico ,volvemos a observar las fotos a color y percibimos brillos extraordinariamente fotoshop en las partes metálicas ,la atmósfera Marciana llena de partículas en suspension no creemos que los rayos del Sol lleguen con esa intensa nitidez y reflectancia que mas parece anuncio de dentífrico que un brazo robótico alojado en Marte , planeta supuestamente inhóspito , polvoriento y lleno de relieves donde el desgaste parece obvio como muestran las ruedas de la primera imagen.

Dicho de forma llana: Son imágenes incompatibles entre sí. ¿En qué quedamos?. Efectivamente resulta curioso seguir viendo las pocas imágenes disponibles en color hasta hace poco en tiempos en que los medios audovisuales de calidad digital son capaces de pixelizar hasta los poros de la piel en caso necesario con resoluciones de vértigo.

Veamos la siguiente imagen de la Mars Rover, un auténtico despliegue de efecto sepia con un extraño color del cielo.

Foto de la superficie de Marte de las que normalmente nos muestran:

Ese sospechoso efecto sepia recuerda a un “artificial” atardecer en Riotinto:

No hay apenas diferencia con el paisaje de la Mars Rover, salvo que la foto inferior es de “Rio Tinto (Huelva) con el mismo efecto retoque aplicado a la superior, y si no, vean la original:

Sutil diferencia. Hemos retocado de forma muy sencilla la imagen. Hasta un niño puede hacerlo. El procedimiento es sencillo.

Los tonos “ocres” son cálidos y los azules: “Cielo” fríos. Supongamos que el paisaje marciano es parecido al de Rio Tiento, tal y como aseguran muchos expertos de la NASA. Basta con cambiar la temperatura del color para tener el efecto de la imagen superior. “Arriba reflejamos un efecto de color de -60 Grados centígrados” . En la imagen inferior la temperatura real “20ºC”.

Curioso veamos lo que sucede con la imagen superior de Marte cuando invertimos las temperaturas para encontrar el color «real» de la toma:

Un color que nos resulta mucho más familiar… No?

Veamos la comparación:

Un paisaje mucho más familiar. Unos colores con matices reales como cualquier fotografía que tomamos habitualmente en paisajes como, por ejemplo, las Islas Canarias.

Pero sigamos:

Respecto de la imagen de la composición de las capas del suelo:

Los metales, colores y contrastes recuperan su color natural. Arriba la foto de la Mars Rover con una temperatura de -50ºC aplicada en filtro de color. Abajo una foto normal a 20ºC de temperatura ambiente. Color natural de los metales.

Pero sigamos, vamos a seguir analizando imágenes de Marte

 

El planeta rojo: Lugar inhóspito. Contrastes térmicos aberrantes con temperaturas que alcanzan incluso -100Cº en el invierno marciano de las zonas ecuatoriales. (No tiene mucho sentido, ya que Marte tiene estaciones y el día marciano implica rotación en 24 horas, al igual que el terrestre). La órbita de Marte se encuentra justo en el límite de la zona habitable del Sistema Solar, (1,381497 UA en el verano y 1,66 UA en el invierno). Ello genera estaciones de mayor duración que la Tierra en días. El año marciano dura casi 780 días con lo que las estaciones son más largas.

Evidentemente algo no cuadra con los datos oficiales.

Pero sigamos

Ahora trabajaremos con una zona volcánica tropical:

Un bello paisaje de una isla tropical de nuestro hermoso planeta. Temperatura media 20º. Paisaje volcánico.

Ahora vamos a suponer un interesante “juego”, suponiendo que vivimos en Marte y hemos mandado una misión a la Tierra.

Hoy vamos a pensar como los chicos de la recepción de los datos de la Rover, no así como los de la Spirit. Se aprecian zonas verdes y un día muy soleado en la zona de las fotos. Pensemos que vamos a informar a nuestros ciudadanos marcianos de cómo es esa zona geográfica donde hemos enviado la máquina de fotos. Llamaremos a la misión Terrestrial Explorer, y supongamos que los presuntos habitantes de ese planeta son teleadictos y al igual que en nuestro planeta consumidores habituales de información enlatada. (Un porcentaje muy alto de ellos, 90% si vieran esta imagen querrán ir allí, algo inconcebible, pues no nos interesa que algo tan precioso se difunda, pues no podríamos controlar la fuga de talentos allí). Seguro que si se supiera, muchos intentarían gastarse toda su fortuna en desarrollar un medio de transporte o explotar viajes turísticos allí….(Todo ello, sin contar las cuestiones de soberanía, defensa, energéticas, económicas, culturales…Derivadas del contacto entre dos planetas…etc…) (Al poder dominante, se le acabarían los argumentos para imponer el principio de la gestión de la Escasez, porque tendríamos vecinos y querríamos dominarlos…En fin….)

