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2 soles en China

Científicos no logran explicar un extraño fenómeno aparentemente documentado en China en donde se pudieron observar dos soles de manera simultánea. ¿Acaso se trata de la explosión de Betelgeuse, de la presencia de Nibiru, o del cometa ELenin?

Un extraño fenómeno celeste se registró en China recientemente. El sol pareció bifurcarse y generar dos cuerpos, dos soles, que fueron percibidos simultáneamente por cientos de testigos.

El espectáculo fue documentado tanto en video como en fotografías y hasta ahora, a pesar de que algunos especialistas descartan que pudiera tratarse de una animación por computadora, tampoco han sido capaces de acuñar una explicación para tan singular suceso.

Curiosamente el fenómeno se registra semanas después de que se anunciara la probable explosión de la estrella Betelgeuse, evento que podría generar la ilusión de que dos soles coexistirían en el horizonte.

El sitio Life’s Little Mysteries, gemelo de Space.com, cuestionó a Jim Kaeler, astrónomo de la Universidad de Illinois, sobre las imágenes captadas en China. “Dudo que se trate de un modelaje por computadora.

Debe haber algún tipo de modulación atmosférica que produjo este verdaderamente espectacular fenómeno, el cual en un un sentido representa un mirage (fenómeno óptico o espejismo).

Otro especialista consultado también por Life’s Little Mysteries sobre la extravagancia del “doble sol” que se observó en China es el científico Grant Perry, experto en fenómenos atmosféricos de la Universidad del Wisconsin Cooperative Institute for Satellite and Meteorological Studies.

“El que estamos viendo no es un fenómeno óptico común. Me pregunto a mi mismo si es producto del lente, pero si ese fuese el caso entonces las imágenes se moverían la una en relación a la otra junto con la cámara. pero esto no sucede” afirma. Y si se tuviera que forzar una explicación “tendrías que asumir que se trata de partículas de hielo o algo en la atmósfera alineado de tal manera que estas refractarían la luz del sol en un ángulo muy pequeño, pero solo en una dirección.

Y ello requeriría características bastante peculiares” agregó. Los llamados mirages se generan cuando partículas en la atmósfera refractan, o doblan, ondas de luz. Generalmente se manifiestan cerca del horizonte, en donde el aire es más pesado, y lo más común es que esten alineados verticalmente, ya sea por debajo o por encima, de la fuente de luz original (en el video el segundo sol aparece a un lado, lo cual genera aún más interrogantes).

Un famoso astrónomo holandés, Marcel Minnaert, compiló una serie de imágenes donde se muestran, ya sea el sol o la luna, duplicados. Las imágenes fueron publicadas en el libro “Light and Color in the Outdoors” que se imprimió en 1993.

Fuente: El Intransigente

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Actualmente en la magnetosfera la tormenta solar del 8 de septiembre

En estos momentos, está llegando a la magnetosfera, la segunda CME correspondiente a la tormenta solar del pasado día 8 de septiembre.

El diagrama de la Magnetosfera es el siguiente en tiempo real.

La actualización se verifica cada 15 minutos desde el enlace de la foto.

Los últimos datos de actividad solar acumulada son los siguientes:

Puede observarse que desde el día 6 de septiembre, la actividad solar es elevada.

En este momento el diagrama TEC F2, muestra las zonas donde se está produciendo la mayor absorción.

El diagrama de actividad Geomagnética por Flujo de partículas y tasa de absorción de la Magnetosfera es el siguiente:

Respecto a las zonas de absorción de la tormenta, tenemos:

Y el diagrama agregado en tiempo real, es el siguiente:

Los mayores picos de impacto han estado entre las 0:00 horas del día 9 y las 16:00 del día 10.

El Reporting dado por el SIDC , cataloga las tormentas en M 1.1 y M1.2, con picos de protones. Seguidamente enlazamos con el ISES Regional Warning Center Brussels

El sol en este momento está presentando una actividad menos activa que los dias anteriores, y se espera un incremento de picos de Tormentas M para los próximos días. La imagen del SWAP es la siguiente en tiempo real.