No puede ser…Así que, por el momento….Vamos a trabajar en la recepción para que los datos que se reciban de ese hermoso planeta azul, sean poco atractivos. Idea….Muy sencillo. Emitir las fotos de las zonas más feas, menos exóticas y hacerlo en color sepia o en blanco y negro, de esa forma conseguimos no despertar demasiado interés. Así que decidimos, mostrarlo así: (Total nadie sabe lo que estamos fotografiando)

Nos encontramos en un lugar completamente árido y desolado. La luz del sol es cegadora debido a su proximidad al Sol, con temperaturas superiores a los 100ºC, en verano donde el agua se ha evaporado completamente, generando un efecto invernadero continuo que se incrementa con la actividad volcánica. Es imposible encontrar vida allí, ya que el entramado de las nubes cubre prácticamente la totalidad del planeta lo que impide la fotosíntesis y en invierno las precipitaciones generan hielo en la superficie con temperaturas extremas de -100ºC.

Veamos ahora el diagrama comparativo:

Por increíble que parezca, se trata de la misma imagen sometida a un tratamiento de luz, con temperaturas de contraste: Climas extremos invierno/verano. Luz cegadora. Clima inhóspito. Afortunadamente, sabemos que no es así, pero los ciudadanos de nuestra simulación, los que reciben la foto en Marte no tienen ni idea y sólo reciben la foto de abajo.

Así que el portavoz de la AEMAR (Agencia Espacial Marciana) sale por la tele y dice: Señores, seguidamente les ofrecemos las fotos de la Tierra, gentileza de la misión Terrestrial Explorer, que resulta ser…. un planeta desolado y en concreto…

El comunicado seria mas o menos así:

Nos encontramos en un lugar completamente árido y desolado. La luz del sol es cegadora debido a su proximidad al Sol, con temperaturas superiores a los 100ºC, en verano donde el agua se ha evaporado completamente, generando un efecto invernadero continuo que se incrementa con la actividad volcánica. Es imposible encontrar vida allí, ya que el entramado de las nubes cubre prácticamente la totalidad del planeta lo que impide la fotosíntesis y en invierno las precipitaciones generan hielo en la superficie con temperaturas extremas de -100ºC.

Evidentemente, nadie va a poder comprobarlo excepto la AEMAR, así que AMÉN. En todos los libros de ciencias de Marte y en los medios de comunicación marcianos aparece esta foto de la misión “Terrestrial Explorer” y todos lo toman como un “Dogma”. La Tierra es así:

Nos encontramos en un lugar completamente árido y desolado. La luz del sol es cegadora debido a su proximidad al Sol, con temperaturas superiores a los 100ºC, en verano donde el agua se ha evaporado completamente, generando un efecto invernadero continuo que se incrementa con la actividad volcánica. Es imposible encontrar vida allí, ya que el entramado de las nubes cubre prácticamente la totalidad del planeta lo que impide la fotosíntesis y en invierno las precipitaciones generan hielo en la superficie con temperaturas extremas de -100ºC.

Y en la WikiMarteCiencia, leeríamos: A pies Juntillas:
Planeta Tierra: 1.AU del Sol.
Debido a las drásticas tormentas solares que experimenta…
Clima árido y desolado incompatible con la vida, Tormentas electromagnéticas severas.
Temperaturas extremas que oscilan entre -100 y 100º C.
 El Agua no existe, ya que las nubes blancas que recubren el planeta y las temperaturas extremas, precipitan en forma de hielo en invierno y evaporan súbitamente todo el Agua de los Océanos que probablemente existieran en el pasado.
Cualquier intento de rebatir este Axioma será considerado pseudocientífico. (Y todos tan contentos) siguen su vida diaria.
Comparemos:
Arriba: Un planeta absolutamente inhóspito para la vida.  (Como nos mostrarian)
Abajo: En lugar de nuestro hermoso y bello planeta azul. (Como realmente somos)

Seguidamente reproducimos varios vídeos con recopilación de imágenes de Marte en su color natural. Contemplaremos la belleza de unos paisajes para nosotros exóticos, pero con algo muy familiar: Oxígeno, Agua y Temperaturas parecidas a las de la Tierra.

 

Saquen sus propias conclusiones

Fuente: Misterios de la astrofísica

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«Trompetas apocalípticas suenan a pleno pulmón»- Ángel Ruiz Cediel

Ángel Ruiz Cediel es columnista en el periódico digital Diario SIGLO XXI, suele escribir artículos de opinión sobre los mas variados temas de actualidad que mas preocupan a la opinión pública, todo muy lógico y normal, como ocurre en tantos diarios del mundo. En un artículo reciente, el peso de la evidencia a salido de su pluma, para contarnos sus inquietudes sobre el cometa Elenin, merece mucho la pena a tener encuenta las inquietudes que transmite, pues Ángel Ruiz no me parece que responda a un perfil de los llamados «conspiranoico», ni creo que suela hablar de estos temas.

Las trompetas apocalípticas suenan a todo pulmón, y nadie es capaz de dilucidar con datos en la mano cuánto de verdad o no hay en todo esto. La cuestión es que el próximo martes, día 27, se producirá una supuesta alineación entre el cometa Elenin (o sus restos, ya que la NASA informó de que se había autodestruido hace unos días al alcanzar el perihelio), el Sol y la Tierra, y no faltan las voces, más o menos cualificadas, que vinculan este tipo de alineaciones cósmicas con fenómenos catastróficos en la Tierra, generalmente en forma de terremotos –casual o no, demostrado está-, tal y como sucediera antes cuando se alineó este cometa con el Sol y la Tierra, produciéndose los archiconocidos grandes terremotos de los últimos meses (Haití, Chile, Nueva Zelanda, Japón, etc.).

La NASA ha emitido recientemente varios recientes comunicados informando no sólo de la destrucción o fragmentación de este, para ella, insignificante comenta, al cual le llegaron a mensurar en apenas unos kilómetros de diámetro, sino también de la inutilidad del pánico que está experimentando una buena parte de la población de medio mundo (el tecnológico y habitual en la Red), debido a la imposibilidad física de que esta bola de hielo sucio pueda afectar de ninguna manera al planeta y, mucho menos, producirle daños apocalípticos. Dicho pronto: lo califica de paranoia. Y tal vez tenga razón.

El problema de la NASA, la única organización científica con recursos serios o suficientes como para informarnos de lo que sucede en el exterior de nuestro planeta, sean amenazas o descubrimientos maravillosos, es que es militar y pertenece al ejército más mentiroso del planeta. Cuestión esta última que comparte al cien por cien con la clase política que nos domina y con los enormes grandes capitales que controlan y dirigen el mundo, quienes mienten sistemáticamente incluso cuando dicen la verdad. El problema de muchos, casi todos los que se temen algo dramático para los próximos días, no es lo que dicen las autoridades políticas o científicas de los aparatos del sistema dominante, sino precisamente lo que callan, lo que ocultan.

«…lo que dice la NASA o los gobiernos no coincide con lo que se está observando.»


Dando por cierta la premisa que las autoridades siempre mienten, además que es obvio que si fuera a producirse una catástrofe más o menos global jamás alertarían a la población sino que procurarían salvarse a sí mismos, es natural que la ciudadanía, aunando observaciones, pareceres y conocimientos, trate de ser autosuficiente e inferir qué está pasando en realidad, especialmente por cuanto lo que dice la NASA o los gobiernos no coincide con lo que se está observando.

Desde el principio he sostenido que Elenin, aun existiendo, era nada más que una falsa bandera, una mentira blanca o una forma de desviar la atención de la población del foco de los intereses de la elite, no sólo por la imposibilidad física de que se pudiera detectar y/o medir un cometa semejante a casi setecientos millones de kilómetros, que tenía un brillo ciento cincuenta mil veces inferior a lo detectable por el ojo humano y que, para colmo, había sido realizado este prodigio con un telescopio remoto de alquiler poco menos que de juguete, sino porque tanto el nombre como sus datos generales (fecha de perihelio, alineaciones, etc.), eran sospechosamente coincidentes con efemérides políticas de primera magnitud muy anteriores al supuesto descubrimiento. Nada creíble, en fin, al menos para mí.

Con autoridades profundamente mentirosas (por nuestro bien, supongo), la información secuestrada en unas cuantas manos muy poderosas, la capacidad científica de observación en manos del Army y con falsas banderas como Elenin, uno no puede sino, cuando menos, poner en cuarentena la información “oficial” recibida, observar los movimientos que se verifican en el escenario y tratar de colegir lo que puede ser que esté pasando en realidad, porque en buena medida pudiera ser que la propia seguridad de uno mismo y la de los suyos se halle en peligro.

«…lo que se está comprobando no es precisamente tranquilizador.»

Esto es lo que están haciendo muchos ciudadanos en todas partes, incluidos astrónomos y científicos “rebeldes”, y lo que se está comprobando no es precisamente tranquilizador. No quiero decir con ello, sin embargo, que con seguridad debamos temer una catástrofe planetaria, sino que no está de más que cada quien revise su situación, vea lo que le conviene, y que, por si acaso –que hombre precavido vale por dos y un cobarde sirve para dos guerras-, que no esté solo ese día y que vele, porque lo peor que le podría pasar si no sucediera nada es que habría tenido una fiesta familiar.