Respecto a la actividad de las manchas solares tenemos la siguiente situación:

Pueden ver aquí una simulación dinámica en tiempo real de la magnetopausa.

Riesgo sísmico en las zonas del mapa marcadas por líneas grises y verdes para las próximas horas:

Destacar un reciente terremoto en Holanda de M4.5 y otro en Vancouver Canadá M6.7

Saquen sus propias conclusiones.

Fuente: StarviewerTeam y youtube

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NASA capta cómo tormenta solar envuelve a la Tierra

Por primera vez, una nave captó cómo una tormenta solar envolvía a la Tierra. La misión Solar TErrestrial RElations Observatory (STEREO) de la agencia espacial estadounidense (NASA) siguió el recorrido de la explosión hasta su llegada a nuestro planeta, lo que dio nuevos datos que ayudarán a facilitar las predicciones climáticas en la Tierra y conocer mejor la evolución de las explosiones solares, que pueden dañar satélites y causar fallos en las comunicaciones.

La sonda captó la tormenta cuando se encontraba a más de 104 millones de kilómetros de la Tierra en 2008, pero el equipo de la misión se tomó más de tres años procesar los datos que había captado, informó la NASA.

Con la información que captó la nave científicos de la Universidad de Standford diseñaron un nuevo método para detectar las llamadas «eyecciones de masa coronal» (CMEs, por sus siglas en inglés) causantes de las auroras boreales pero también de las interrupciones en las comunicaciones.

«Hemos visto CME antes, pero nunca como estas. STEREO nos ha dado una nueva visión de las tormentas solares», dijo Lika Guhathakurta del programa científico de la misión de la NASA.

Siguiendo el rastro

Según el estudio publicado en la revista Science, estas erupciones solares emergen del interior del astro rey como fuertes campos magnéticos, estallan hacia la superficie y arrojan una enorme burbuja de plasma magnético, lo que provoca una onda que se expande hacia el Sistema Solar.

Los campos magnéticos que forman manchas solares son generados al menos 65 mil kilómetros por debajo de la superficie y calcularon que la velocidad en la que emergen, es de 0.3 a 0.6 kilómetros por segundo y provocan manchas solares uno o dos días después de ser inicialmente detectados, con lo que se podrán predecir cuando uno de estos fenómenos se acerque a la Tierra.

La NASA asegura que las CME son fáciles de ver al salir el Sol, pero la visibilidad se reduce rapidamente porque las nubes expanden al vacío. Cuando una CME cruza la órbita de Venus, que es un millón de veces menos brillante que la superficie de la Luna llena, se van haciendo menos visibles. Al llegar a la Tierra se vuelven casi transparentes, por lo que son imperceptibles.

«Hasta hace poco, la nave podía ver las CME hasta que estaban cerca del Sol. Mediante el cálculo de su velocidad estimábamos cuánto tardarían en llegar a la Tierra. La capacidad de seguir una nube continuamente desde el Sol hasta la Tierra, es una gran mejora. En el pasado en todas las predicciones existía una incertidumbre de una a cuatro horas, las animaciones que hemos visto hoy, podría reducir significativamente los márgenes de error», dijo Alysha Reinard del Centro de Predicciones del Clima Espacial (NOOA).

La existencia de las tormentas solares está documentada pero los científicos siguen indagando cómo detectarlas antes de que se formen para poder evitar sus consecuencias, ya que además de las comunicaciones estas eyecciones son peligrosas para los astronautas en el espacio y pueden provocar apagones eléctricos en la Tierra.

Las CME son nubes de millones de toneladas de plasma solar, lanzado por las explosiones de las erupciones solares. Al barrer el pasado de nuestro planeta pueden provocar auroras, tormentas de radiación y en casos extremos, los cortes de energía. El seguimiento de estas nubes y la predicción de su llegada es una parte importante de la predicción del clima espacial.