Las observaciones que cualquier ciudadano avisado puede realizar respecto de este asunto, son muchas y en muy distintos ámbitos. Más allá de que existen sobradas evidencias de las potencias, de forma extrañamente coordinada, han construido refugios a gran profundidad y, en algunos casos, del tamaño de pequeñas ciudades capaces de albergar a miles de personas por varios años, se da la sospechosa coincidencia de que la NASA ha puesto en marcha precisamente ahora alarmantes planes de supervivencia ante catástrofes, supuestamente para sus empleados, que las televisiones de algunos países están pidiendo en sus informativos (atención: informativos, digo) que es conveniente que la población se prepare ¡incluso con equipos electrógenos de emergencia!, o que el FEMA, el grupo de acción contra catástrofes de EEUU, ha construido numerosos campos de refugiados en su propio país con decenas de miles de plazas (aún vacíos) y se ha acopiado millones (420) de raciones de supervivencia.

«…las televisiones de algunos países están pidiendo en sus informativos que es conveniente que la población se prepare…»

A todo ello, a las maniobras altamente sospechosas como Eagle Horizont sobre un eventual hundimiento de toda cuenca del Mississippi desde Florida a los Grandes Lagos, hay que añadirle las supuestas maniobras militares Cocked Pistol que se desarrollarán a partir del próximo lunes en EEUU, para lo cual parece ser que
obligan a Obama y a su gobierno a permanecer en el superbunker de Denver, precisamente en las mismas fechas en que casi todos los parlamentos de las potencias y la ONU están de vacaciones, en que las grandes multinacionales hacen simposios en ciudades dotadas con estos bunker y que la ISS, la estación espacial, va a ser desalojada… porque no tienen suministros. Y todo, el mismo día en que se produce la alineación. No es que uno quiera ser conspiranoico, ¡caramba!, es que no le dejan muchas alternativas.

Desde esta columna he comentado alguna vez, refiriéndome a asuntos aparentemente más domésticos, que me parecía muy extraño que súbitamente, como obedeciendo una orden dimanada de algún grupo G-loquesea, se estableciera en todo Occidente un grupo de acción ante catástrofes bajo mando militar, y no potenciando a los Bomberos o a Protección Civil, tal y como ha sucedido con la UME en España. ¿Para qué la duplicación?… ¿Acaso para controlar un incendio forestal o una riada?… No parece que tal gasto esté justificado, como no parece estarlo el que mientras haya habido dinero nuestros cazas de combate hayan estado aparcados en las pistas militares por falta de combustible y que llevemos ya un par de semanas que no hay quien viva, si es que reside cerca de una base aérea. Lo mismo, exactamente que está pasando en muchos otros países, como EEUU, sin ir más lejos, donde han movilizado a tal cantidad de tropas y equipo y las han llevado hacia sus fronteras, que incluso en México se sospechan una invasión del norte del país. Y ello, sin contar con el absurdo repliegue de las tropas imperiales en Afganistán, Iraq, etc.

«…EEUU…han movilizado a tal cantidad de tropas y equipo y las han llevado hacia sus fronteras…»


Sin embargo, no es sólo en estos aspectos particularmente visibles donde se están apreciando conductas o fenómenos… extraños, digamos, sino también en otros órdenes más sutiles. Por ejemplo, desde hace un par de años se vienen produciendo unas aparente incomprensibles mortandades de especies animales muy específicas, como mirlo rojo, trucha, delfines, ballenas, pulpos, medusas, estrellas de mar y, en estos días pasados, casi setecientos millones de peces de piscifactoría y río en China. Nadie entiende muy bien el por qué, pero quizás la razón no esté muy lejos ni sea el ser humano muy ajeno a ella.

La resonancia Schumann es, por decirlo de una manera simple, la frecuencia de vibración, el latido del planeta, que tiene un valor estándar constante –desde que fuimos capaces de medirla- de 7,8 hz. Una frecuencia que es la misma a la que vibra nuestro cerebro, de modo que cualquier cosa que la interfiera, también lo hace a nuestro modo de pensar, en particular, y al conjunto de nuestra biología, en general. Una frecuencia que, curiosamente, en los últimos años ha subido hasta tener un valor de 12 hz, y sabemos que a los 13 hz se detiene y cae su valor a cero. Picos de esta variación pueden perfectamente afectar órganos vitales de algunas especies muy específicas, como muy bien sabemos por las armas de última generación, en que una emisión electromagnética de gran intensidad en la frecuencia de un órgano específico del cuerpo humano, puede colapsarlo y, en consecuencia y según el órgano de que se trate, producir la muerte por causas aparentemente naturales: el asesinato perfecto. Algo así, como lo que ha pasado con estas especies que han ido muriendo desde hace un par de años a esta parte, contabilizándose entre los cadáveres millones de individuos… ¡de la misma especie!: mirlo rojo en EEUU, pulpos en Portugal, estrellas de mar en Escocia, truchas en China…, etc. La cuestión, naturalmente, es: ¿qué está produciendo esta variación de la resonancia Schumann?… ¿Acaso Elenin, quizás la grieta oscura de la galaxia a la que nos estamos acercando…, o es tal vez otro cuerpo celeste de gran calado que nos han ocultado hasta ahora?…

En cualquier caso, la suma y añadido de todas las piezas de este mosaico no conforma un dibujo precisamente tranquilizador. Volviendo al tema de los bunkers subterráneos y a esos otros como La Cúpula del Fin del Mundo en que, contra toda lógica, las potencias guardaron en Noruega semillas de todas las especies vegetales del planeta y restos biológicos y de ADN de todas la especies vivas, esto puede tener una función no sólo para sobrevivir a una catástrofe cósmica, sino también a una catástrofe bien de la Tierra, como una guerra nuclear pactada –somos muchos y hay que eliminar a unos miles de millones-, como una guerra nuclear no pactada –el remedio mágico a las grandes crisis financieras, como bien sabemos por la I y II Guerras Mundiales-, e incluso a un potencial cambio del eje magnético de la Tierra, cosa que sucederá, o sí o sí, si llegamos a los fatídicos 13 hz de resonancia Schumann, deteniéndose en tal caso el giro del planeta (se ha calculado que durante al menos 72 horas), para comenzar a girar en sentido contrario al menos durante seis días y volver, por fin, a su giro normal, una vez estabilizada la nueva corriente del planeta y estabilizado el escudo electromagnético que nos protege de las radiaciones cósmicas.

«Un fenómeno este último de una envergadura tal que nada prácticamente sobreviviría a ello…»

Un fenómeno este último de una envergadura tal que nada prácticamente sobreviviría a ello, no sólo por las alteraciones geológicas y climáticas que conllevaría (terremotos de magnitudes inimaginables, licuefacción del suelo, aparición de volcanes por doquier, desbordamiento de los océanos, etc.), sino también porque durante las escasas 72 horas que estuviéramos sin la protección de nuestra magnetosfera, la incidencia de los rayos cósmicos en la superficie no sólo harían hervir los océanos, sino que matarían al instante cualquier cosa que tuviera vida, o la dejaría con tales lesiones que mejor sería que la matara.

Las opciones, como vemos, son muchas, y todas ellas tan malas que justifican sobradamente la alarma, habida cuenta del alcance de las consecuencias. No es pues, que algunos locos se hayan echado en brazos de cierto desvarío, por más que no falten nunca, sino que las evidencias apuntan a una situación, cuando menos, crítica. Y, como decía antes, si en el mejor de lo supuestos no pasara nada, mejor que mejor.

Hay todavía una opción más que, desde mi punto de vista, no es conveniente desdeñar: Nibiru. Desde que el 1982 fuera descubierto por la Iglesia Católica a través de su sonda Siloé, y en 1983 por la IRAS de la NASA, poco o nada se ha sabido de él a nivel público, más allá de que ha de ser lo bastante importante como para que la Iglesia construyera el observatorio VATT en Monte Grahan, el Army de EEUU hiciera lo propio con el de Infrarrojos de la Antártida y que no hace demasiado se haya lanzado la sonda infrarroja WISE. Ellos, los poderes, sin duda saben de qué va todo esto exactamente, pero jamás lo dirán si fuera algo que, según su particular punto de vista, no tiene remedio. Imaginen, por poner un caso, que tienen la certeza científica de que se avecina una catástrofe tal que no va a quedar nadie vivo, ¿qué harían?…: ¿darían una inútil alarma que sólo costaría vidas, violencia absurda y gratuita y un formidable caos, o por el contrario dejarían las cosas como están, salvarían lo que fuera posible salvar (La Cúpula del Fin del Mundo, bunkers subterráneos para poner a salvo el acervo de nuestra civilización y algunos humanos, etc.) y… que los demás murieran en paz porque no se puede hacer nada por ellos?…

«…en el caso de ser Elenin una falsa bandera que enmascaraba este otro cuerpo que ya estaba próximo…»