STEREO es una de las dos naves espaciales lanzadas en 2006 para observar la actividad solar, la otra es el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO), misiones en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA).

Fuente: El Universal

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La mayor llamarada solar en quince años

Días revueltos en la superficie del Sol

Después de que la semana pasada tres eyecciones de masa coronal dispararan las alarmas por sus posibles consecuencias en la Tierra, ayer martes se produjo una enorme llamarada de intensidad X6.9, la más fuerte detectada en años y tres veces más poderosa que la del pasado febrero (una X2.2), que hasta ahora era la mayor de este ciclo.

Por suerte, la enorme lengua de fuego no apuntaba directamente hacia la Tierra, aunque es un indicativo de lo que sucederá de aquí a 2013, cuando el actual ciclo solar (el número 24) alcance su máxima intensidad.

La espectacular llamarada fue detectada al mismo tiempo por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO) y por el satélite GOES, de la NOAA (La agencia Meteorológica de los Estados Unidos). Los datos de ambos ingenios coinciden en que, definitivamente, se trata del mayor evento de este tipo registrado por ahora en este ciclo solar y también el más fuerte desde la gran llamarada de 2003.

Afortunadamente para la Tierra, esta gran llamarada no apuntaba directamente hacia nosotros, por lo que no se espera que afecte negativamente a nuestro planeta. La NASA ha alertado de que en los próximos días podría haber problemas en las comunicaciones por radio aunque asegura que, por esta vez, la cosa no pasará de ahí.

Las llamaradas solares son gigantescas explosiones sobre la superficie del Sol que lanzan al espacio ingentes cantidades de energía y de partículas. Las llamaradas pueden producir eyecciones de masa coronal (CME), auténticas nubes de material ardiente que viajan a través del espacio a miles de km. por segundo y golpean a los planetas del Sistema Solar.

Todavía queda lo peor

El número y la intensidad de las llamaradas solares se incrementa de forma dramática aproximadamente cada once años (la duración de un ciclo solar), y actualmente el Sol se dirige hacia el periodo de máxima actividad del ciclo actual (el número 24) que se producirá alrededor de 2013. Lo cual significa que habrá más llamaradas como ésta e incluso mayores, y que algunas de ellas podrían ser lanzadas contra la Tierra.

Según su intensidad, las llamaradas solares se clasifican, de menor a mayor, con las letras A, B, C, M y X, que son las más potentes. Cada letra, además, va seguida por una escala numérica, del 1 al 9. Las tres primeras categorías (A, B y C) no pueden causar daños en la Tierra. Las llamaradas del tipo M, sin embargo, son capaces de producir cortes en las comunicaciones y de poner en peligro a los astronautas.

Y después están las llamaradas de clase X, que son las más fuertes. A pesar de que la máxima numeración es la de X9, se pueden producir llamaradas mucho mayores. Un buen ejemplo es la que tuvo lugar en 2003, durante el máximo solar del ciclo anterior, que llegó a colapsar la capacidad de los sensores que observaban al Sol en ese momento. Los instrumentos dejaron de funcionar cuando alcanzaron la intensidad de X28.

 

Miles de bombas de hidrógeno

Las llamaradas de la clase X son, de lejos, las mayores explosiones que se producen en todo el Sistema Solar y pueden llegar a tener varias decenas de veces el tamaño de la Tierra, liberando una energía equivalente a varios miles de millones de bombas de hidrógeno.

Cuando estas llamaradas apuntan a la Tierra, las eyecciones de masa coronal asociadas pueden causar auténticos problemas en nuestro planeta, afectando a satélites, redes de comunicaciones y centrales eléctricas. Un ejemplo reciente se produjo los pasados 5 y 6 de diciembre de 2006, cuando una eyección de masa coronal inutilizó las transmisiones de una parte de la red de satélites GPS

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¿La Tierra camina hacia una nueva edad de hielo?