La cuestión de Nibiru es particularmente interesante por cuanto no sólo cubre todas las demás expectativas y justifica sobradamente todas las obras y construcciones faraónicas que el conjunto de las naciones ha puesto coordinadamente en planta, sino porque también satisface las causas por las que algunas especies mueren, las inclinaciones observadas en algunos astros vecinos (Saturno, la Luna –y la aparición de una atmósfera de nitrium-, desaparición del Cinturón Ecuatorial de Júpiter, etc.) y da razón de ser al propio cambio climático que estamos experimentando. Hemos de considerar que si Nibiru es tal y como le suponemos, y como le suponen nuestros recuerdos ancestrales y escritos, su campo electromagnético no sólo está ya afectando al de la Tierra y produciendo todos estos efectos, sino que es más que probable que, en el caso de ser Elenin una falsa bandera que enmascaraba este otro cuerpo que ya estaba próximo, en unos días más es posible que tengamos el dudoso privilegio de verlo en vivo y en directo, con todo su desolador esplendor. Veremos, y, en tal caso, comprobaremos si tantas profecías y advertencias de nuestros antecesores son para ahora o deben esperar todavía un poco.

No pretendo con este artículo crear ninguna clase de pánico, sino sólo hacer llegar una información que nadie difunde y apenas una voz de alerta –ni siquiera de alarma- sobre lo que pudiera pasar. En el caso terrible que sirviera para contribuir a proporcionar una sola brizna de esperanza, que es decir una opción de supervivencia (si es que llegáramos al peor escenario imaginable), me daría sobradamente por satisfecho.

Fuente: http://www.diariosigloxxi.com

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Dos tormentas solares se dirigen hacia la Tierra

Científicos han descubierto en la superficie del Sol unas nuevas manchas solares, las AR 1302, extremadamente activas, que ha comenzado a lanzar gigantescas llamaradas solares de clase X -las más poderosas- hacia el espacio. En concreto, la NASA ha registrado dos nuevas llamaras de la intensidad más alta con niveles de 1,9 y 1,4 respectivamente entre el pasado 22 de septiembre y el sábado, días en los que ha habido una gran actividad solar, ya que también se han producido una decena de llamaradas de clase media (M) y clase baja (C). Estas erupciones de alta energía parecen dirigirse hacia la Tierra y pueden golpear nuestro campo magnético con gran intensidad en cuestión de días. El fenómeno puede causar daños en nuestros sistemas de satélites y comunicaciones. Rusia incluso ha advertido a su centrales nucleares.

Según ha explicado la agencia espacial norteamericana, la fuente de estas llamaradas fueron las manchas solares 1302 y provocaron un apagón de radio de nivel R3, además de producir un estallido de radio de 10,7 centímetros. Concretamente, entre el 22 y el 24 de septiembre se produjeron un total de 13 explosiones de niveles comprendido entre el X1,9 de la más intensa hasta el M1.0 de la más débil.

Los expertos han destacado que la llamarada de X1,9 es de dimensiones similares a las registradas el pasado mes de febrero y a principios de septiembre, lo que, a su juicio, demuestra la gran actividad que se espera para este ciclo solar. En este sentido, el Solar Influences Data Analysis Center (SIDC) ha aclarado que las condiciones geomagnéticas actuales son «tranquilas» pero ha alertado de una posible «inestabilidad de activos» estos días como consecuencia de las últimas llamaradas, lo que aumenta las posibilidades de que una eyección de masa coronal se dirija a la Tierra.

 

 

Satélites que caen y avisos de emergencia

Mientras, algunos medios rusos han informado acerca de unos «avisos de emergencia» que la Agencia Federal de Energía Atómica (FAAE) ha enviado a todas las plantas nucleares de Rusia, advirtiéndoles de un posible «estallido» del Sol. Según ‘Nti’, los expertos han señalado que esta situación «podría terminar en un enorme apagón e incluso podría dar lugar a explosiones atómicas espontáneas». Por su parte, ‘EU Times’ asegura que en el informe la FAAE culpa a las tormentas solares de la caída, el pasado viernes, del satélite UARS de la NASA, lo que, según apuntan, podría ser solo el primer caso de la caída de otros satélites que orbitan cerca de la Tierra.

Las enormes manchas solares son muchas veces más grande que la Tierra, por lo que se espera que liberen poderosas llamaradas de masa coronal en los próximos días. Si la erupción es lo suficientemente fuerte y va directa hacia nosotros, una tormenta de este tipo puede causar problemas en la navegación por satélite, sistemas de comunicaciones y redes de energía por todo el mundo.

Varios observadores han informado en webs especializadas de que la mancha masiva 1302 es visible desde la Tierra al atardece o al amanecer con equipos especializados.

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La NASA presenta un nuevo sistema de lanzamiento para llevar al hombre a Marte

El director de la NASA, Charles Bolden, presentó este miércoles un nuevo sistema de lanzamiento espacial que en el futuro permitirá realizar vuelos tripulados a Marte y a otros destinos del espacio profundo.

El sistema de lanzamiento espacial (Space Launch System, SLS) ha sido diseñado para llevar al vehículo polivalente de carga y tripulación Orion a nuevos destinos en el espacio profundo y servirá como respaldo para las naves de transporte comercial que realizarán los vuelos a la Estación Espacial Internacional (ISS).

Es decir, servirá tanto para transportar astronautas como suministros y material de carga al espacio. El primer vuelo de prueba se hará a finales de 2017, sin tripulación. En 2021 está previsto que lo prueben los astronautas y hacia 2025 podría comenzar la primera misión tripulada a un asteroide cercano a la Tierra, según explicaron a ‘The New York Times’ fuentes de la NASA. Hacia el año 2030, los astronautas de la NASA podrían llegar a la Luna.

«Este sistema de lanzamiento creará nuevos puestos de trabajo de calidad, asegurará el liderazgo de EEUU en el espacio y servirá de inspiración para millones de personas en todo el mundo», ha afirmado Charles Bolden.

«El presidente, Barack Obama, nos propuso el reto de ser audaces y tener grandes sueños, y eso es exactamente lo que estamos haciendo en la NASA. De la misma forma que estoy orgulloso de haber viajado al espacio en los transbordadores, los niños de hoy pueden soñar ahora con que un día caminarán sobre Marte», explicó el ex astronauta.

Tras cancelar el programa Constelación para ir a la Luna hacia el año 2020, Barack Obama aseguró que Marte o un asteroide será el próximo objetivo para una misión tripulada de la NASA, que tendría lugar hacia el año 2030.

El SLS será el primer sistema de exploración de la NASA para misiones tripuladas desde que el Saturno V llevó a los astronautas a la Luna hace cuatro décadas.

Fuente: El mundo

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El cometa Elenin no destruirá la tierra

Se acerca a la Tierra a casi 90.000 km. por hora y su máxima aproximación a nuestro planeta se producirá el próximo 16 de octubre. Según algunos, sin embargo, varias semanas antes de ese día el cometa Elenin (cuya designación oficial es C/2010 X1) sembrará en nuestro mundo una oleada de muerte y destrucción como no se ha conocido hasta ahora. Erupciones masivas, grandes terremotos, tsunamis, tormentas solares catastróficas, inversión magnética de los polos y todo un rosario de desastres de una intensidad jamás vista por el hombre. Será entre el 26 y el 27 de este mismo mes de septiembre.

El motivo de tanta destrucción, según quienes alimentan la idea, sería que, precisamente durante esos días, el cometa estará alineado con la Tierra y el Sol. Lo cual, para entendernos, significa que se podría trazar una línea recta que tocara a la vez los tres cuerpos celestes. Y resulta las dos últimas veces que esa alineación se produjo coincidió con los terremotos de Chile (el 27 de febrero de 2010) y de Japón (el 11 de marzo de 2011).

Algunos «científicos» (entre ellos un tal Mensur Omerbashib) rizan el rizo y se afanan por completar esa lista de alineaciones astronómicas desastrosas. Y han encontrado que todas ellas, cuando se producen, coinciden con seismos de magnitud superior a 6.

Omerbashib sostiene que, a pesar de su reducido tamaño (en comparación con un planeta), el potencial destructivo de los cometas (y otros objetos celestes) cuando están alineados con otros mundos se debe a «un fenómeno de magnificación de la resonancia» que él mismo ha descrito y que ha llegado a presentar ante los expertos de la Universidad de Cornell. Sin mucho éxito, por cierto.

Para completar el panorama, otros han querido ver en este cometa a Niburu, el oscuro y desconocido «planeta X» del Sistema Solar, un mundo misterioso que sólo pasa cerca de nosotros cada muchos miles de años, causando inexorablemente grandes desastres y extinciones masivas. O afirman que, incluso, podría tratarse de una supuesta compañera estelar del Sol (una pequeña enana marrón) una estrella que no brilla (y que no se ha descubierto) pero cuya enorme masa, varias veces la de Júpiter, la convertiría en un auténtico heraldo de la destrucción.

Todo empezó hace unos meses, cuando un internauta, jugueteando con un programa didáctico del Jet Propulsion Laboratory, de la NASA, que permite trazar un esquema de las órbitas de los objetos y planetas conocidos, se fijó en que, precisamente en los días en que la posición del Elenin se alineaba con las de la Tierra y el Sol se produjeron los dos terremotos de Chile y Japón.

Durante la primera alineación (la del 27 de febrero de 2010) el Elenin se encontraba a unos 630 millones de km. de la Tierra. Durante la segunda (el 11 de marzo de este año), había reducido esa distancia a la mitad (cerca de 300 millones de km), lo que explicaría que el terremoto de Japón fuera mucho más destructivo que el de Chile.