La estrella que nos calienta, el Sol, se dirige hacia el comienzo de un nuevo ciclo solar que será muy prolongado y se caracterizará por una muy baja actividad, según explican científicos del Nacional Solar Observatory (NSO) en su página web, y del Air Force Research Laboratory (AFRL).

Los expertos comparan esta perspectiva con la situación que vivió nuestro planeta entre los años 1645 y 1715, cuando se registró un periodo de inactividad solar que duró 70 años y que es conocido como la «Pequeña edad de hielo».

 Una prolongada época en la que las temperaturas bajaron entre 10 y 15 grados, según las latitudes, y en la que el hielo llegó a cubrir buena parte del norte de Asia, Europa y América Los científicos han llegado a esta conclusión, presentada en la conferencia anual de la American Astronomical Society, al estudiar nuestra estrella (su interior, su superficie visible y su corona) y detectar un descenso de las manchas de su superficie y una menor actividad electromagnética cerca de los polos.

 Estos síntomas auguran una drástica disminución de la actividad del Sol, casi «hasta su hibernación», para el nuevo ciclo solar, es decir, en los próximos 11 años, que es el tiempo medio aproximado que dura uno de estos ciclos. La «secuencia principal» Nuestro Sol es una estrella de vida «media», y los científicos calculan que su actual fase, que denominan «secuencia principal», comenzó hace unos 4.570 millones de años, y lo que es más importante, consideran que le quedan aún otros 5.000 millones de años de vida en su estado actual. Es posible que para esas fechas la Tierra ya ni siquiera exista. En cualquier caso, ni usted ni yo conoceremos su final.

 Sobre la situación que se avecina, que será más bien fresquita, el científico de la NASA Richard Fisher apunta que cada uno de los ciclos solares tiene sus periodos naturales de baja actividad, sin embargo, hace hincapié en que este mínimo solar hacia el que nos dirigimos llega «extraordinariamente lento», y durará «más de lo habitual», tal vez tres o cuatro ciclos seguidos. Actualmente, el Sol se encuentra en su ciclo número 24 desde que los astrofísicos comenzaron a registrar los fenómenos solares (a mitad del S.XVIII). Comenzó en 2008, es una alta actividad y debe durar hasta 2019. Para entonces, con el próximo ciclo, llegarían los grandes fríos.

La carga magnética de los polos Al parecer, el dato más preocupante para los expertos y que pone de relieve la desaceleración de la actividad solar se ha detectado en la falta de carga magnética en los polo del Sol. Richard Altrock, experto de la AFRL, cree que si los polos continúan si cargarse de actividad magnética, el próximo Sol «perderá energía hasta frenar su actividad casi completamente». «Si nuestro modelo es correcto -explica Frank Hill, director adjunto del NSO-, esta situación afectará desde la exploración del espacio hasta al clima terrestre». Los científicos consideran que la Tierra puede encaminarse hacia un nuevo Mínimo de Maunder, como conocen a la «Pequeña edad de hielo».

Previsiones contradictorias El estudio en cuestión no entra a valorar los posibles efectos de una bajada pronunciada y prolongada de las temperaturas medias en nuestro planeta. Pero otros estudios publicados en los últimos años apuntan al menos a cuatro consecuencias: descenso del nivel de los océanos, que contrarrestaría el efecto opuesto predicho para el calentamiento global; cambios sensibles en la producción agraria en el hemisferio norte; disminución del régimen de lluvias, con un aumento de la sequía; y aumento considerable en el consumo de energía para contrarrestar las bajas temperaturas.

Hay quien piensa, no obstante, que la posible bajada media de temperaturas no superaría los 0,3 grados centígrados. Es la opinión de Georg Feulnerdel Instituto Postdam, en Alemania, quien estima que apenas lograría minimizar el calentamiento derivado de las emisiones de CO2, que la ONU cifra de entre 3,7 y 4,5 grados.