 

Una llamada a la calma

¿Que será capaz de hacer el Elenin durante la siguiente alineación, la del 26- 27 de este mes, cuando solo esté a unos 50 millones de km de distancia? Con estas premisas y tal y como ha sucedido en otras ocasiones, la historia corrió como un reguero de pólvora a través de internet y las redes sociales. Y una nube de «expertos» se han ido sumando a los foros virtuales con nuevos datos y «cálculos científicos» que demuestran lo inevitable de la catástrofe.

A medida que pasan las semanas y el d»día D» se aproxima, las historias se multiplican y se mezclan unas con otras: La NASA sabe lo que va a suceder y lo oculta; varios astrónomos que querían revelar la verdad han muerto en un espacio de pocos días víctimas de una rara enfermedad; el cometa no es más que la avanzadilla de una invasión extraterrestre que se oculta tras su estela… Las hay para todos los gustos.

Ante esta situación, la NASA emitió a mediados de agosto un comunicado llamando a la calma y explicando que nada de eso va a suceder. El cometa sólo tiene 3,5 km. de diámetro y es demasiado insignificante como para alterar la órbita de un planeta o para remover las placas tectónicas de la Tierra y causar terremotos. Además, durante su máxima aproximación el Elenin estará a más de 35 millones de km. de distancia, 92 veces la que nos separa de la Luna y casi la misma que hay entre la Tierra y Venus.

Por no mencionar quel Elenin alcanzó el pasado 10 de septiembre su punto de mayor acercamiento al Sol (perihelio) y los científicos han constatado en los últimos días una rápida disminución de su brillo, lo que parece indicar que, consumido por la radiación solar, el cometa se está desintegrando. Por lo que éste será, casi con total seguridad, su último viaje alrededor del astro rey. Las imágenes junto a estas líneas muestran cómo se veía el cometa el pasado 29 de agosto y cómo, tras su perihelio, no se apreciaba rastro de él el 14 de septiembre.

Don Yeomans, uno de los pesos pesados de la agencia espacial norteamericana, fue el encargado de rebatir los argumentos de los apocalípticos y los desmontó uno por uno. «En comparación -llegó a decir el experto – mi coche ejerce una mayor influencia sobre las mareas del océano que el cometa Elenin». Pero nada de eso sirvió.

En un último intento por recuperar la cordura, la NASA colgó en Youtube un vídeo en el que David Morrison, otro de sus mejores investigadores, enviaba hace apenas un par de días un mensaje tranquilizador y explicaba, una vez más, que no existe razón para tanta alarma y que no hay forma alguna de que el Elenin tenga ni uno solo de esos efectos devastadores.

 

Más pequeño que Halley

En resumen, esto es lo que se sabe realmente del Elenin: Se trata de un cometa pequeño (mucho más pequeño que el famoso Halley, por ejemplo), y su núcleo tiene entre 3 y 4 km. de diámetro. Procede de la nube de Oort, una remota región en el extremo del Sistema Solar llena de resíduos de la época de su formación. Se trata de un cometa de periodo largo, es decir, con una órbita muy elíptica que le lleva a aproximarse al Sol una vez cada casi diez mil años.

El cometa se acercará hasta 35 millones de km. de la Tierra el próximo día 16 de octubre y será visible en el cielo durante unos días antes de esa fecha, como un pequeño punto brillante. Después, el Elenin, o lo que quede de él tras su cita con el Sol, se alejará para siempre hacia la región que le vio nacer.

Por supuesto, según explica Yeomans, “el cometa no encontrará cuerpos oscuros que podrían perturbar su órbita, ni nos va a influir de alguna manera aquí en la Tierra», y no existe forma alguna de que su paso pueda tener algún efecto medible en nuestro planeta.

En cuanto a las alineaciones con la Tierra y el Sol y su coincidencia con las fechas de los terremotos de Chile y Japón, tampoco son ciertas. Y es que los «científicos» que han estado jugando con el simulador de órbitas del JPL (arriba) no han tenido en cuenta el hecho de que en la pantalla de sus ordenadores todas las órbitas se ven en un mismo plano, mientras que en la realidad el Sistema Solar es un espacio tridimensional. Es decir, que bastaría con mirar esas alineaciones desde un punto de vista lateral para darse cuenta de que nunca han existido.

Y aunque efectivamente se hubieran producido, ninguna de ellas habría tenido modo de provocar una catástrofe. Sería como decir que un grano de arena ejerce la fuerza gravitatoria suficiente para alterar la trayectoria de un balón de baloncesto en pleno vuelo y a varios km. de distancia. O de causarle, desde allí, cualquier clase de desperfecto.

 

Fuente: ABC